80 años de la muerte de Hitler: así fueron los frenéticos ocho días de mayo desde su suicidio hasta el final de la guerra

Hitler murió el 30 de abril de 1945. Se suicidó cuando supo que el final era un hecho, que había perdido la guerra. El líder nazi se quitó la vida junto...

Abr 30, 2025 - 05:52
 0
80 años de la muerte de Hitler: así fueron los frenéticos ocho días de mayo desde su suicidio hasta el final de la guerra

Hitler murió el 30 de abril de 1945. Se suicidó cuando supo que el final era un hecho, que había perdido la guerra (y no quería acabar colgado como su amigo Mussolini). El líder nazi se quitó la vida junto a su esposa Eva Braun: él se pegó un tiro en la cabeza y ella se envenenó con cianuro. Sólo una semana después Alemania firmó las actas de capitulación y la Segunda Guerra Mundial acababa en Europa.

Al inicio de 1945 el tablero no dejaba lugar a dudas: anunciaba el final de la invasión nazi de Europa y la caída de la dictadura nazi. Los rusos se acercaban por el Este y los aliados, americanos, franceses e ingleses, lo hacían por el oeste. El destino de Hitler se decidió el 11 de febrero de 1945 en la conferencia de Yalta. Stalin, Roosevelt y Churchill acordaron cómo sería ese final y el reparto posterior.

El mismo 13 de febrero la ciudad alemana de Dresde (con muchas industrias de los nazis) fue bombardeada de manera total. Fue el bombardeo más intenso de una ciudad alemana: murieron unas 100.000 personas. El frente se deterioró al mismo ritmo que la salud mental de Hitler, que adelantó a los suyos que esa vez no iba a ser como en 1918: no habría armisticio. El Fuhrer sólo acepta la victoria o la aniquilación.

El 20 de abril de 1945, el dictador cumplió 56 años. Ese mismo día, los rusos ya estaban en los arrabales de Berlín. La batalla de Berlín se había iniciado el 16 de abril. A las dos de la mañana, 22.000 cañones soviéticos de largo alcance abrieron fuego a lo largo de todo el frente.

Pese a su maltrecha salud mental, Hitler era consciente de que todo estaba perdido. Decidió atar los pocos cabos que le restaban. Entre la noche y la madrugada del 28 al 29 de abril, se casó con Eva Brown y redactó su testamento. Ese día los soldados del Ejército Rojo caminaban por el centro de la capital alemana. A pesar de su superioridad numérica, la lucha fue casa por casa.

En la mañana del 29 de abril los soviéticos penetraron en Kreuzberg y en Mitte, los barrios más céntricos de Berlín. El 30 de abril, lanzaron un ataque contra el Reichstag, edificio en el que entraron por la noche. Para el 2 de mayo de 1945, tras notable resistencia, el Ejército Rojo ya controlaba el edificio por completo.

"El Alto Mando Supremo…y todo el pueblo soviético le ordena que levante el estandarte de la victoria en el techo sobre Berlín", exigió el comandante del 756º Regimiento Fedor Zinchenko al Comandante de Batallón Neustroev. La famosa foto de los dos soldados plantando la bandera en el techo del edificio es una recreación tomada el día después de la toma del edificio.

El 30 de abril, el general Wilhelm Mohnke le explicó al Fuhrer que la Cancillería podía resistir a los soviéticos sólo 48 horas más. Hitler comunicó a sus altos mandos su decisión de suicidarse y de cómo deberían proceder con su cuerpo (cremarlo para que desapareciera). El líder nazi se encerró en el búnker junto a su esposa y su perro Blondi. Ninguno salió vivo y sus cuerpos fueron quemados con bencina en una fosa.

La cadena de suicidios prosiguió el 1 de mayo. Magda Goebbels mató con cianuro y sedantes a sus seis hijos y por la tarde se quitó la vida junto a su marido: se pegaron sendos disparos en la cabeza. Al día siguiente se suicidaron algunos generales, mientras soldados, oficiales y personal civil intentaban huir hacia territorios bajo control aliado.

Helmuth Weidling, el comandante que intentó la defensa de la capital del Tercer Reich, es ahora la máxima autoridad. Intentó buscar un acuerdo para rendirse a los soviéticos mientras dejaba huir a quien lo deseba. En realidad, sólo algunos alemanes lograron rendirse a los estadounidenses.

