El invitado al congreso del PP europeo del que nadie habla

Mazón y Feijóo, que se han conjurado para hacer desaparecer la DANA cerrando fuerte los ojos o echando la culpa a otros, no han asistido a la inauguración en València. Von der Leyen ha emplazado su encuentro con las víctimas a 1.600 kilómetros el 13 de mayo. Aunque se evite nombrarlos y se blinde la ciudad, los muertos están y piden justicia Cabe suponer que en el Partido Popular Europeo (PPE) se lee la prensa, también la de España, y ya se han enterado de que Alberto Núñez Feijóo, su virrey español, quiso colar un gol retorcido en noviembre de 2024 cuando intentó con poco éxito hacer descarrilar el nombramiento de Teresa Ribera como vicepresidenta de la Comisión Europea, esa que dirige Ursula Von der Leyen, de su propio partido. Es previsible que alguien, en algún momento, les haya traducido alguno de los contundentes autos de la jueza de Catarroja en los que dice que la competencia para evitar los muertos era “autonómica” y que hubo información “sobrada” que el popular Carlos Mazón no atendió, lo que acabó con 228 muertos. Sabrán también que el líder nacional español no ha encontrado motivos para desautorizarlo en público y forzar su salida. Pese a la evidencia tras la DANA de que las autoridades autonómicas estaban ausentes, noqueadas, incapacitadas o haciendo la digestión, la máquina para salvar a Mazón se activó sin pudor y Feijóo disparó a la hasta entonces vicepresidenta del Gobierno español para desviar la munición que caía sobre su barón valenciano. La cuestión única y principal era no perder el gobierno de la Comunitat Valenciana, aunque eso supusiera arrinconar la verdad o a las víctimas, o hacer el ridículo entre sus colegas europeos. Cabe suponer que Ursula Von der Leyen habrá pasado página sobre esa hipérbole oportunista y quizás le haya agradecido la oportuna ausencia en la inauguración del congreso del PPE en València este martes. También Mazón estaba ocupado con el post apagón y no pudo recibir en el primer día a lo más granado de su partido en Europa, que se reúne a 20 minutos en coche de su despacho, ese en el que aún no está demostrado que estuviera la tarde de la DANA. En esta emergencia ha optado por querer dar la imagen de un president preocupado y en su puesto de trabajo aunque era festivo. Pero Mazón vive claramente en otro huso horario o quizás lejos del timón del Palau de la Generalitat, del que se aleja habitualmente los viernes para irse a su ciudad, Alicante, y vacía su agenda. Su primera imagen como representante institucional al mando la colgó pasadas las siete de la tarde: una destartalada foto en una mesa tipo timba con la pobre presencia de tres consellers que parecían haber llegado de manera apresurada, como la imagen. A esa hora, Pedro Sánchez y numerosos presidentes autonómicos habían hecho gabinetes de crisis, comparecido oficialmente y anunciado medidas excepcionales. Mazón pidió el nivel 3 de emergencia diez horas después del apagón, cuando la luz empezaba a volver, con un pleno extraordinario que acabó a las 22.30 horas del lunes. Hizo declaraciones en un mensaje grabado y colgado en su tuiter al filo de la medianoche. Ese es el líder que debía hospedar y ser el anfitrión del partido más votado de Europa. Su sonora ausencia, sin embargo, ha proyectado aún más la digna presencia de un comensal autoinvitado: la búsqueda de verdad y dignidad de las asociaciones de víctimas de la DANA, que le están diciendo a los correligionarios de Feijóo y Mazón desde las calles donde se celebra el congreso y sus actos que siguen siendo silenciados y mal tratados, por si Manfred Weber, el presidente del PPE, aún no hubiera leído los autos o las declaraciones amparadoras de Núñez Feijóo. Von der Leyen se ha comprometido a recibir a las asociaciones el 13 de mayo en Bruselas en lugar de hacerlo esta semana en València, después del que su partido haya impedido que comparezcan en el Parlamento Europeo. Hará a 1.600 kilómetros de la zona cero de València lo que Mazón no hace con sus vecinos. El congreso tampoco tiene previsto homenajear a las víctimas, recordar la riada y no hay previstas visitas oficiales a la zona cero. Es un incómodo elefante en la sala, que se hace presente solo por el empeño y la vocación de no cesar de quienes, desde lejos, piden responsabilidades y exhiben pancartas. Mazón, que ya no está claro si es del PP o es de una empresa propia de la que es presidente, CEO y director de Recursos Humanos, debe saber –como Feijóo, Weber o cualquiera– que dejar de nombrar algo no va a hacer que desaparezca. La verdad no está completa, pero las víctimas sí están y estarán, y no van a parar de pedir justicia.

