Zarco amarga a Ducati en una carrera caótica en Le Mans: Marc Márquez es segundo y Álex acaba abandonando
El pequeño de los Márquez se fue al suelo en dos ocasiones en el tramo final de la carrera y no pudo seguir...

Locura total en Le Mans. La lluvia dejó una carrera caótica en la que terminó imponiéndose un protagonista inesperado: Johann Zarco. El piloto francés se llevó el triunfo en su Gran Premio en casa, por delante de un Marc Márquez que aseguró la segunda plaza al ver imposible alcanzar al galo. Completó el podio Fermín Aldeguer, que echó el resto en el tramo final para subirse al tercer cajón. La peor noticia de la tarde fue el abandono de Álex Márquez, que se fue al suelo hasta en dos ocasiones en el tramo final.
La imagen del piloto de Cervera, alejándose de su equipo y el resto de pilotos en la parrilla de salida para revisar el asfalto tras los primeros rastros de agua, ya hacía presagiar que la sexta prueba del Mundial de MotoGP sería de todo menos tranquila. Al empezar a rodar, bandera roja: casi todos pararon para cambiar la moto y el inicio se retrasó unos minutos. Y antes de que se apagasen los semáforos: nuevo cambio de moto para Marc y Álex y la mitad de la parrilla.
Cuando por fin la acción se trasladó a la pista y la bandera verde ondeó, los semáforos se acabaron y el ocho veces campeón del mundo salió como un rayo para arrebatarle a Quartararo la primera plaza antes de llegar a la primera curva. Por detrás, el pequeño de los Márquez mantenía su tercer puesto ante su compañero, el rookie Aldeguer, y Pecco Bagnaia se iba al suelo tras un contacto con una KTM.
El piloto francés pronto recuperó la posición, justo antes de que se iniciase un incesante carrusel de entradas y salidas al garaje para volver a cambiar la moto. Y eso dio paso a las doble 'long laps' que prácticamente toda la parrilla tuvo que cumplir, incluidos los Márquez, que también volvieron a cambiar de moto.
En esas, Johann Zarco, que había protagonizado una mala salida e incluso se había ido a la grava al inicio de la carrera, se encontró como líder de la carrera en solitario. Y ya no la soltó. Por más que Marc Márquez intentó darle caza para arrebatarle la posición y darle a Ducati su vigesimotercera victoria consecutiva, lo que habría supuesto un nuevo récord para el equipo italiano.
Se dedicó entonces el de Cervera a no cometer errores y guardar la posición, consciente de que Álex rodaba justo detrás y ese resultado ya le garantizaba seguir siendo líder del Mundial y sacarle algunos puntos a su hermano pequeño. Por detrás, Maverick Viñales arrebató el quinto puesto a un Oliveira que le devolvió el primer adelantamiento, pero ya no pudo hacer nada para recuperar la posición en el segundo.
A cinco vueltas para el final, cuando parecía que los Márquez volverían a compartir el podio, el piloto de Gresini se fue al suelo tras perder el control de su moto. Se recompuso rápidamente y volvió a la carrera, ya en la sexta plaza y dejándole su escalón a Acosta. Pero no era su carrera: cuando quedaban dos vueltas para la bandera de cuadros, Álex cayó de nuevo y ya no hubo manera de continuar. Suma cero puntos en este Gran Premio y ve alejarse a Marc en la clasificación.
El único cambio de posiciones que hubo desde entonces fue el adelantamiento de Aldeguer a Acosta para quedarse el podio, pues Marc —que se pone a 22 puntos de ventaja de su hermano en la tabla— ya rodaba a más de 17 segundos de un Zarco que marchaba lanzado a por la victoria, la primera de un piloto francés desde 1954.