Sánchez anuncia un aumento de 10.500 millones de gasto en Defensa para cumplir los compromisos de la OTAN
El presidente del Gobierno se compromete a alcanzar el 2% del PIB este mismo año y asegura que el Plan aprobado hoy no será votado en el CongresoSumar plantea una queja dentro del Gobierno por el “exorbitado” aumento del gasto militar: “No es oportuno” España alcanzará en 2025 el 2% del PIB en gasto de Seguridad y Defensa que le exige la OTAN. Así lo ha anunciado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante una comparecencia en la Moncloa en la que ha detallado que su Ejecutivo emprenderá un gasto adicional de 10.471 millones de euros mediante un Plan aprobado este martes en el Consejo de Ministros. “Será este Gobierno quien cumpla con lo que otros incumplieron. Con lo que hoy presentamos, España cumplirá este año el 2% del Producto Interior Bruto en Seguridad y Defensa que exigen la UE y la OTAN”, ha explicado Sánchez, que ha calificado la medida como “un esfuerzo importante y proporcional al que hicimos en 2014 y a los desafíos que enfrentan España y Europa”. El presidente ha insistido en que todo ello se hará “sin subir impuestos, sin tocar el estado del bienestar y sin incurrir en un mayor déficit público”. Cuestionado por el origen de los fondos que se destinarán ahora a Seguridad y Defensa, y teniendo en cuenta que el Ejecutivo ha rechazado presentar un proyecto de Presupuestos para este año ante la falta de apoyos parlamentarios, ha detallado que el dinero procederá de tres frentes: de la reorientación de parte de los fondos europeos, de los ahorros generados “por la gestión de este gobierno y que en 2024 supuso un crecimiento que superó las previsiones de todos los organismos internacionales”, y por último “del margen que nos dan ciertas partidas que se incluyeron en los Presupuestos de 2023”. “Con todos estos mecanismos y remanentes, el Gobierno cumplirá su compromiso sin afectar al gasto social”, ha insistido el presidente, que ha explicado que, precisamente por tratarse de esas fórmulas, el Plan no requerirá de su validación en las Cortes Generales. “Desde un punto de vista material y legal no es necesario pasar esta asignación presupuestaria por las Cortes porque no exige ningún esfuerzo adicional”. “Si me hubieran preguntado hace unos años por mis planes de gasto e inversión en Defensa, mi respuesta hubiera sido diferente. Pero no es que nosotros hayamos cambiado, es que el mundo lo ha hecho”, ha justificado antes de insistir en que, en cualquier caso, esa nueva hoja de ruta no resulta incompatible con una agenda reformista de fortalecimiento del estado del bienestar. “El 2% del PIB para gasto en Defensa es un compromiso adquirido por la administración anterior, que lo dejó en el 0.9%. Nosotros hemos aumentado ese esfuerzo hasta el 1.4% y no ha sido óbice para incrementar en 120.000 millones el gasto social o en 30.000 millones lucha contra el cambio climático”. Reajustes presupuestarios Sánchez ha expuesto durante su intervención que el plan tiene tres objetivos principales: “Reforzar nuestra seguridad y nuestra defensa, reindustrializar y dar un nuevo impulso tecnológico a nuestra economía y cumplir con nuestros compromisos y consolidar a España como un actor central en la Unión Europea”. Y ha detallado hasta cinco puntos diferentes de ese Plan. El primer apartado que ha detallado el presidente consta de una partida equivalente al 35% del montante total de los 10.471 millones destinada a “mejorar las condiciones laborales de la tropa y la marinería, mejorar sus condiciones de preparación y también modernizar el equipamiento de las Fuerzas Armadas”. En el segundo punto, el Plan Industrial y Tecnológico para el fortalecimiento de la Seguridad y la Defensa incluye un 31% de la inversión “a elaborar, fabricar y adquirir nuevas capacidades de telecomunicaciones y de ciberseguridad” porque, según ha explicado, “España es objeto cada año de mil ciberataques a servicios esenciales e infraestructuras, que afectan a la operatividad de hospitales y aeropuertos”. “Por eso”, ha proseguido, “vamos a invertir 3.260 millones de euros en modernizar los sistemas de telecomunicaciones cifradas de nuestras fuerzas armadas, en adquirir nuevos satélites, antenas, radares y también en reforzar nuestros instrumentos de ciberseguridad tanto de uso militar como de uso civil, inteligencia artificial, 5G y computación cuántica con el objetivo de crear un escudo digital para España”. La tercera partida es la que hace referencia a inversión estrictamente militar y que ha supuesto una discrepancia total entre socios en el Consejo de Ministros celebrado este martes, con el rechazo de Sumar a un Plan que califican de “exorbitado, inoportuno e inconveniente” y que solicita al presidente que sea retirado. En concreto se trata de una inversión del 19% del total de gasto a “la fabricación y compra de nuevos equipos de defensa y de disuasión” y a que los que hay sean “más eficientes y más segur

El presidente del Gobierno se compromete a alcanzar el 2% del PIB este mismo año y asegura que el Plan aprobado hoy no será votado en el Congreso
Sumar plantea una queja dentro del Gobierno por el “exorbitado” aumento del gasto militar: “No es oportuno”
España alcanzará en 2025 el 2% del PIB en gasto de Seguridad y Defensa que le exige la OTAN. Así lo ha anunciado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante una comparecencia en la Moncloa en la que ha detallado que su Ejecutivo emprenderá un gasto adicional de 10.471 millones de euros mediante un Plan aprobado este martes en el Consejo de Ministros.
“Será este Gobierno quien cumpla con lo que otros incumplieron. Con lo que hoy presentamos, España cumplirá este año el 2% del Producto Interior Bruto en Seguridad y Defensa que exigen la UE y la OTAN”, ha explicado Sánchez, que ha calificado la medida como “un esfuerzo importante y proporcional al que hicimos en 2014 y a los desafíos que enfrentan España y Europa”.
