Vetos, opacidad y dos concursos en medio año: la batalla por dirigir el mayor centro de biomedicina catalán

La sucesión en la dirección del instituto de investigación del Clínic se ha enmarañado entre acusaciones de injerencias políticas y personalismos, aunque podría estar a punto de resolverse por consensoDimite el director del Centro Internacional de Neurociencias por discrepancias con el CSIC sobre su proyecto estrella Uno de los centros de investigación más prestigiosos de España, el Institut d'Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer (IDIBAPS), lleva casi ocho meses sin encontrar quién lo dirija. El instituto catalán, adscrito al Hospital Clínic de Barcelona, se ha convertido en el escenario de una inesperada batalla por el puesto, que ha implicado dos procesos de selección sucesivos, el primero de ellos abortado, y acusaciones cruzadas por supuestos intereses políticos y personales detrás de la criba. “Hemos estado cerca de hacer el ridículo”, lamenta un investigador del IDIBAPS respecto al accidentado y aún no resuelto relevo del director saliente, que ha sacudido la institución. En el centro sorprendió y dolió que el primer proceso de selección, que incluyó un ambicioso llamamiento internacional para encontrar candidatos, acabara finalmente desierto, pese a que era conocido que había aspirantes de renombre. “Hubo una maniobra política porque el candidato mejor posicionado, el doctor Llovet, no entusiasmaba al director [del Clínic] y todavía gustaba menos a la consellera [de Salud, Olga Pané]”, resume un veterano del hospital, que ha seguido de cerca el proceso. Una acusación que sostiene una parte del cuadro médico e investigador de la institución, pero que otros profesionales rechazan de plano, al igual que la conselleria citada. La búsqueda de un nuevo director para IDIBAPS comenzó en septiembre pasado, ante la inminente salida del que ha sido su director durante los últimos siete años, Elias Campo. El veterano investigador no podía renovar en el cargo por cumplir 70 años, por lo que precipitó su marcha para ocupar otro puesto incompatible. La institución hizo entonces un llamamiento el 26 de septiembre de 2024 para recoger currículums, con una oferta pública en su web que trazaba un perfil muy abierto sobre cómo debía ser el nuevo director y apenas ponía condiciones. Uno de los primeros nombres que aparecieron fue el del doctor Josep María Llovet, un reconocido oncólogo vinculado como médico al Clínic pero que en la práctica ejerce la investigación en el prestigioso Mount Sinai de Nueva York. Según confirman varias fuentes del Clínic, aunque las candidaturas son anónimas, era conocido que Llovet aspiraba a la plaza porque él mismo lo había comentado públicamente. Sin embargo, algunos de los profesionales cercanos a la malograda candidatura de Llovet consideran que el nombre del oncólogo no agradaba a las instancias gerenciales o políticas. Para comenzar, Llovet es un investigador que se ha pronunciado políticamente en más de una ocasión en favor del independentismo. Él fue uno de los 13 científicos catalanes de renombre internacional que en 2015 pidieron el voto para Junts pel Sí. Posteriormente y de forma más reciente, ha participado en mítines de Carles Puigdemont y ha firmado a favor de su formación, Junts. Esas mismas fuentes entienden además que, más allá de la cuestión política, la llegada de un nombre de tanto peso como el de Llovet al frente del IDIBAPS podría haber generado rivalidad con la dirección del Clínic. Preguntados por elDiario.es, tanto el propio Llovet como el actual director general del hospital, Josep María Campistol, evitaron hacer comentarios sobre esta cuestión. El equipo de Campistol citó la cláusula de confidencialidad que obliga a todos los participantes en el proceso de selección. Aparece un nombre alternativo: Arribas Según relatan algunos de los que estaban al corriente del proceso de selección, durante las primeras semanas parecía seguro que Llovet conseguiría la plaza. “Su currículum es incontestable, era difícil que hubiera un candidato con más méritos”, explica un investigador. Pero entonces apareció un segundo nombre en la carrera: Joaquín Arribas. Este experto en biología molecular es el director del centro de investigación del Hospital del Mar, además de participar como profesor en el también barcelonés Instituto de Investigación Oncológica de Vall d'Hebrón, el prestigioso VHIO. Parte de los investigadores del IDIBAPS rápidamente lo identificaron como el “candidato del Govern”, al entender que llegaba apadrinado por el departamento de Salud que dirige Pané, y que se postulaba en contra de Llovet. Algunos de los consultados citan el hecho de que ambos, Pané y Arribas, hubieran trabajado codo con codo cuando la consellera era gerente del Hospital del Mar. A preguntas de este diario, el doctor Arribas ha declinado hacer cualquier comentario sobre el proceso de selección. Mientras, desde la conselleri

