Andor 2: Las locaciones reales que fueron utilizadas en la serie y que puedes visitar
Pocas series dentro del universo Star Wars han generado tanta conversación como Andor, y no solo por su tono político o su profundidad narrativa, sino por una decisión visual crucial: abandonar la tecnología de The Volume para abrazar locaciones reales que sí existen en nuestro mundo. En la segunda temporada, la rebelión se siente más […]

Pocas series dentro del universo Star Wars han generado tanta conversación como Andor, y no solo por su tono político o su profundidad narrativa, sino por una decisión visual crucial: abandonar la tecnología de The Volume para abrazar locaciones reales que sí existen en nuestro mundo. En la segunda temporada, la rebelión se siente más humana porque ocurre en espacios que respiran historia, textura y peso físico. Lo mejor: varios de esos lugares pueden ser visitados en la vida real.
La apuesta por el realismo de Andor 2 frente a The Volume
Mientras series como The Mandalorian han usado pantallas LED para simular mundos lejanos, Tony Gilroy decidió que Andor necesitaba algo distinto. Su enfoque fue claro: llevar a los actores a lugares tangibles que aportaran autenticidad a cada escena. Según Diego Luna, “queremos que entiendas el momento como si estuvieras allí”. Esa sensación es posible porque los personajes no actúan frente a una pantalla, sino dentro de construcciones reales que aportan una atmósfera viva y palpable.
La diferencia no es menor. The Volume permite crear mundos espectaculares desde un set cerrado, pero también puede sentirse artificial. En cambio, Andor se apoya en escenarios que reflejan imperfecciones reales, luz natural y dimensiones físicas que ningún render puede replicar. La arquitectura y los paisajes elegidos están al servicio del relato: una historia de resistencia, espionaje y sacrificio, donde cada espacio contribuye al estado emocional de los personajes.
Palacio de las Artes Reina Sofía (Valencia, España)
Ubicado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, este edificio diseñado por Santiago Calatrava se convirtió en la residencia de Davo Sculdun en Coruscant. Aparece también en una cena de la alta sociedad en el episodio 6, donde Mon Mothma enfrenta una nueva amenaza política. Con su estética neofuturista, el Palacio se integra perfectamente con el universo de Star Wars, ofreciendo una visión elegante y monumental del centro del poder imperial.
Según el director de arte Richard Hill, “nunca podríamos haber recreado algo así en un estudio”. Y tiene razón. El espacio impone, deslumbra y transmite opulencia, algo vital para retratar a la élite imperial. En Andor, cada plano grabado aquí suma a esa sensación de grandeza y vigilancia constante.
Museo de las Ciencias Príncipe Felipe (Valencia, España)
También obra de Calatrava, este museo completa la visión de Coruscant en Andor. Su estructura esquelética y abierta aparece como un complejo senatorial en varios episodios, donde se tejen las tramas políticas más tensas de la temporada. Luke Hull, productor de la serie, explicó que este sitio fue elegido porque representa “la parte alta de Coruscant”, un lugar donde el poder imperial se siente y se exhibe.
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Ya utilizado en otras producciones como Tomorrowland y Westworld, en Andor el museo alcanza su máximo potencial, integrándose con los efectos visuales para formar un distrito político que parece extraído directamente de la galaxia lejana.
Guildhall Municipal (Londres, Inglaterra)
Alejándose del brillo de Valencia, el histórico Guildhall en Londres aporta un tono más sobrio y autoritario. En la serie, el edificio representa una instalación imperial en Ghorman, planeta explotado por el Imperio. La conexión con la Masacre de Ghorman, evento clave en la transformación de Mon Mothma, no es casual. Este lugar simboliza la maquinaria burocrática que sustenta la opresión imperial.
Su arquitectura gótica, combinada con toques modernos, refuerza esa tensión entre historia, poder y violencia. La frialdad del espacio ayuda a que Andor se distinga visualmente de otras series del universo Star Wars.
RAF Greenham Common (Inglaterra)
Este antiguo aeródromo militar se convierte en el planeta D’Qar, hogar de los Partisanos de Saw Gerrera. Rodeado de bunkers y zonas abiertas, el lugar transmite una sensación de urgencia y clandestinidad, perfecta para retratar a una rebelión que no tiene tiempo ni recursos para el lujo.
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La historia real del sitio, usado durante la Guerra Fría, se suma a la carga simbólica de la serie. Aquí, la ciencia ficción se apoya en la memoria militar para construir un escenario donde cada decisión puede significar la vida o la muerte.
Centro Tecnológico McLaren (Woking, Inglaterra)
Diseñado por Norman Foster, este complejo ultramoderno sirvió como escenario para lo que podrían ser oficinas imperiales o instalaciones de inteligencia. Aunque su aparición exacta en la serie no ha sido confirmada en detalle, su estética limpia, fría y tecnológica encaja perfectamente con los espacios donde se planifican las estrategias del Imperio.
El edificio representa el otro lado de la rebelión: la sofisticación tecnológica al servicio del control, en contraposición con la precariedad de los insurgentes.
El impacto de las locaciones reales
Al abandonar The Volume, Andor consigue una estética visual mucho más rica y emocionalmente resonante. La combinación de espacios reales, como los de Valencia y Londres, permite que el espectador sienta el peso del poder, la urgencia de la resistencia y la tensión de cada decisión.
Estas locaciones no solo embellecen la serie: construyen su mundo narrativo. La política, el espionaje y la rebelión necesitan escenarios que se sientan reales, y Andor los encuentra en nuestro propio planeta. En una franquicia conocida por su fantasía, esta serie demuestra que lo más poderoso puede surgir de lugares que existen justo frente a nosotros.
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