Thunderbolts* y el poder de la depresión

Con todo, “Thunderbolts*” hace la magia que no se le vía hace un rato a un título de Marvel, máxime uno con un grupo en gran medida nuevo

May 5, 2025 - 08:49
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Thunderbolts* y el poder de la depresión

Carlos Andrés Mendiola

carlos.mendiola@tec.mx

@carlosamendiola

 

A la salud mental y la temporada de verano, le van bien al cine.

En 2024 “Intensa Mente 2” puso al centro a la ANSIEDAD; sí, con mayúsculas porque era un personaje, porque se convierte en una figura de peso y porque así de relevante es hoy en día, siendo uno de los problemas de salud mental que más atención requiere.

2025 viene con el VACÍO que no es más que otra forma de llamarle o, mejor dicho, la metáfora que se desarrolla alrededor de la depresión en “Thunderbolts*”.

“Thunderbolts*” es la última película de la Fase 5 del Universo Cinematográfico Marvel que, contrario a aquello de que no hay quinto malo, ésta si lo fue para Marvel. Pareciera que la dinámica era una mala película alternada con una buena y en esa la quinta de la quinta tampoco fue buena.

Por si hay dudas, las cintas de la Fase fueron: “Ant-Man & Wasp: Quantunmania”, “Guardianes de la Galaxia Vol. 3”, “The Marvels”, “Deadpool & Wolverine”, “Capitán America: Un nuevo mundo” y “Thunderbolts*”.

El filme se centra en la formación involuntaria de un grupo de antihéroes y ha debutado con bastante éxito en taquilla, recaudando en su primer fin de semana 162 millones de dólares ante un presupuesto de 180.

Tiene un 88% de la crítica en el meta sitio Rotten Tomatoes y un 94% del público, lo que le augura mayor tiempo en las salas de cine y una mejor recaudación total. El consenso dice “Al reunir a un grupo heterogéneo de desvalidos con Florence Pugh como su estrella magnética, Thunderbolts* regresa de manera refrescante al modelo probado y verdadero de las mejores aventuras del MCU”.

El modelo probado es simple, más allá del espectáculo y la parafernalia, “Thunderbolts*” se construye alrededor de Yelena Belova (Florence Pugh), una Viuda Negra que se introdujo al universo en “Black Widow”, y su conflicto existencial.

El personaje está sin rumbo, deprimida ante su pasado y actuando por inercia.

El filme lo expresa desde el inicio cuando la joven salta al vació, una metáfora de cómo se siente. Sin caer en más spoilers de lo necesario, el clímax de la cinta gira en torno a ello mismo, pero de forma hiperbólica. Sentry (Lewis Pullman), instrumento de Valentina Allega de Fontaine (Julia Louis-Dreyfus), se ha descontrolado y opera como el Vacío.

Literalmente cuando dirige su atención a algo este se vuelve negro, como una sombra y esa sombra va creciendo y amenaza con “tragar” a todo Nueva York. Quienes caen en ello son llevados a “cuartos de vergüenza” donde reviven momentos de los que se arrepienten y que han estado ahí, como prisiones sin una llave, como un lastre que les impide seguir adelante.

El clímax de “Thunderbolts*” justo va de cómo salir del Vacío y para ello entra el apoyo de los demás y está también lo que Bocky Barnes (Sebastian Stan) ha dicho antes: “el pasado no desaparece. Así que puedes vivir con él para siempre o hacer algo al respecto”.

Es una postura ante la depresión y curiosamente también parece hablar de la propia y muy deprimente situación de Marvel que después de “Endgame” ha tropezado una y otra vez. Vaya, el que oficialmente aceptaran a “The Marvels” como su primer fracaso dice mucho; era ya inevitable e inocultable… la realidad es que no es el único y ahí está también ahora, por ejemplo “Capitán América 4”.

Con todo, “Thunderbolts*” hace la magia que no se le vía hace un rato a un título de Marvel, máxime uno con un grupo en gran medida nuevo. Utiliza, como debe ser, el espectáculo para expresar el sentir de sus personajes y en ello habla de algo universal.

Es decir, va más allá de la ficción y conecta con la audiencia, a través de un grupo de personajes considerados como segundones o parias (sí, cualquier parecido con “Deadpool & Wolverine” no es coincidencia) y demuestra que no lo son.

Los “Thunderbolts*”, con asterisco porque nunca fue el nombre oficial, y en realidad son nombrados al final como los “Nuevos Avengers”, demuestran que la salud mental y la depresión en específico no son nada inusual ni de lo cual sentirse avergonzado y presenta un camino para salir de ella.

Pareciera que la luz del verano le viene también muy bien y que se ve más y mejor, frase que Guardián Rojo (David Harbour), le dice a Yelena.

Así que es, en cierta medida, una cuestión de perspectiva y las nubes se disipan para dar lugar a la luz, gracias a “Thunderbolts*”, para Marvel.