El Barcelona
no mereció caer eliminado en Milán. Como mínimo mereció ir a penaltis. No me habría parecido injusto, porque hubo una parte para cada equipo, aunque la segunda, que fue la nuestra, fue
una exhibición futbolística. Jugó un grandísimo partido de fútbol y los chavales, como vienen haciendo toda la temporada, dieron mucho la cara. Por eso, más allá del disgusto final,
no acabé decepcionado ni enfadado, sino esperanzado en todo lo que puede hacer este equipo en el futuro.
Seguir leyendo...]]>