Ya no es así: Chiqui, de ‘Gran Hermano’, reaparece irreconocible tras su haber desaparecido de los medios
El éxito televisivo no siempre garantiza un futuro estable. Ser un rostro omnipresente en la pequeña pantalla no significa tener asegurado un lugar en ella para siempre. Muchos personajes que marcaron época han acabado desapareciendo del foco, por decisión propia o por las circunstancias del sector. La televisión es una máquina de relevos: tan pronto ... Leer más
El éxito televisivo no siempre garantiza un futuro estable.
Ser un rostro omnipresente en la pequeña pantalla no significa tener asegurado un lugar en ella para siempre. Muchos personajes que marcaron época han acabado desapareciendo del foco, por decisión propia o por las circunstancias del sector. La televisión es una máquina de relevos: tan pronto como encumbra a alguien, empieza a buscar a su sustituto.
En los años dorados de la telerrealidad, bastaba con una personalidad arrolladora para permanecer en la parrilla. Sin embargo, el tiempo ha demostrado que esa fama tiene fecha de caducidad. Más allá del prime time, la vida sigue, y adaptarse al anonimato puede ser el mayor reto para quienes vivieron su apogeo frente a millones de espectadores.
Almudena Martínez, conocida como Chiqui, es uno de esos ejemplos. Su paso por ‘Gran Hermano’ la catapultó al estrellato en 2008, quedando tercera en su edición. Su espontaneidad, su carisma y su historia personal la convirtieron en una presencia habitual en los platós de Telecinco.
Una carrera televisiva que pareció imparable.
De su participación en ‘GH’, Chiqui pasó a colaborar en varios programas, incluyendo ‘Sálvame’, donde trabajó como reportera. “En ‘Sálvame’ ganaba 2.000 euros al mes de los que tenía que pagar al representante y a Hacienda”, reveló años después. Su energía contagiosa parecía haberle asegurado un hueco en la televisión de entretenimiento.
Su historia de amor con Borja Navarro también ocupó minutos televisivos. La pedida de mano en directo durante ‘Viernes Deluxe’ y su boda en ‘Las bodas de Sálvame’ se vivieron como un cuento de hadas catódico. En 2016 nació su hija Alma, otro momento de felicidad que compartieron con la audiencia.
En 2014 incluso participó en ‘Supervivientes’, donde quedó sexta, demostrando una vez más su fortaleza y capacidad para conectar con el público. Pero la televisión, que una vez la acogió con entusiasmo, comenzó a darle la espalda. El divorcio en 2019 marcó un punto de inflexión, y desde entonces su presencia en pantalla se fue diluyendo.
Un cambio de vida fuera del foco.
Con el paso del tiempo, su figura dejó de ser habitual en la programación de Telecinco. Su nombre volvió a sonar cuando ‘Socialité’ reveló a qué se dedicaba en la actualidad. Lejos de los focos, Chiqui trabaja en un concesionario de coches, donde ha logrado reinventarse profesionalmente.
«Ahora estoy aquí, vendiendo coches», explicó en el programa, sorprendiendo a muchos de sus seguidores. Su elección no fue casual: durante años se encargó de cuidar a sus padres, y ahora concilia su trabajo con la crianza de su hija. “He estado cuidando de mis padres y luego entre casa, niños y trabajo no podía. Ahora no puedo volver a la televisión”.
El giro en su trayectoria ha tenido, sin embargo, un sabor positivo. Chiqui se siente orgullosa de haber vendido incluso un coche de 60.000 euros, algo que demuestra su valía más allá del entretenimiento. En un entorno completamente distinto, ha encontrado una estabilidad que el mundo mediático no siempre ofrece.
El legado de una figura entrañable.
La última vez que fue noticia fue por una dolorosa pérdida. Hace un año falleció su madre, un golpe que la marcó profundamente. «Estás ya en el cielo y cuánto te echo de menos. No hay minuto, ni día que no me acuerde de ti, mi confidente, mi amiga, mi todo porque tú me diste la vida. Miro al cielo y me pregunto si tú me miras, no te faltarán flores, ni lágrimas, ni tristeza…», escribió en Instagram.
A pesar de los altibajos, Chiqui siempre ha afrontado la vida con una sonrisa. Su historia es la de una mujer que conoció la fama, atravesó momentos difíciles y supo reinventarse lejos de los platós. Puede que ya no esté en televisión, pero para muchos, sigue siendo una figura entrañable e inolvidable.
