Cuando las máquinas se apagan

Fernando Navarro Fernando Navarro Mar, 29/04/2025 - 11:41 | Firma invitada: Elena Fernández Ayer el mundo se detuvo para muchas personas. Un apagón eléctrico en España y Portugal, inesperado y generalizado, dejó calles, casas y oficinas a oscuras durante horas. Sin internet, sin televisión, sin pantallas que nos absorban. ¿Qué ocurrió? Algo insólito. Las personas comenzaron a hablarse, a mirarse a los ojos. Los jóvenes volvieron a reunirse en plazas y parques para charlar y reírse juntos. Los niños, desconectados del bombardeo constante de estímulos digitales, jugaron con sus padres toda la tarde. Durante unas horas, recordamos lo que significa ser humanos. Hoy, la electricidad ha vuelto. Y con ella, también la «anormalidad» de nuestros días: las prisas, los correos electrónicos infinitos, las redes sociales omnipresentes… y las predicciones apocalípticas de la IA. Pero basta con reflexionar un momento sobre lo vivido ayer para entender una verdad profunda: la inteligencia artificial funciona con electricidad; los humanos, con alma. Cuando se va la corriente, las máquinas se apagan. Se detienen. Quedan inertes. Pero nosotros, incluso en la oscuridad, seguimos hablando, creando, conectando. Porque nuestra energía no depende de un enchufe: viene de nuestras emociones, de nuestra empatía, de nuestra capacidad infinita para entendernos más allá de las palabras. No olvidemos nunca que nuestra humanidad es nuestra mayor ventaja competitiva. Hoy las luces han vuelto; pero que no se apague lo más importante. Que tengan un bonito día. *     *     * Elena Fernández es traductora, formadora y orientadora profesional, directora de Trágora Formación. On Elena Fernández Off

Abr 29, 2025 - 11:38
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Cuando las máquinas se apagan
Fernando Navarro
Fernando Navarro
| Firma invitada: Elena Fernández

Ayer el mundo se detuvo para muchas personas. Un apagón eléctrico en España y Portugal, inesperado y generalizado, dejó calles, casas y oficinas a oscuras durante horas. Sin internet, sin televisión, sin pantallas que nos absorban.

¿Qué ocurrió? Algo insólito. Las personas comenzaron a hablarse, a mirarse a los ojos. Los jóvenes volvieron a reunirse en plazas y parques para charlar y reírse juntos. Los niños, desconectados del bombardeo constante de estímulos digitales, jugaron con sus padres toda la tarde. Durante unas horas, recordamos lo que significa ser humanos.

Hoy, la electricidad ha vuelto. Y con ella, también la «anormalidad» de nuestros días: las prisas, los correos electrónicos infinitos, las redes sociales omnipresentes… y las predicciones apocalípticas de la IA. Pero basta con reflexionar un momento sobre lo vivido ayer para entender una verdad profunda: la inteligencia artificial funciona con electricidad; los humanos, con alma.

Cuando se va la corriente, las máquinas se apagan. Se detienen. Quedan inertes. Pero nosotros, incluso en la oscuridad, seguimos hablando, creando, conectando. Porque nuestra energía no depende de un enchufe: viene de nuestras emociones, de nuestra empatía, de nuestra capacidad infinita para entendernos más allá de las palabras.

No olvidemos nunca que nuestra humanidad es nuestra mayor ventaja competitiva. Hoy las luces han vuelto; pero que no se apague lo más importante.

Que tengan un bonito día.

*     *     *

Elena Fernández es traductora, formadora y orientadora profesional, directora de Trágora Formación. On Elena Fernández Off