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El homenaje a Julio Anguita en Córdoba dibuja un frente anti PP-Vox de IU, ERC y Bildu
El homenaje a Julio Anguita en la cercanía del quinto aniversario de su fallecimiento se convirtió, este miércoles en la Facultad de Derecho de la Universidad de Córdoba, en un incipiente movimiento para la formación de un frente popular de izquierdas, con la cabecera de IU, ERC y EH Bildu , que reivindicó como primer objetivo político «evitar» a toda costa «un gobierno» en España en el futuro de la coalición de derechas de «PP y Vox». El exdiputado y miembro del Consejo Nacional de ERC, Joan Tardá ; el ahora eurodiputado de EH Bildu y detenido en 1985 acusado de pertenecer a un grupo de información de ETA , Pernando Barrena ; y el coordinador Federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo , también arremetieron «contra el rearme» en Defensa que propugna la Unión Europea tras ponerse en duda el apoyo militar de Estados Unidos con la llegada de Trump a la Casa Blanca. Los tres coincidieron en que, a su juicio, el rearme «no conllevará más seguridad», a la vez que lo consideraron « incompatible con la OTAN y con mantener las bases militares americanas». Igualmente, el homenaje a Anguita quedó trufado por un ensalzamiento al objetivo común de la consecución «de la III República », apuntó Maíllo, «o la I República, lo que llegue primero», matizó Tardá. De hecho, Maíllo, Barrena y Tardá apuntaron que este objetivo es, precisamente, «el nuevo pegamento» que tienen sus organizaciones políticas. En el frontispicio de todas las intervenciones estuvo la necesidad de crear «un frente amplio » de fuerzas de izquierdas, anunció Tardá, para combatir «a la ultraderecha». Maíllo llegó a asegurar que «el fascismo no es una amenaza en 2025, sino que es una realidad» que deben combatir. El dirigente de IU concluyó su intervención con la sentencia de que la derecha «nos están dando una paliza en el lenguaje » para conectar más y mejor con los jóvenes. Además, opinó que las formaciones de izquierdas tienen que combatir «que las nuevas generaciones nos vean como lo anticuado y a ellos (por la ultraderecha) como lo moderno». La palabra España fue difícil de escuchar —por no decir imposible— en las más de dos horas de debate. Bajo los sinónimos de Estado, nación o país, Pernando Barrena (Bildu) dejó una ostentación del repudio a su país: «A un trabajador vasco y a uno andaluz no nos une una nación, sino una clase social». El acto tenía el atractivo de fondo de que podía suponer una de las primeras imágenes juntos de la número dos de Podemos, Irene Montero , con Maíllo a pesar de las discrepancias de sus formaciones. Finalmente, la organización del acto detalló que Montero había comunicado que no asistiría «a las 15.00 horas» con un mensaje «sin explicaciones del motivo» que se lo impedía.
El homenaje a Julio Anguita en la cercanía del quinto aniversario de su fallecimiento se convirtió, este miércoles en la Facultad de Derecho de la Universidad de Córdoba, en un incipiente movimiento para la formación de un frente popular de izquierdas, con la cabecera de IU, ERC y EH Bildu , que reivindicó como primer objetivo político «evitar» a toda costa «un gobierno» en España en el futuro de la coalición de derechas de «PP y Vox». El exdiputado y miembro del Consejo Nacional de ERC, Joan Tardá ; el ahora eurodiputado de EH Bildu y detenido en 1985 acusado de pertenecer a un grupo de información de ETA , Pernando Barrena ; y el coordinador Federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo , también arremetieron «contra el rearme» en Defensa que propugna la Unión Europea tras ponerse en duda el apoyo militar de Estados Unidos con la llegada de Trump a la Casa Blanca. Los tres coincidieron en que, a su juicio, el rearme «no conllevará más seguridad», a la vez que lo consideraron « incompatible con la OTAN y con mantener las bases militares americanas». Igualmente, el homenaje a Anguita quedó trufado por un ensalzamiento al objetivo común de la consecución «de la III República », apuntó Maíllo, «o la I República, lo que llegue primero», matizó Tardá. De hecho, Maíllo, Barrena y Tardá apuntaron que este objetivo es, precisamente, «el nuevo pegamento» que tienen sus organizaciones políticas. En el frontispicio de todas las intervenciones estuvo la necesidad de crear «un frente amplio » de fuerzas de izquierdas, anunció Tardá, para combatir «a la ultraderecha». Maíllo llegó a asegurar que «el fascismo no es una amenaza en 2025, sino que es una realidad» que deben combatir. El dirigente de IU concluyó su intervención con la sentencia de que la derecha «nos están dando una paliza en el lenguaje » para conectar más y mejor con los jóvenes. Además, opinó que las formaciones de izquierdas tienen que combatir «que las nuevas generaciones nos vean como lo anticuado y a ellos (por la ultraderecha) como lo moderno». La palabra España fue difícil de escuchar —por no decir imposible— en las más de dos horas de debate. Bajo los sinónimos de Estado, nación o país, Pernando Barrena (Bildu) dejó una ostentación del repudio a su país: «A un trabajador vasco y a uno andaluz no nos une una nación, sino una clase social». El acto tenía el atractivo de fondo de que podía suponer una de las primeras imágenes juntos de la número dos de Podemos, Irene Montero , con Maíllo a pesar de las discrepancias de sus formaciones. Finalmente, la organización del acto detalló que Montero había comunicado que no asistiría «a las 15.00 horas» con un mensaje «sin explicaciones del motivo» que se lo impedía.
