Día Mundial del Backup: recuerda hacer copias de seguridad
Descubre por qué el Día Mundial del Backup 2025 es clave para proteger tus datos personales y empresariales. Consejos, riesgos y estrategias.

Cada 31 de marzo se celebra una jornada que, aunque puede pasar desapercibida para muchos, representa una de las iniciativas más importantes en el ámbito de la ciberseguridad y del uso responsable de la tecnología: el Día Mundial del Backup. Esta fecha pretende recordar tanto a particulares como a empresas la relevancia de contar con copias de seguridad actualizadas, fiables y seguras que permitan la recuperación de datos en caso de incidentes, ya sean técnicos, humanos o fruto de ataques malintencionados.
En una época dominada por la digitalización de la información, desde las fotos personales hasta la infraestructura crítica de un país, perder datos no es simplemente una molestia, sino una amenaza seria para la integridad del usuario o de un negocio. Y es que un fallo de hardware, un ataque de ransomware o incluso un simple descuido humano puede causar pérdidas irreparables.
Una amenaza que crece: el ransomware y otros riesgos
El ransomware sigue siendo una de las amenazas más activas y perjudiciales para los datos hoy en día. Este tipo de ataque bloquea el acceso a los archivos mediante cifrado hasta que se paga un rescate, y en muchos casos destruye o corrompe las copias de seguridad para impedir la recuperación. En 2024 se reportaron más de 5.000 incidentes de ransomware a nivel mundial, un 11% más que el año anterior, y se espera que esas cifras aumenten en 2025.
Sin embargo, no es la única preocupación. Fallos de hardware, errores humanos, configuraciones mal hechas o incluso problemas con el software también están entre las causas más habituales de pérdida de información. De hecho, se estima que el 68% de los incidentes de pérdida de información a nivel global pueden atribuirse a fallos humanos involuntarios. Para aprender más sobre cómo hacer una copia de seguridad eficaz, puedes consultar este artículo sobre cómo reparar el registro de Windows.
Las propias copias de seguridad, si no están correctamente protegidas o diseñadas, pueden convertirse en un objetivo para los cibercriminales. Por eso, los expertos insisten en que no basta con hacer backup: también hay que asegurarse de que ese backup sea resiliente, inmutable y fácilmente recuperable.
Reglas esenciales: de la 3-2-1 a la 3-2-1-1-0
Una recomendación ampliamente aceptada en el mundo de la ciberseguridad es seguir la regla 3-2-1, que establece mantener tres copias de los datos, almacenadas en al menos dos tipos de medios diferentes, y con una copia guardada fuera del sitio principal.
Sin embargo, la nueva realidad digital ha empujado a expertos y empresas a adoptar una versión mejorada: la regla 3-2-1-1-0, que añade una copia inmutable (que no pueda ser modificada ni eliminada) y garantiza cero errores en los respaldos mediante pruebas y validaciones regulares.
Este enfoque avanzado permite proteger los datos incluso ante ataques simultáneos o desastres naturales, ofreciendo una capa adicional de confianza en la recuperación rápida y eficaz de sistemas. Además, se recomienda aplicar cifrado en tránsito y en reposo, autenticación multifactor, y almacenamiento segmentado para reducir la exposición ante posibles vulnerabilidades.
La resiliencia: clave ante cualquier escenario adverso
Restaurar los datos no tiene sentido si no se hace a una velocidad lo suficientemente rápida como para minimizar pérdidas de tiempo, ingresos y reputación. En este sentido, contar con soluciones que permitan restauraciones ágiles, incluso en entornos con cientos de terabytes, puede marcar la diferencia entre una interrupción temporal y un problema prolongado con graves consecuencias.
El tiempo de inactividad es, de hecho, el coste más elevado tras un ataque, y el 93% de las organizaciones afirma haber sufrido pérdidas económicas por este motivo en el último año. Alinearse con normativas como DORA, que exige una recuperación en menos de dos horas para servicios financieros críticos, se ha convertido en una obligación para muchas empresas europeas.
En este contexto, emergen soluciones como los servicios de almacenamiento bajo demanda con acuerdos de recuperación (SLA) ante ransomware. Estas propuestas incluyen entornos de almacenamiento alternativo listos para activar en pocas horas, lo que garantiza la continuidad incluso si las matrices originales quedan bloqueadas para su análisis pericial.
Educación, verificación constante y responsabilidad compartida
La tecnología por sí sola no es suficiente para garantizar una protección efectiva. El comportamiento humano sigue siendo un eslabón débil en la cadena de seguridad. Por eso, implementar programas de sensibilización y formación dentro de las organizaciones es igual de importante que adoptar soluciones técnicas avanzadas.
Además, es imprescindible que se realicen pruebas periódicas de recuperación, se asignen responsabilidades claras, se auditen los planes de backup cada trimestre y se revisen de forma proactiva los procesos ante incidentes.
El trabajo remoto e híbrido, sumado al uso extensivo de servicios como Microsoft 365 o Google Workspace, ha ampliado el perímetro vulnerable, haciendo aún más necesario el disponer de estrategias que separen las copias de seguridad del entorno operativo de producción.
Las organizaciones también deben tener claro que los proveedores de servicios en la nube no siempre asumen la responsabilidad total de la integridad de los datos a largo plazo. Por tanto, contar con copias propias y mecanismos de recuperación alternativos sigue siendo fundamental.
Desde soluciones en la nube hasta dispositivos físicos seguros como unidades SSD encriptadas, pasando por software que automatiza copias de seguridad, el abanico de herramientas disponibles es amplio. Lo importante es adaptar su uso a las necesidades específicas de cada entorno.
Este 31 de marzo no se trata de celebrar por todo lo alto, sino de reflexionar en serio sobre algo que, muchas veces, se deja para mañana. La realidad demuestra que quienes toman medidas preventivas están mejor preparados para afrontar lo inesperado. Por eso, el Día Mundial del Backup es mucho más que una efeméride del calendario: es una llamada de atención a la responsabilidad digital.