Viernes 13: cómo una fecha se convierte en una pesadilla para quienes padecen paraskavedekatriafobia

Fobia - Según mitos nórdicos recogidos por estudiosos como Ellis Davidson, la tragedia provocada por Loki al llegar como invitado número trece estableció un precedente fatal El tipo lleva una máscara de hockey, un machete oxidado y el andar tranquilo que da haber matado muchas veces sin demasiados problemas. Jason Voorhees se convirtió en el rostro universal del viernes 13 sin decir una palabra. Con él, esa fecha se alejó de cualquier superstición vaga para adquirir una estética concreta: sangre, bosques, campamentos abandonados y adolescentes con los días contados. En las películas de su saga Viernes 13, el miedo no viene de leyendas, sino de lo que podría estar esperando detrás de una puerta mal cerrada. Así, un número y un día pasaron a tener cuerpo. El término técnico para ese miedo, tan largo como la leyenda misma, es paraskavedekatriafobia. Procede del griego paraskeví - viernes - y dekatria - trece -, combinados con fobia, que viene de phobos, es decir, miedo. Su estructura puede parecer un trabalenguas, pero condensa siglos de supersticiones, rituales y temores aprendidos. Aunque no está reconocida oficialmente como trastorno clínico, quienes la padecen llegan a evitar viajes, reuniones o decisiones importantes si caen en esa fecha. El miedo al viernes 13 ya existía mucho antes de las películas de terror Mucho antes de que el cine hiciera su trabajo, ya había quien cruzaba los dedos al ver el número 13. En el Valhalla, según cuenta una antigua leyenda nórdica, los dioses celebraban una cena con doce invitados cuando llegó un decimotercero sin avisar. Loki, el último en aparecer, causó un desastre que acabó con la muerte de Balder, el más querido de todos. Desde entonces, sentar a trece personas en una misma mesa dejó de parecer una idea inocente. Según relata H. R. Ellis Davidson en Gods and Myths of Northern Europe, esa historia fue fundamental para que el número 13 empezara a cargarse de mal fario. La Última Cena, con trece comensales, y la crucifixión ocurrida en viernes alimentaron el vínculo entre religión y superstición, La religión también ha reforzado esa desconfianza. En la Última Cena hubo trece comensales y uno de ellos, Judas, terminó traicionando a Jesús. Además, según la tradición cristiana, la crucifixión se produjo un viernes. F. L. Cross y E. A. Livingstone lo recogen en The Oxford Dictionary of the Christian Church, donde apuntan que la combinación de ambos elementos terminó de sellar la mala fama de esa fecha. Pero la superstición no se quedó solo en mitos. El viernes 13 de octubre de 1307, el rey Felipe IV de Francia ordenó la detención masiva de los Caballeros Templarios. Con el visto bueno del papa Clemente V, se les acusó de herejía y muchos de ellos fueron torturados y ejecutados. El historiador Malcolm Barber explica en The Trial of the Templars que aquel movimiento político-religioso consolidó el viernes 13 como una jornada de desgracias concretas, no solo simbólicas. Los templarios dieron al viernes 13 una tragedia

May 15, 2025 - 11:22
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Viernes 13: cómo una fecha se convierte en una pesadilla para quienes padecen paraskavedekatriafobia

Viernes 13: cómo una fecha se convierte en una pesadilla para quienes padecen paraskavedekatriafobia

Fobia - Según mitos nórdicos recogidos por estudiosos como Ellis Davidson, la tragedia provocada por Loki al llegar como invitado número trece estableció un precedente fatal

El tipo lleva una máscara de hockey, un machete oxidado y el andar tranquilo que da haber matado muchas veces sin demasiados problemas. Jason Voorhees se convirtió en el rostro universal del viernes 13 sin decir una palabra. Con él, esa fecha se alejó de cualquier superstición vaga para adquirir una estética concreta: sangre, bosques, campamentos abandonados y adolescentes con los días contados. En las películas de su saga Viernes 13, el miedo no viene de leyendas, sino de lo que podría estar esperando detrás de una puerta mal cerrada. Así, un número y un día pasaron a tener cuerpo.