El presidente ha insistido en que todo ello se hará “sin subir impuestos, sin tocar el estado del bienestar y sin incurrir en un mayor déficit público”. Cuestionado por el origen de los fondos que se destinarán ahora a Seguridad y Defensa, y teniendo en cuenta que el Ejecutivo ha rechazado presentar un proyecto de Presupuestos para este año ante la falta de apoyos parlamentarios, ha detallado que el dinero procederá de tres frentes: de la reorientación de parte de los fondos europeos, de los ahorros generados “por la gestión de este gobierno y que en 2024 supuso un crecimiento que superó las previsiones de todos los organismos internacionales”, y por último “del margen que nos dan ciertas partidas que se incluyeron en los Presupuestos de 2023”.
“Con todos estos mecanismos y remanentes, el Gobierno cumplirá su compromiso sin afectar al gasto social”, ha insistido el presidente, que ha explicado que, precisamente por tratarse de esas fórmulas, el Plan no requerirá de su validación en las Cortes Generales. “Desde un punto de vista material y legal no es necesario pasar esta asignación presupuestaria por las Cortes porque no exige ningún esfuerzo adicional”.
“Si me hubieran preguntado hace unos años por mis planes de gasto e inversión en Defensa, mi respuesta hubiera sido diferente. Pero no es que nosotros hayamos cambiado, es que el mundo lo ha hecho”, ha justificado antes de insistir en que, en cualquier caso, esa nueva hoja de ruta no resulta incompatible con una agenda reformista de fortalecimiento del estado del bienestar. “El 2% del PIB para gasto en Defensa es un compromiso adquirido por la administración anterior, que lo dejó en el 0.9%. Nosotros hemos aumentado ese esfuerzo hasta el 1.4% y no ha sido óbice para incrementar en 120.000 millones el gasto social o en 30.000 millones lucha contra el cambio climático”.
Reajustes presupuestarios
Sánchez ha expuesto durante su intervención que el plan tiene tres objetivos principales: “Reforzar nuestra seguridad y nuestra defensa, reindustrializar y dar un nuevo impulso tecnológico a nuestra economía y cumplir con nuestros compromisos y consolidar a España como un actor central en la Unión Europea”. Y ha detallado hasta cinco puntos diferentes de ese Plan.
El primer apartado que ha detallado el presidente consta de una partida equivalente al 35% del montante total de los 10.471 millones destinada a “mejorar las condiciones laborales de la tropa y la marinería, mejorar sus condiciones de preparación y también modernizar el equipamiento de las Fuerzas Armadas”.
En el segundo punto, el Plan Industrial y Tecnológico para el fortalecimiento de la Seguridad y la Defensa incluye un 31% de la inversión “a elaborar, fabricar y adquirir nuevas capacidades de telecomunicaciones y de ciberseguridad” porque, según ha explicado, “España es objeto cada año de mil ciberataques a servicios esenciales e infraestructuras, que afectan a la operatividad de hospitales y aeropuertos”.
“Por eso”, ha proseguido, “vamos a invertir 3.260 millones de euros en modernizar los sistemas de telecomunicaciones cifradas de nuestras fuerzas armadas, en adquirir nuevos satélites, antenas, radares y también en reforzar nuestros instrumentos de ciberseguridad tanto de uso militar como de uso civil, inteligencia artificial, 5G y computación cuántica con el objetivo de crear un escudo digital para España”.
La tercera partida es la que hace referencia a inversión estrictamente militar y que ha supuesto una discrepancia total entre socios en el Consejo de Ministros celebrado este martes, con el rechazo de Sumar a un Plan que califican de “exorbitado, inoportuno e inconveniente” y que solicita al presidente que sea retirado. En concreto se trata de una inversión del 19% del total de gasto a “la fabricación y compra de nuevos equipos de defensa y de disuasión” y a que los que hay sean “más eficientes y más seguros”. Es decir, a armas y equipos de combate. “No lo hacemos para atacar a nadie. España es un país pacifista que cree en la diplomacia, que cree en las relaciones internacionales, que cree en el multilateralismo. Lo hacemos para disuadir a aquellos que puedan estar pensando en atacarnos o en atacar a Europa”, ha defendido.
Los puntos cuarto y quinto del Plan aprobado generan menos roces en el seno de la coalición, según las fuentes consultadas en la Moncloa que, en cualquier caso, restan trascendencia política a una discrepancia “gestionada con respeto por ambas partes”. Esas partidas incluyen 2.750 millones de euros para “reforzar las capacidades de nuestras fuerzas armadas en la gestión de emergencias y desastres naturales como inundaciones o incendios” con la ampliación de la flota de helicópteros de rescate, la adquisición de nuevos vehículos, aviones cisterna o un nuevo buque hidrográfico. Y también la mejora de las condiciones de seguridad de los casi 3.000 efectivos que integran las 16 misiones de paz que actualmente España realiza en el exterior bajo la bandera de Naciones Unidas, de la Unión Europea o también de la Alianza Atlántica.
“Como nos comprometimos, no tocaremos ni un céntimo del gasto social para financiar este aumento de la inversión en seguridad y defensa, ni acometeremos subidas de impuestos porque mantendremos la sostenibilidad fiscal”, se ha comprometido el presidente, que ha pronosticado que el Plan contribuirá “a consolidar el crecimiento económico de España, con un impacto estimado de 0,4 - 0,7 puntos adicionales el PIB” y con la creación, según sus propias estimaciones, de más de 96.000 nuevos empleos directos e indirectos por el impulso a la innovación tecnológica y el desarrollo industrial en España.