May 12, 2025 - 07:05
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Vetos, opacidad y dos concursos en medio año: la batalla por dirigir el mayor centro de biomedicina catalán

Vetos, opacidad y dos concursos en medio año: la batalla por dirigir el mayor centro de biomedicina catalán

La sucesión en la dirección del instituto de investigación del Clínic se ha enmarañado entre acusaciones de injerencias políticas y personalismos, aunque podría estar a punto de resolverse por consenso

Dimite el director del Centro Internacional de Neurociencias por discrepancias con el CSIC sobre su proyecto estrella

Uno de los centros de investigación más prestigiosos de España, el Institut d'Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer (IDIBAPS), lleva casi ocho meses sin encontrar quién lo dirija. El instituto catalán, adscrito al Hospital Clínic de Barcelona, se ha convertido en el escenario de una inesperada batalla por el puesto, que ha implicado dos procesos de selección sucesivos, el primero de ellos abortado, y acusaciones cruzadas por supuestos intereses políticos y personales detrás de la criba.

“Hemos estado cerca de hacer el ridículo”, lamenta un investigador del IDIBAPS respecto al accidentado y aún no resuelto relevo del director saliente, que ha sacudido la institución. En el centro sorprendió y dolió que el primer proceso de selección, que incluyó un ambicioso llamamiento internacional para encontrar candidatos, acabara finalmente desierto, pese a que era conocido que había aspirantes de renombre.

“Hubo una maniobra política porque el candidato mejor posicionado, el doctor Llovet, no entusiasmaba al director [del Clínic] y todavía gustaba menos a la consellera [de Salud, Olga Pané]”, resume un veterano del hospital, que ha seguido de cerca el proceso. Una acusación que sostiene una parte del cuadro médico e investigador de la institución, pero que otros profesionales rechazan de plano, al igual que la conselleria citada.

La búsqueda de un nuevo director para IDIBAPS comenzó en septiembre pasado, ante la inminente salida del que ha sido su director durante los últimos siete años, Elias Campo. El veterano investigador no podía renovar en el cargo por cumplir 70 años, por lo que precipitó su marcha para ocupar otro puesto incompatible.

La institución hizo entonces un llamamiento el 26 de septiembre de 2024 para recoger currículums, con una oferta pública en su web que trazaba un perfil muy abierto sobre cómo debía ser el nuevo director y apenas ponía condiciones. Uno de los primeros nombres que aparecieron fue el del doctor Josep María Llovet, un reconocido oncólogo vinculado como médico al Clínic pero que en la práctica ejerce la investigación en el prestigioso Mount Sinai de Nueva York.

Según confirman varias fuentes del Clínic, aunque las candidaturas son anónimas, era conocido que Llovet aspiraba a la plaza porque él mismo lo había comentado públicamente. Sin embargo, algunos de los profesionales cercanos a la malograda candidatura de Llovet consideran que el nombre del oncólogo no agradaba a las instancias gerenciales o políticas.

Para comenzar, Llovet es un investigador que se ha pronunciado políticamente en más de una ocasión en favor del independentismo. Él fue uno de los 13 científicos catalanes de renombre internacional que en 2015 pidieron el voto para Junts pel Sí. Posteriormente y de forma más reciente, ha participado en mítines de Carles Puigdemont y ha firmado a favor de su formación, Junts.

Esas mismas fuentes entienden además que, más allá de la cuestión política, la llegada de un nombre de tanto peso como el de Llovet al frente del IDIBAPS podría haber generado rivalidad con la dirección del Clínic.

Preguntados por elDiario.es, tanto el propio Llovet como el actual director general del hospital, Josep María Campistol, evitaron hacer comentarios sobre esta cuestión. El equipo de Campistol citó la cláusula de confidencialidad que obliga a todos los participantes en el proceso de selección.

Aparece un nombre alternativo: Arribas

Según relatan algunos de los que estaban al corriente del proceso de selección, durante las primeras semanas parecía seguro que Llovet conseguiría la plaza. “Su currículum es incontestable, era difícil que hubiera un candidato con más méritos”, explica un investigador. Pero entonces apareció un segundo nombre en la carrera: Joaquín Arribas.

Este experto en biología molecular es el director del centro de investigación del Hospital del Mar, además de participar como profesor en el también barcelonés Instituto de Investigación Oncológica de Vall d'Hebrón, el prestigioso VHIO.

Parte de los investigadores del IDIBAPS rápidamente lo identificaron como el “candidato del Govern”, al entender que llegaba apadrinado por el departamento de Salud que dirige Pané, y que se postulaba en contra de Llovet. Algunos de los consultados citan el hecho de que ambos, Pané y Arribas, hubieran trabajado codo con codo cuando la consellera era gerente del Hospital del Mar.

