Un veterinario dice esto sobre las personas que sacan a sus gatos a pasear: «No cumplen…»

En los últimos años, el número de hogares que comparten su vida con animales de compañía ha crecido de forma considerable en todo el mundo. Los gatos, en particular, han ganado protagonismo frente a los perros gracias a su carácter independiente, su menor necesidad de atención constante y su capacidad para adaptarse a espacios más … Continuar leyendo "Un veterinario dice esto sobre las personas que sacan a sus gatos a pasear: «No cumplen…»"

May 14, 2025 - 09:06
 0
Un veterinario dice esto sobre las personas que sacan a sus gatos a pasear: «No cumplen…»

En los últimos años, el número de hogares que comparten su vida con animales de compañía ha crecido de forma considerable en todo el mundo. Los gatos, en particular, han ganado protagonismo frente a los perros gracias a su carácter independiente, su menor necesidad de atención constante y su capacidad para adaptarse a espacios más reducidos, lo que los convierte en una opción ideal para la vida urbana. Con esta creciente popularidad, también han surgido nuevas tendencias en la forma en que las personas se relacionan con sus mascotas. Una de las más comentadas es la costumbre, cada vez más frecuente, de sacar a pasear a los gatos con arnés y correa, imitando así la rutina habitual que se tiene con los perros.

Esta práctica ha generado todo tipo de reacciones, desde quienes la celebran como una nueva forma de enriquecer la vida de los gatos, hasta quienes la consideran una moda innecesaria o incluso perjudicial. Para despejar dudas, el veterinario Víctor Algra, especialista en animales de compañía y conocido colaborador televisivo, ha compartido su visión profesional sobre si esta costumbre realmente aporta beneficios al bienestar del gato o si, por el contrario, puede implicar ciertos riesgos.

¿Realmente es bueno sacar a pasear a los gatos?

Víctor Algra señala algo que parece simple, pero que muchos pasan por alto: los gatos no son perros pequeños. Aunque a primera vista puede parecer lógico, muchos dueños tienden a pensar que ambos animales se les debe tratar de forma similar, cuando en realidad tienen comportamientos, instintos y formas de relacionarse con el entorno muy distintas. Según el veterinario, esta tendencia a «perrificar» a los gatos responde más a un deseo humano que a una necesidad real del animal.

Los paseos son una parte esencial en la rutina diaria de los perros: necesitan salir para hacer sus necesidades, quemar energía y socializar. En cambio, los gatos están diseñados evolutivamente para explorar a su ritmo y en espacios seguros que controlan y conocen bien. Por eso, forzarles a salir a la calle como si se tratara de un perro puede causarles estrés y ansiedad, especialmente si no están acostumbrados o si no se ha respetado un proceso de adaptación adecuado.

Tal y como alerta el veterinario, salir al exterior representa para muchos gatos una sobrecarga sensorial. El mundo exterior está lleno de estímulos que pueden resultar abrumadores para ellos: ruidos fuertes, coches, perros sueltos, personas desconocidas y olores completamente nuevos. Ante estas circunstancias, la reacción natural de un gato que no se siente seguro puede ir desde esconderse hasta intentar huir.

Algra insiste en que el principal error es no respetar la individualidad del gato. Así como hay personas extrovertidas y otras introvertidas, también hay gatos con una personalidad más valiente, curiosa y adaptable, mientras que otros son más temerosos y reservados. Por eso, no se puede generalizar y decir que todos los gatos disfrutarán o se beneficiarán de los paseos. En algunos casos, el intento de salir a pasear puede incluso empeorar su comportamiento dentro del hogar, generando ansiedad o miedo.

Ahora bien, el veterinario no descarta por completo la posibilidad de sacar a pasear a un gato. De hecho, admite que algunos pueden disfrutar enormemente de esta experiencia si se realiza de forma adecuada y respetuosa. La clave está en conocer bien al animal, observar su comportamiento en casa y comenzar con una rutina de adaptación muy progresiva. En palabras de Algra: «Lo primero es saber quién es tu gato, qué le gusta, cómo reacciona ante los estímulos y si realmente tiene interés por salir».

Recomendaciones

Para aquellos que decidan probar esta experiencia con su gato, Algra recomienda una serie de medidas que aseguren que el paseo sea positivo. En primer lugar, se debe utilizar un arnés específico para gatos, que sea cómodo, seguro y esté bien ajustado. También es importante usar una correa ligera, que no limite sus movimientos pero permita mantener el control.

El entorno también es clave: nada de calles transitadas ni parques llenos de perros. Lo ideal son patios privados, jardines cerrados o calles muy tranquilas. Y, sobre todo, entender que en estos paseos es el gato quien marca el ritmo. Forzarle a caminar o a ir en una dirección determinada puede generar ansiedad. Al contrario que los perros, los gatos necesitan tener el control sobre su espacio para sentirse seguros.

Una de las ideas más importantes que recalca Algra es que el paseo para un gato no tiene la misma finalidad que para un perro. Mientras que los canes suelen caminar largas distancias como parte de su actividad física, en el caso de los felinos se trata más bien de una oportunidad para explorar su entorno, olfatear, observar y experimentar. Por eso, el veterinario enfatiza que si los gatos no muestran interés o se sienten incómodos al salir a pasear, no hay ninguna necesidad de insistir.