Quién fue Juana, la mujer que en la Edad Media se habría convertido en la primera papisa

La leyenda de la papisa Juana relata la historia de una mujer que, disfrazada de hombre, habría ocupado el trono del Vaticano en el siglo IX

May 7, 2025 - 21:35
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Quién fue Juana, la mujer que en la Edad Media se habría convertido en la primera papisa

Con la expectativa global puesta en la elección de un nuevo pontífice, tras la muerte del papa Francisco, resurgió en redes sociales la increíble historia de la papisa Juana, la mujer que habría llegado al máximo cargo de la Iglesia Católica durante la Edad Media. Aunque aun en la actualidad, muchas personas dudan sobre la veracidad de esta leyenda, a lo largo de la historia, una gran cantidad de películas y libros mencionaron a esta mujer como una de las mentes más brillantes que tuvo el Vaticano.

El relato de la papisa Juana se sitúa en un período confuso, entre los años 855 y 857, en pleno auge del poder eclesiástico en Europa. Según cuenta la historia, la joven era oriunda de Maguncia, lo que actualmente sería Alemania. Como hija de un predicador anglosajón, desde muy pequeña tuvo acceso a una educación en casa y rápidamente su padre descubrió la gran inteligencia que tenía. Tras haber aprendido a la perfección griego, logró ser una de las primeras mujeres en el mundo el leer los textos sagrados, algo completamente prohibido en ese tiempo.Gracias a su padre, Juana habría logrado recibir educación en la Edad Media

Para poder continuar con su formación académica, ella decidió adoptar una identidad masculina y se hizo llamar Johannes Anglicus (Juan el inglés). De esta forma, logró ingresar a un monasterio como monje copista y comenzó una vida de viajes por centros intelectuales como Constantinopla, Atenas y la corte del rey Carlos el Calvo. Su reputación creció tanto que esto le habría permitido llegar a Roma en el año 848, donde consiguió un puesto como docente y luego ascendió dentro de la Curia Vaticana hasta convertirse en secretario del papa León IV.

Tras la muerte de León IV, en julio de 855, Juana fue elegida como su sucesora bajo el nombre papal de Benedicto III o Juan VIII, según distintas versiones. Su reinado habría durado dos años hasta que, en plena procesión entre la Basílica de San Pedro y San Juan de Letrán, dio a luz en público, lo que reveló su verdadera identidad. Algunas fuentes sostienen que fue lapidada por la multitud enfurecida y otras, que fue asesinada en secreto por órdenes del clero.

El mito de la papisa Juana

La historia aparece por primera vez en la Chronica Universalis Mettensis, redactada por el dominico Jean de Mailly en el siglo XIII. Allí se menciona: “Se trata de cierto papa, o mejor dicho papisa, que no figura en la lista de papas u obispos de Roma, porque era una mujer que se disfrazó como un hombre y se convirtió, por su carácter y sus talentos, en secretario de la curia, después en cardenal y finalmente en papa. Un día, mientras montaba a caballo, dio a luz a un niño. Inmediatamente, por la justicia de Roma, fue encadenada por el pie a la cola de un caballo, arrastrada y lapidada por el pueblo durante media legua”.

Años después, el cronista polaco Martín de Opava agregó detalles clave, como el nombre de Juana, su origen germano, su educación en Atenas y su embarazo: “Juan el Inglés nació en Maguncia, fue papa durante dos años, siete meses y cuatro días y murió en Roma, después de lo cual el papado estuvo vacante durante un mes. Se ha afirmado que este Juan era una mujer, que en su juventud, disfrazada de hombre, fue conducida por un amante a Atenas. Allí se hizo erudita en diversas ramas del conocimiento, hasta que nadie pudo superarla, y después, en Roma, profundizó en las siete artes liberales (trivium y quadrivium) y ejerció el magisterio con gran prestigio. La alta opinión que tenían de ella los romanos hizo que la eligieran papa (...)”.