A preguntas de este diario, el doctor Arribas ha declinado hacer cualquier comentario sobre el proceso de selección. Mientras, desde la conselleria niegan “rotundamente” la participación de Pané para promover, apadrinar o animar la candidatura del investigador del Hospital del Mar.

Candidato del Govern o no, el relato más extendido entre los círculos investigadores barceloneses es que la opción de Arribas, lejos de calmar a la dirección del Clínic, aún la alarmó más. “Se trataba de una persona ajena al hospital, sin conexión con el equipo investigador y con un currículum mucho más discreto que el de Llovet”, afirma una fuente del hospital barcelonés, que apunta además que Arribas es un investigador “básico”, es decir, no “clínico”, un perfil que tampoco es el más común para un centro como IDIBAPS.

Concurso desierto pese al nivel de los candidatos

“Que un concurso de estas características acabe desierto no es excepcional y de hecho ha pasado antes, pero tampoco es habitual. Menos aún si hay candidatos con buenos currículums”, explica un exalto cargo del Govern en materia de investigación científica.

Eso fue exactamente lo que ocurrió en el proceso de selección abierto por el IDIBAPS en septiembre del 2024. Quedó desierto pese a que había más de un aspirante que, a priori, podía haber sido idóneo. No solo Llovet y Arribas, sino que personal investigador cita el nombre de al menos un tercer candidato, en este caso extranjero, pero que este diario no ha podido verificar que efectivamente se postulase.

Todos los procesos de selección de centros adscritos a la institución CERCA, dependiente del Govern, están reglados de igual forma. Cuando se abre una convocatoria de este tipo, es iCERCA –y no el centro– quien dirige el proceso.

Inicialmente, el comité científico de cada instituto hace un primer triaje de candidatos y los clasifica según su idoneidad. En una segunda fase, un comité de selección, nombrado por el patronato de la entidad, es quién acaba eligiendo o proponiendo el perfil óptimo. Finalmente es el propio patronato en pleno quien ratifica la decisión.

En el caso del IDIBAPS, su patronato está compuesto por el Clínic, Universitat de Barcelona, y los departamentos de Salud y de Investigación y Universidades de la Generalitat. Su comité científico externo está publicado en su web.

Este diario ha tratado de conocer quienes fueron los nombres que formaron parte tanto del comité científico como del patronato que participaron en el concurso de selección, una información que iCERCA ha rechazado facilitar. Tampoco se ha revelado cómo valoró el comité científico ni el de selección a cada uno de los candidatos, ni en qué fase del proceso fueron cada uno descartados.

Este mismo organismo, iCERCA, dependiente del Departamento de Investigación y Universidades, también ha declinado responder si el hecho de no facilitar esta información es habitual en procesos como los dos realizados para buscar un director al IDIBAPS.

“Se tomó una decisión salomónica y se descartaron los dos nombres fuertes, el que no gustaba al Govern y el que no gustaba al Clínic”, opina una fuente cercana. Otro médico coincide con esta visión y habla de un “veto cruzado”, que habría obligado a dejar el primer concurso desierto y lanzar otro inmediatamente después.

Un nuevo concurso en busca de consenso

Poco después de proclamar desierto el primer concurso, iCERCA volvió a abrir un nuevo proceso para seleccionar un director para IDIBAPS, el pasado marzo. En este caso, las bases cambiaron sustancialmente y se introdujeron condiciones que podían ir en contra tanto de Llovet como de Arribas, tales como la posibilidad de incorporación inmediata o que se valorase un “nivel de experiencia clínica”.

“Después del fracaso del primer concurso, la gerencia [del Clínic] se movió para promover un candidato que encajase”, explica una fuente conocedora. El segundo proceso lleva dos meses abierto y, según la información extraoficial de personas al corriente de la marcha del concurso, “debería quedar encauzado en las próximas semanas”.

Buena parte de las fuentes consultadas apuntan a la dermatóloga del Clínic Susana Puig como una candidata con muchas opciones para hacerse ahora con la disputada plaza. Es una persona que ya forma parte del equipo del centro, bien valorada y cuyo nombre generaría consenso en los ámbitos gerencial y político. Varios de los investigadores que eran partidarios de Llovet también verían un perfil como el de Puig como una buena opción alternativa.

A la espera de que el nuevo concurso se cierre y resuelva la vacante, en el IDIBAPS, un centro que siempre ha tratado de ser discreto en la gestión, ha cundido la sensación de que la sucesión de Campo ha estado mal ejecutada y ha dejado al aire algunas costuras que pueden ensombrecer el nombre de una institución de referencia.

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