El término técnico para ese miedo, tan largo como la leyenda misma, es paraskavedekatriafobia. Procede del griego paraskeví - viernes - y dekatria - trece -, combinados con fobia, que viene de phobos, es decir, miedo. Su estructura puede parecer un trabalenguas, pero condensa siglos de supersticiones, rituales y temores aprendidos. Aunque no está reconocida oficialmente como trastorno clínico, quienes la padecen llegan a evitar viajes, reuniones o decisiones importantes si caen en esa fecha.

El miedo al viernes 13 ya existía mucho antes de las películas de terror

Mucho antes de que el cine hiciera su trabajo, ya había quien cruzaba los dedos al ver el número 13. En el Valhalla, según cuenta una antigua leyenda nórdica, los dioses celebraban una cena con doce invitados cuando llegó un decimotercero sin avisar. Loki, el último en aparecer, causó un desastre que acabó con la muerte de Balder, el más querido de todos. Desde entonces, sentar a trece personas en una misma mesa dejó de parecer una idea inocente. Según relata H. R. Ellis Davidson en Gods and Myths of Northern Europe, esa historia fue fundamental para que el número 13 empezara a cargarse de mal fario.

La Última Cena, con trece comensales, y la crucifixión ocurrida en viernes alimentaron el vínculo entre religión y superstición,

La religión también ha reforzado esa desconfianza. En la Última Cena hubo trece comensales y uno de ellos, Judas, terminó traicionando a Jesús. Además, según la tradición cristiana, la crucifixión se produjo un viernes. F. L. Cross y E. A. Livingstone lo recogen en The Oxford Dictionary of the Christian Church, donde apuntan que la combinación de ambos elementos terminó de sellar la mala fama de esa fecha.

Pero la superstición no se quedó solo en mitos. El viernes 13 de octubre de 1307, el rey Felipe IV de Francia ordenó la detención masiva de los Caballeros Templarios. Con el visto bueno del papa Clemente V, se les acusó de herejía y muchos de ellos fueron torturados y ejecutados. El historiador Malcolm Barber explica en The Trial of the Templars que aquel movimiento político-religioso consolidó el viernes 13 como una jornada de desgracias concretas, no solo simbólicas.

Los templarios dieron al viernes 13 una tragedia real que nadie pudo ignorar

A esa lista se suma también el accidente de los Andes, ocurrido exactamente seis siglos después, el viernes 13 de octubre de 1972. Aquel día, un avión de la Fuerza Aérea Uruguaya con 45 personas a bordo, en su mayoría jugadores de rugby y sus familiares, se estrelló en plena cordillera. Lo que siguió fue una lucha extrema por la supervivencia en condiciones inhumanas, con temperaturas bajo cero, escasez total de alimentos y decisiones límite. Solo 16 personas lograron salir con vida, tras pasar 72 días atrapadas entre la nieve, un rescate histórico y un relato que sobrecogió al mundo. La fecha, una vez más, quedó marcada por una catástrofe real, 

Esa carga simbólica ya había llegado al papel años antes de aquella tragedia aérea .En 1907, Thomas W. Lawson publicó la novela Friday, the Thirteenth, en la que un agente de bolsa provocaba una caída financiera aprovechando el miedo a ese día. El libro tuvo éxito y contribuyó a reforzar la asociación entre el viernes 13 y la desgracia en el imaginario colectivo. La narrativa moderna ya no necesitaba mitología ni religión. Solo hacía falta un mal día en el mercado.

Hubo quienes se cansaron de tener miedo y decidieron tomárselo a broma

Y mientras algunos daban cuerpo a sus miedos con letras o leyendas, otros decidieron reírse de todo eso. Durante décadas, grupos como el Club del Viernes 13 se reunieron para romper cada superstición posible. En las afueras de París, en los años treinta, un grupo de hombres paseaba en fila india bajo una escalera, demostrando que ni los mitos ni los números les condicionaban. Era su manera de desafiar al azar.

Algunos hombres consiguieron resistir en los Andes

Jason, por su parte, no necesita justificar nada. Él aparece cuando el calendario marca viernes 13, como si el día le perteneciera. Su machete hace el resto. Mientras la ciencia trata de desmontar miedos irracionales, el cine sigue alimentándolos con máscaras blancas y persecuciones que acaban en matanza

Sin embargo, detrás de esta fobia tan extendida, hay una serie de eventos históricos, mitológicos y religiosos que justifican, en la mente de muchos, el miedo irracional a esta fecha.

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