Vivían hace 35 años en California y fueron deportados a Colombia sin sus tres hijas: “No pude despedirme de ellos”
La pareja, que había formado una familia en California, fue detenida durante una cita rutinaria con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) y posteriormente expulsada a su país de origen.

Gladys y Nelson González, de origen colombiano, fueron deportados recientemente tras haber residido en Estados Unidos durante 35 años. La pareja, que había formado una familia en California, fue detenida durante una cita rutinaria con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) y posteriormente expulsada a su país de origen.
Un control migratorio de rutina que terminó en detención del ICE y deportación a Colombia
Gladys, de 55 años, y Nelson, de 59, vivían en Laguna Niguel, al sur de Los Ángeles. Ambos habían construido su vida en EE.UU. desde su llegada en 1989 y criaron a sus tres hijas: Gabby, de 23 años; Stephanie, de 27; y Jessica, de 33, todas ciudadanas estadounidenses.
El 21 de febrero asistieron a una reunión programada con ICE, un procedimiento que realizaban periódicamente como parte de su esfuerzo por regularizar su estatus migratorio. Según sus hijas, lo que esperaban que fuera un simple control terminó en su detención y posterior traslado a un centro de detención.
Stephanie González declaró a medios locales que sus padres fueron esposados de manos y tobillos, así como también afirmó que los trataron como criminales. “Lo único que dijeron fue que extendieron su estadía, a pesar de que todos los años han tenido permiso para estar aquí y son ciudadanos respetuosos de la ley, que se presentan y cumplen con su deber de presentarse ante inmigración y de repente los arrestaron”, explicó en una entrevista con KTLA.
Por qué fueron deportados a Colombia: “Fueron víctimas de un mal asesoramiento legal”
La pareja había intentado en múltiples ocasiones regularizar su situación migratoria. De acuerdo a un portavoz de ICE para The Orange County Register, tras sus esfuerzos de apelar ante la Junta de Apelaciones de Inmigración y el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito, habían agotado todas sus opciones legales entre marzo de 2000 y agosto de 2021, por lo que su permanencia en EE.UU. era irregular.
Luego de ser detenidos en el Centro de Detención de Adelanto, en el condado de San Bernardino, fueron trasladados a una instalación en Arizona y posteriormente a Louisiana, antes de ser deportados a Colombia. “Me arrebataron a mis padres de esa manera. No pude despedirme de ellos”, agregó Gabby González en la entrevista con el medio local KTLA.
Las hijas de la pareja aseguran que sus padres fueron víctimas de un mal asesoramiento legal. “Desde su llegada contrataron profesionales para intentar arreglar su situación, pero fueron víctimas de abogados fraudulentos”, afirmó Stephanie González en una entrevista con Univision.
Por su parte, la abogada de inmigración Amira Al-Alami señaló que los González ingresaron a EE.UU. con una solicitud de asilo. Luego de una primera entrevista, su caso fue remitido a una corte de inmigración, donde un juez falló en su contra. Intentaron apelar dos veces, pero sin éxito.
“Estuvieron 35 años dentro de este país, tres hijas estadounidenses, y todo eso prácticamente se perdió por una mala decisión, una estafa en la que cayeron”, agregó Al-Alami.
Deportados de EE.UU. y obligados a comenzar de nuevo en Colombia
La pareja busca reconstruir su vida en Colombia tras tres décadas fuera de ese país. Para ayudarlos, sus hijas crearon una campaña en la plataforma GoFundMe con el objetivo de recaudar fondos para cubrir gastos legales y facilitar su adaptación.
“Con gran pesar, compartimos nuestra situación. Nuestros padres, Gladys y Nelson, quienes han considerado EE.UU. su hogar durante 35 años, fueron detenidos injustamente. Han criado a tres hijas, construido una vida aquí y recientemente se convirtieron en abuelos. Ahora enfrentan la difícil tarea de empezar de nuevo en Colombia", dice la descripción de la iniciativa.
Sus hijas solicitaron el apoyo de la comunidad para cubrir gastos legales, facilitar su transición y ayudarlos a reconstruir su vida en su país de origen. “Cualquier ayuda, ya sea una donación o compartir esta campaña, marcaría una gran diferencia”, agregaron. Hasta el momento, llevan recaudado más de US$67.500.