Un experto en supervivencia, sin tapujos sobre qué pasaría en caso de colapsar la civilización

El apagón general que afectó este lunes a España y Portugal dejó las calles sin semáforos, hospitales funcionando a base de generadores y comunicaciones colapsadas en buena parte del territorio. El fallo masivo, cuyo origen aún se investiga, ha dejado claro hasta qué punto nuestra civilización depende de un equilibrio extremadamente delicado. Ante esta fragilidad, no son pocos los que se pueden llegar a preguntar qué sucedería si la civilización colapsara por completo. ¿Quién lograría sobrevivir en un mundo donde las estructuras actuales desaparecieran? ¿Qué sería conveniente hacer y qué no? Sobre este tema ha hablado recientemente Basquecraft, un popular creador de contenido especializado en supervivencia. En una visita al conocido podcast 'The Wild Project' , dirigido por Jordi Wild, comenta los diez errores más comunes que alguien podría cometer si la civilización se viniera abajo. Antes de nada, el joven deja claro que no es necesario imaginar una bomba atómica para provocar el colapso: hay decenas de motivos posibles, desde crisis energéticas hasta pandemias o ciberataques masivos. Preguntado sobre cómo actuar, Basquecraft explica al detalle algunos de los errores fundamentales que deberíamos evitar. El primer error que menciona Basquecraft es el más importante: la desinformación. En un contexto de caos, no saber qué hacer puede ser letal. No tener claro si debes salir de casa, quedarte, buscar refugio o proteger recursos puede ser la diferencia entre vivir o morir. La preparación previa, en este sentido, resulta esencial: conocer protocolos básicos, tener recursos de emergencia y saber interpretar la evolución de los acontecimientos sería vital. Otro error crítico es acudir en masa a los supermercados o tiendas buscando provisiones. Según Basquecraft, estos establecimientos se vaciarían casi al instante en un colapso real. Por ello, recomienda saber dónde se encuentra el centro de distribución de alimentos más cercano, ya que son lugares con muchísima más comida almacenada y que, en general, son menos conocidos por la mayoría de la población. El experto también aborda un problema menos intuitivo pero igual de importante: la gestión de residuos humanos. Si el suministro de agua se corta, las heces pueden convertirse en un foco de infecciones mortales. En entornos rurales la solución es sencilla: enterrarlas a cierta distancia. Pero en ciudades superpobladas, gestionar este problema se convertiría en un verdadero problema sanitario, capaz de desatar epidemias en cuestión de días. La confianza entre personas también sería un tema delicado. Basquecraft advierte que, en situaciones extremas, la familia y los amigos más cercanos pueden ser las únicas personas relativamente fiables, y aun así con reservas. Pone el ejemplo de cómo, si un amigo se viera obligado a escoger entre salvarte a ti o a su hijo, probablemente te sacrificaría sin dudarlo. Además, explica que en escenarios de crisis profunda podrían surgir clanes basados en afinidades étnicas o religiosas, por lo que lo más sensato sería actuar con cautela y formar pequeños grupos de supervivencia bien cohesionados. Tanto Basquecraft como Jordi Wild coinciden en que, tras un colapso, las leyes desaparecerían y el más fuerte impondría sus reglas. Las mujeres, advierten, serían particularmente vulnerables ante actos inhumanos como violaciones o secuestros. Además, desconfían incluso de instituciones como el ejército: con acceso a armas y sin una autoridad clara, podrían transformarse en grupos autocráticos que utilizaran su poder en su propio beneficio. Otra idea que desmonta Basquecraft es el mito del «lobo solitario». Sobrevivir aislado en la naturaleza puede funcionar a corto plazo, pero a la larga cualquier accidente, enfermedad o simplemente el desgaste físico acabaría pasando factura. Es más realista tener un plan: si se dispone de un pueblo o un refugio conocido, trasladarse allí puede ser una buena opción; si no, recomienda permanecer en la ciudad, donde hay más recursos inmediatos, antes que lanzarse a una aventura sin destino claro. Finalmente, Basquecraft explica que aunque en sus vídeos plantea todos estos escenarios con seriedad, su enfoque es puramente hipotético. No desea ni cree realmente que un colapso de tal magnitud sea probable a corto plazo. Reconoce que siempre existe una mínima posibilidad, pero invita a su audiencia a tomarse estos contenidos como un ejercicio de preparación mental más que como una predicción.

