El error que cometía al congelar bacon y que me hubiera gustado saber
Lo más importante es mantenerlo alejado de la exposión al aire y de los cambios bruscos de temperatura, que son los responsables de que el alimento se eche a perder.
El bacon, a pesar de que siempre se ha asociado a la gastronomía estadounidense, es un alimento que no puede faltar en muchas cocinas de España gracias a su sabor y a su versatilidad entre los fogones, pudiendo hacer desde unos dátiles envueltos en bacon hasta hamburguesas o una pasta “carbonara”, que no queremos ofender a los más puristas.
Sin embargo, mucha gente no sabe cómo guardarlo una vez abierto para que no pierda ni la frescura ni la textura y, lo más importante, su seguridad alimentaria. Así, uno de los grandes errores que se cometen al conservarlo es meterlo en el frigorífico o en el congelador tal cual, sin tener cuidado con el aire que le entra al paquete y que va a acelerar su descomposición.
Cómo guardar bacon en el congelador
Congelarlo puede parecer algo muy sencillo; una vez abierto lo guardamos en un cajón del congelador y listo, ¿no? Nada que ver. Para conservarlo de forma efectiva y que no se eche a perder hay que seguir unos pasos muy simples que lo alejen de la exposición al oxígeno y a los cambios de temperatura, que son los responsables de su deterioro.
Por eso, para evitarlo, los expertos en seguridad alimentaria aconsejan envolverlo muy bien, incluso utilizando una doble capa de papel de aluminio o de film, meterlo en una bolsa hermética tipo ‘zip’ y que vaya al congelador.
Además de lo anterior, también hay que tener en cuenta que el bacon es un alimento que contiene mucha grasa, y esta se oxida con facilidad, por lo que lo mejor es dividir las lonchas antes de congelarlas. Esto es tan sencillo como poner papel de horno entre ellas y luego envolverlo todo con la doble capa de papel de aluminio o film. Así, no solo evitamos que cambie la textura, sino que también será más fácil coger la porción exacta que se necesite.
Siguiendo estos pasos, el bacon estará bien conservado y podrá estar en el congelador hasta un máximo de seis meses sin perder su sabor y textura natural. Por otra parte, para descongelarlo, lo mejor es hacerlo poco a poco en la nevera y no dejarlo a temperatura ambiente o meterlo en el microondas.
Cómo guardar el bacon en la nevera
A pesar de que en el congelador nos aseguramos de que el bacon dure intacto por mucho más tiempo, también se puede dejar en la nevera de forma correcta para que no se estropee tan rápido.
En este sentido, los expertos recomiendan guardarlo en la parte menos expuesta al aire y a los cambios de temperatura, que es el cajón de las verduras en la parte inferior de la nevera. Además, dejándolo ahí, se aísla del resto de alimentos, reduciendo por completo el riesgo de contaminación cruzada.
Por otra parte, si se ha abierto el paquete, lo mejor es sacar las lonchas y guardarlas en un recipiente que sea hermético o tupper de cristal. También se puede poner el bacon en un plato y envolverlo muy bien con papel film que evite que entre aire y lo estropee.
Por último, hay que tener muy claro que, una vez abierto el paquete, el bacon debe consumirse en un plazo de cinco días. Si no se va a utilizar en ese tiempo, lo mejor es congelarlo tal y como hemos explicado arriba para garantizar su seguridad alimentaria.
