Donald Trump destituye a su consejero de seguridad nacional, Mike Waltz
En marzo, el máximo responsable del Pentágono invitó a un periodista a un grupo de la app Signal en el que altos funcionarios comentaron ataques en Yemen

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha destituido a su consejero de Seguridad Nacional, Mike Waltz. Tanto este como su adjunto, Alex Wong, tendrán que cesar en sus respectivos cargos por orden del presidente, informa la agencia Reuters.
Se trata de la primera destitución de la nueva y polémica Administración Trump. La información se produce después de muchas semanas de rumores de falta de entendimiento entre Waltz y Trump, aunque desmentidas desde la Casa Blanca.
La crisis Waltz comenzó en el conocido grupo de Signal, una aplicación de mensajería que gozaba de mayores garantías de privacidad que WhatsApp o Telegram, según algunos expertos. Sin embargo, en el grupo se incluyó —parece que por accidente— al director de The Atlantic, el periodista Jeffrey Goldberg, que fue testigo de una conversación en la que altos funcionarios comentarios planes confidenciales para diferentes ataques en Yemen. Desde entonces la continuidad de Waltz siempre ha sido puesta en duda.
La noticia ha sido adelantada por el diario Político.
Un grupo de Signal para coordinar un ataque
Fue un grave error del Pentágono que cerca estuvo de poner en riesgo la estrategia militar de Estados Unidos en su ofensiva en Yemen, además de la vida de sus soldados. El máximo responsable del Pentágono compartió, por error, todos los detalles, que eran secretos, horas antes de que se produjera el ataque a Yemen con un periodista, según reveló el propio, Jeffrey Goldberg, el afectado que es editor jefe de 'The Atlantic'.
El martes 11 de marzo de 2025, el periodista recibió una solicitud para conectarse a Signal por parte de Michael Waltz, consejero de Seguridad Nacional del presidente Trump. Dos días más tarde, el jueves 13, Waltz lo incluyó de manera involuntaria en un grupo privado denominado 'Houthi PC small group', compuesto por altos responsables de seguridad nacional encargados de coordinar una operación militar contra los hutíes en Yemen. Entre los miembros de este grupo se encontraban el secretario de Defensa Pete Hegseth, el secretario de Estado Marco Rubio, el vicepresidente J. D. Vance, la directora nacional de Inteligencia Tulsi Gabbard y otros importantes funcionarios del gabinete de Trump.
El viernes 14 de marzo, Goldberg presenció cómo los integrantes compartían información y discutían de forma abierta sobre los riesgos políticos, económicos y estratégicos de la operación. J. D. Vance expresó sus dudas sobre el posible impacto en el comercio internacional, mientras Pete Hegseth defendía la necesidad urgente de llevar a cabo el ataque, argumentando que posponerlo podría interpretarse como debilidad o dar la oportunidad a Israel de actuar primero, desplazando a Estados Unidos de la escena. Finalmente, Stephen Miller, asesor cercano al presidente, cerró la conversación insistiendo en que se obtuvieran beneficios económicos claros a cambio de reabrir las rutas marítimas bloqueadas.
El sábado 15 de marzo, a las 11:44 de la mañana, Goldberg recibió en ese mismo grupo información detallada sobre el ataque inminente: los objetivos, el armamento que se emplearía y el horario exacto de la operación. Apenas dos horas después, tal y como indicaban los mensajes filtrados, comenzaron las explosiones sobre Saná, la capital de Yemen. Durante todo este proceso, nadie se percató de la presencia indebida de Goldberg, ni siquiera cuando salió discretamente de la conversación después de los bombardeos.