Abr 29, 2025 - 23:16
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Un experto en supervivencia, sin tapujos sobre qué pasaría en caso de colapsar la civilización
El apagón general que afectó este lunes a España y Portugal dejó las calles sin semáforos, hospitales funcionando a base de generadores y comunicaciones colapsadas en buena parte del territorio. El fallo masivo, cuyo origen aún se investiga, ha dejado claro hasta qué punto nuestra civilización depende de un equilibrio extremadamente delicado. Ante esta fragilidad, no son pocos los que se pueden llegar a preguntar qué sucedería si la civilización colapsara por completo. ¿Quién lograría sobrevivir en un mundo donde las estructuras actuales desaparecieran? ¿Qué sería conveniente hacer y qué no? Sobre este tema ha hablado recientemente Basquecraft, un popular creador de contenido especializado en supervivencia. En una visita al conocido podcast 'The Wild Project' , dirigido por Jordi Wild, comenta los diez errores más comunes que alguien podría cometer si la civilización se viniera abajo. Antes de nada, el joven deja claro que no es necesario imaginar una bomba atómica para provocar el colapso: hay decenas de motivos posibles, desde crisis energéticas hasta pandemias o ciberataques masivos. Preguntado sobre cómo actuar, Basquecraft explica al detalle algunos de los errores fundamentales que deberíamos evitar. El primer error que menciona Basquecraft es el más importante: la desinformación. En un contexto de caos, no saber qué hacer puede ser letal. No tener claro si debes salir de casa, quedarte, buscar refugio o proteger recursos puede ser la diferencia entre vivir o morir. La preparación previa, en este sentido, resulta esencial: conocer protocolos básicos, tener recursos de emergencia y saber interpretar la evolución de los acontecimientos sería vital. Otro error crítico es acudir en masa a los supermercados o tiendas buscando provisiones. Según Basquecraft, estos establecimientos se vaciarían casi al instante en un colapso real. Por ello, recomienda saber dónde se encuentra el centro de distribución de alimentos más cercano, ya que son lugares con muchísima más comida almacenada y que, en general, son menos conocidos por la mayoría de la población. El experto también aborda un problema menos intuitivo pero igual de importante: la gestión de residuos humanos. Si el suministro de agua se corta, las heces pueden convertirse en un foco de infecciones mortales. En entornos rurales la solución es sencilla: enterrarlas a cierta distancia. Pero en ciudades superpobladas, gestionar este problema se convertiría en un verdadero problema sanitario, capaz de desatar epidemias en cuestión de días. La confianza entre personas también sería un tema delicado. Basquecraft advierte que, en situaciones extremas, la familia y los amigos más cercanos pueden ser las únicas personas relativamente fiables, y aun así con reservas. Pone el ejemplo de cómo, si un amigo se viera obligado a escoger entre salvarte a ti o a su hijo, probablemente te sacrificaría sin dudarlo. Además, explica que en escenarios de crisis profunda podrían surgir clanes basados en afinidades étnicas o religiosas, por lo que lo más sensato sería actuar con cautela y formar pequeños grupos de supervivencia bien cohesionados. Tanto Basquecraft como Jordi Wild coinciden en que, tras un colapso, las leyes desaparecerían y el más fuerte impondría sus reglas. Las mujeres, advierten, serían particularmente vulnerables ante actos inhumanos como violaciones o secuestros. Además, desconfían incluso de instituciones como el ejército: con acceso a armas y sin una autoridad clara, podrían transformarse en grupos autocráticos que utilizaran su poder en su propio beneficio. Otra idea que desmonta Basquecraft es el mito del «lobo solitario». Sobrevivir aislado en la naturaleza puede funcionar a corto plazo, pero a la larga cualquier accidente, enfermedad o simplemente el desgaste físico acabaría pasando factura. Es más realista tener un plan: si se dispone de un pueblo o un refugio conocido, trasladarse allí puede ser una buena opción; si no, recomienda permanecer en la ciudad, donde hay más recursos inmediatos, antes que lanzarse a una aventura sin destino claro. Finalmente, Basquecraft explica que aunque en sus vídeos plantea todos estos escenarios con seriedad, su enfoque es puramente hipotético. No desea ni cree realmente que un colapso de tal magnitud sea probable a corto plazo. Reconoce que siempre existe una mínima posibilidad, pero invita a su audiencia a tomarse estos contenidos como un ejercicio de preparación mental más que como una predicción.