El primero de mayo, el general alemán Hans Krebs, fue enviado bajo una bandera blanca para negociar un posible alto el fuego. Informó del suicidio de Hitler y leyó un documento redactado por Goebbels donde se proponía un alto el fuego y el inicio de "negociaciones de paz entre los dos estados que han sufrido las mayores pérdidas en la guerra".

El coronel general soviético Vasili Chuikov rechazó cualquier negociación y dio a Krebs un documento con sus condicionesː

  1. Berlín capitula.
  2. Todos los que capitulan han de deponer las armas.
  3. Se garantiza la vida a todos los soldados y oficiales.
  4. Habrá socorro para los heridos.
  5. Se encontrará la posibilidad de negociar por radio con los aliados.

La ofensiva del Ejército Rojo sobre Berlín finalizó el 2 de mayo de 1945, cuando Weidling ofreció la rendición incondicional de la ciudad. Chuikov le pidió que redactara una orden de capitulación para ser transmitida a todos los lugares donde aún se combatía. Weidling escribióː

"Berlín, 2 de mayo de 1945. El 30 de abril de 1945, el Führer se suicidó abandonando a su destino a todos los que le habían jurado fidelidad. Fieles a la orden del Führer, vosotros, soldados alemanes, habéis estado dispuestos a continuar la batalla de Berlín, aunque vuestra munición se agotara y, dada la situación general, era absurdo seguir resistiendo. Ordeno que cese inmediatamente toda resistencia. Cada hora que sigáis luchando prolonga el terrible sufrimiento de la población civil de Berlín y de nuestros heridos. De acuerdo con el alto mando de las tropas soviéticas os conmino a abandonar inmediatamente la lucha. Weidling, antiguo comandante de la zona de defensa de Berlín".

Pero Weidling no era Hitler ni siquiera Goebbels, de modo que, en la práctica, el fin de las hostilidades tardó en llegar algo más. El 4 de mayo las tropas germanas siguieron combatiendo a las fuerzas británicas y canadienses por orden del almirante Karl Dönitz, sucesor oficial en la Cancillería del Reich, hasta el día siguiente, cuando firmaron el acta de rendición sin condiciones en el brezal de Luneburgo.

Por los estadounidenses, el general Eisenhower exigía la "rendición inmediata, simultánea e incondicional de todos los frentes". En Reims, el 7 de mayo, tuvo lugar la ceremonia de capitulación. Pero allí no estaba representada la URSS.

Horas después, el alto mando soviético tachó lo de Reims de "inaceptable". Los rusos querían reivindicar que ellos habían tomado Berlín, ellos y no el frente oeste de los aliados. Además, dijeron que para que el pacto fuera válido, los alemanes debían cesar el fuego y entregarse como prisioneros.

Eisenhower admitió que el tratado firmado debería haberse considerado como "un acta resumida de rendición militar sin condiciones" e hizo un llamamiento a los alemanes para una "firma de formalidad". Finalmente, el 8 de mayo de 1945 el mariscal Keitel firma la rendición incondicional de Alemania nazi, ante el General del ejército rojo Gueorgui Zhúkov y otros generales aliados americanos y británicos. Acababa así la Segunda Guerra Mundial en Europa (quedaba el frente japonés).

La liberación de los campos de concentración

Desde julio de 1944 hasta mayo de 1945, los campos de concentración montados por el régimen nazi para acabar con judíos, gitanos, comunistas y homosexuales fueron tomados gradualmente y los prisioneros restantes liberados, por fuerzas soviéticas o aliadas. En la mayoría de los casos, estas "fábricas de muerte" fueron parcialmente destruidos y abandonados por las SS que huían.

El primer campo importante liberado por los soviéticos fue Majdanek en el centro de Polonia a finales de julio de 1944. El 17 de enero de 1945, capturaron el de Chelmno. Ese mismo día, los guardias de las SS comenzaron a evacuar Auschwitz-Birkenau. Los soldados del Ejército Rojo entraron el 27 de enero de 1945.

Campos de concentración o de trabajo en suelo alemán fueron liberados por soldados de EEUU y Reino Unido. El primero fue Buchenwald, a principios de abril de 1945. El 15 de abril, los británicos liberaron Bergen-Belsen; el 29, los soldados estadounidenses hicieron los mismo con Dachau; y el 4 de mayo le tocó a Neuengamme.