Abr 30, 2025 - 05:52
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El invitado al congreso del PP europeo del que nadie habla

Asociaciones de víctimas de la dana y movimientos sociales, frente a una de las sedes del congreso del PP Europeo

Mazón y Feijóo, que se han conjurado para hacer desaparecer la DANA cerrando fuerte los ojos o echando la culpa a otros, no han asistido a la inauguración en València. Von der Leyen ha emplazado su encuentro con las víctimas a 1.600 kilómetros el 13 de mayo. Aunque se evite nombrarlos y se blinde la ciudad, los muertos están y piden justicia

Cabe suponer que en el Partido Popular Europeo (PPE) se lee la prensa, también la de España, y ya se han enterado de que Alberto Núñez Feijóo, su virrey español, quiso colar un gol retorcido en noviembre de 2024 cuando intentó con poco éxito hacer descarrilar el nombramiento de Teresa Ribera como vicepresidenta de la Comisión Europea, esa que dirige Ursula Von der Leyen, de su propio partido. Es previsible que alguien, en algún momento, les haya traducido alguno de los contundentes autos de la jueza de Catarroja en los que dice que la competencia para evitar los muertos era “autonómica” y que hubo información “sobrada” que el popular Carlos Mazón no atendió, lo que acabó con 228 muertos. Sabrán también que el líder nacional español no ha encontrado motivos para desautorizarlo en público y forzar su salida.

Pese a la evidencia tras la DANA de que las autoridades autonómicas estaban ausentes, noqueadas, incapacitadas o haciendo la digestión, la máquina para salvar a Mazón se activó sin pudor y Feijóo disparó a la hasta entonces vicepresidenta del Gobierno español para desviar la munición que caía sobre su barón valenciano. La cuestión única y principal era no perder el gobierno de la Comunitat Valenciana, aunque eso supusiera arrinconar la verdad o a las víctimas, o hacer el ridículo entre sus colegas europeos.

Cabe suponer que Ursula Von der Leyen habrá pasado página sobre esa hipérbole oportunista y quizás le haya agradecido la oportuna ausencia en la inauguración del congreso del PPE en València este martes. También Mazón estaba ocupado con el post apagón y no pudo recibir en el primer día a lo más granado de su partido en Europa, que se reúne a 20 minutos en coche de su despacho, ese en el que aún no está demostrado que estuviera la tarde de la DANA.

En esta emergencia ha optado por querer dar la imagen de un president preocupado y en su puesto de trabajo aunque era festivo. Pero Mazón vive claramente en otro huso horario o quizás lejos del timón del Palau de la Generalitat, del que se aleja habitualmente los viernes para irse a su ciudad, Alicante, y vacía su agenda. Su primera imagen como representante institucional al mando la colgó pasadas las siete de la tarde: una destartalada foto en una mesa tipo timba con la pobre presencia de tres consellers que parecían haber llegado de manera apresurada, como la imagen. A esa hora, Pedro Sánchez y numerosos presidentes autonómicos habían hecho gabinetes de crisis, comparecido oficialmente y anunciado medidas excepcionales. Mazón pidió el nivel 3 de emergencia diez horas después del apagón, cuando la luz empezaba a volver, con un pleno extraordinario que acabó a las 22.30 horas del lunes. Hizo declaraciones en un mensaje grabado y colgado en su tuiter al filo de la medianoche.

Ese es el líder que debía hospedar y ser el anfitrión del partido más votado de Europa. Su sonora ausencia, sin embargo, ha proyectado aún más la digna presencia de un comensal autoinvitado: la búsqueda de verdad y dignidad de las asociaciones de víctimas de la DANA, que le están diciendo a los correligionarios de Feijóo y Mazón desde las calles donde se celebra el congreso y sus actos que siguen siendo silenciados y mal tratados, por si Manfred Weber, el presidente del PPE, aún no hubiera leído los autos o las declaraciones amparadoras de Núñez Feijóo.

Von der Leyen se ha comprometido a recibir a las asociaciones el 13 de mayo en Bruselas en lugar de hacerlo esta semana en València, después del que su partido haya impedido que comparezcan en el Parlamento Europeo. Hará a 1.600 kilómetros de la zona cero de València lo que Mazón no hace con sus vecinos. El congreso tampoco tiene previsto homenajear a las víctimas, recordar la riada y no hay previstas visitas oficiales a la zona cero. Es un incómodo elefante en la sala, que se hace presente solo por el empeño y la vocación de no cesar de quienes, desde lejos, piden responsabilidades y exhiben pancartas. Mazón, que ya no está claro si es del PP o es de una empresa propia de la que es presidente, CEO y director de Recursos Humanos, debe saber –como Feijóo, Weber o cualquiera– que dejar de nombrar algo no va a hacer que desaparezca. La verdad no está completa, pero las víctimas sí están y estarán, y no van a parar de pedir justicia.

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