Dispar acatamiento a la CGT y fuerte reacción del Gobierno: "Uno de los últimos coletazos..."

El funcionamiento de los colectivos de la UTA suavizó el impacto de la medida de fuerza. No hubo trenes ni subtes, pero se registraron muchos comercios abiertos. La embestida del oficialismo.

Abr 10, 2025 - 22:55
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Dispar acatamiento a la CGT y fuerte reacción del Gobierno: "Uno de los últimos coletazos..."

La CGT llevó adelante este jueves el tercer paro general contra la gestión de Javier Milei con un acatamiento dispar en distintos niveles, que mucho tuvo que ver con que la medida de fuerza no fue completa en el transporte, ya que los colectivos de la UTA quedaron afuera de la movida sindical.

El gremio que aglutina a los colectiveros resolvió no sumarse a la medida aduciendo que están imposibilitados de hacerlo porque está vigente una conciliación obligatoria que hace dos semanas rige en el marco de la negociación salarial con las cámaras.

No obstante, el paro de trenes y los subtes en la Ciudad de Buenos Aires generó un importante freno en las actividades, al que adhirieron todas las dependencias públicas, bancos, escuelas y hospitales públicos, además de transporte de carga, entre otros. 

La protesta comenzó el miércoles al mediodía con una movilización al Congreso en la que una multiplicidad de gremios se plegó al reclamo que vienen manteniendo cada semana los jubilados, y desde la medianoche comenzó el cese de actividades.   

El acceso cerrado a una estación de subte porteña.

La CGT calificó la medida de fuerza como un "éxito rotundo", en palabras de Héctor Daer, quien compartió una conferencia de prensa con Carlos Acuña y con Octavio Argüello, el último ingresado a la conducción tras la salida de Pablo Moyano de Camioneros. 

"Felicitamos a todos los trabajadores que pararon. El día de hoy acataron la decisión de parar sus actividades para demostrar una vez que el movimiento lleva adelante una agenda clara y concreta", sostuvo Daer durante el encuentro con la prensa promediando la tarde. 

Para graficar sus argumentos sobre el resultado de la medida, Daer cuestionó "cuánto nos vendían los medios de que había lugares que no iban a parar, y lo más claro estuvo que hoy el principal emprendimiento estratégico de la Argentina en el día de hoy está parado, que es Vaca Muerta".

Tal como sucedió en otras oportunidades, el Gobierno dispuso la difusión de mensajes por los altoparlantes en estaciones de trenes con el siguiente contenido: "Ataque a la república. La casta sindical atenta contra millones de argentinos que quieren trabajar. Si te extorsionan o te obligan a parar, denunciá al 134". 

Los trabajadores ferroviarios respondieron a la campaña que el Gobierno y le pidieron al vocero presidencial, Manuel Adorni, que "se ponga a laburar".

"Esto no es Star Wars, ponete a laburar", expresaron los empleados desde el altavoz que se utiliza en los vagones para anunciar los viajes, como contrapartida a la comunicación oficial.

Daer advirtió además que se trató de un "mecanismo muy complicado que fue utilizado cuando se perdió la democracia". 

La reacción del Gobierno

En esa línea fue la lectura posterior del Gobierno nacional, que se difundió a través del vocero presidencial Manuel Adorni. 

"Este es el paro de la casta sindical kirchnerista de los Moyano, que por tercera vez dejan sin trabajar a millones de argentinos, sostuvo la voz oficial e insistió en que "están atrincherados en el poder político-sindical, enquistados en el nido de la casta. El avance de la libertad implica el fin de sus negocios y, como los animales salvajes cuando están acorralados, contraatacan para sobrevivir". 

De acuerdo a las cifras planteadas por el oficialismo, que se contraponen a los números sindicales, "mientras el salario promedio de diciembre de 2023 fue de 300 dólares, el de enero de 2025 fue de 1.100 dólares". 

"Este es uno de los últimos coletazos de quienes viven de la extorsión y el apriete", reforzó Adorni. 

Sin embargo, desde los gremios marcan que desde que asumió el presidente Javier Milei, se perdieron 185 mil puestos de trabajo formales, 51 mil puestos de trabajo en el sector público, 900 mil hijos de trabajadores dejaron de recibir sus asignaciones familiares y bajó 5,47% el poder adquisitivo de los salarios.  También cuestionaron que las jubilaciones mínimas se deterioraron en un 13,3%.