'Objetivo burlar el veto': todas las banderas que Eurovisión 2025 prohíbe mostrar
La Unión Europea de Radiodifusión (UER) ha endurecido su normativa para Eurovisión 2025 en lo que respecta al uso de símbolos no oficiales en el recinto del festival. Aunque los asistentes podrán portar banderas como la palestina o las del colectivo LGTBIQ+, la organización ha decidido prohibir que los artistas muestren cualquier enseña que no sea la de su país durante las emisiones oficiales del certamen. Esta medida afecta específicamente a tres espacios clave: el escenario, la green room y la ceremonia de apertura. Según la organización del certamen musical, esta decisión se toma "para evitar mensajes de carácter político" durante el transcurso del evento. Sobre todo tras lo ocurrido en la edición anterior celebrada en Malmö. El precedente de Eurovisión 2024: la bandera palestina logró colarse en varias actuaciones La restricción no ha surgido de la nada. En Eurovisión 2024, con el conflicto entre Israel y Palestina encogiendo el corazón de los espectadores, varios artistas y delegaciones encontraron formas más o menos sutiles de burlar el veto a las banderas no oficiales, especialmente en apoyo al pueblo palestino. Uno de los momentos más comentados tuvo lugar en la apertura del certamen, cuando el cantante sueco con ascendencia palestina Eric Saade lució un pañuelo keffiyeh atado en el brazo. Aunque no se trataba de una bandera, el gesto visto en la Primera Semifinal fue considerado toda una declaración de intenciones que incluso se saldó con un aviso de la organización. El intérprete reaccionó acusando de racismo a la UER, atónito ante las advertencias por llevar una prenda que su padre le regaló. También fue sonado el caso de Bambie Thug, representante de Irlanda, quien se vio obligada a modificar mensajes escritos en su cuerpo antes de salir al escenario. Se consideró que incluía en consignas de carácter político en los ensayos, y la artista denunció presiones por parte de la UER. Otra intérprete que desafió los límites impuestos fue Iolanda, representante de Portugal, que llevó símbolos palestinos en su manicura durante la Gran Final. Su actuación terminó con la frase "la paz prevalecerá", lo que motivó a la organización a omitir inicialmente su presencia en el vídeo oficial del recap publicado en redes. Más tarde sí que se incluyó. Las uñas de Iolanda
La Unión Europea de Radiodifusión (UER) ha endurecido su normativa para Eurovisión 2025 en lo que respecta al uso de símbolos no oficiales en el recinto del festival. Aunque los asistentes podrán portar banderas como la palestina o las del colectivo LGTBIQ+, la organización ha decidido prohibir que los artistas muestren cualquier enseña que no sea la de su país durante las emisiones oficiales del certamen. Esta medida afecta específicamente a tres espacios clave: el escenario, la green room y la ceremonia de apertura. Según la organización del certamen musical, esta decisión se toma "para evitar mensajes de carácter político" durante el transcurso del evento. Sobre todo tras lo ocurrido en la edición anterior celebrada en Malmö. El precedente de Eurovisión 2024: la bandera palestina logró colarse en varias actuaciones La restricción no ha surgido de la nada. En Eurovisión 2024, con el conflicto entre Israel y Palestina encogiendo el corazón de los espectadores, varios artistas y delegaciones encontraron formas más o menos sutiles de burlar el veto a las banderas no oficiales, especialmente en apoyo al pueblo palestino. Uno de los momentos más comentados tuvo lugar en la apertura del certamen, cuando el cantante sueco con ascendencia palestina Eric Saade lució un pañuelo keffiyeh atado en el brazo. Aunque no se trataba de una bandera, el gesto visto en la Primera Semifinal fue considerado toda una declaración de intenciones que incluso se saldó con un aviso de la organización. El intérprete reaccionó acusando de racismo a la UER, atónito ante las advertencias por llevar una prenda que su padre le regaló. También fue sonado el caso de Bambie Thug, representante de Irlanda, quien se vio obligada a modificar mensajes escritos en su cuerpo antes de salir al escenario. Se consideró que incluía en consignas de carácter político en los ensayos, y la artista denunció presiones por parte de la UER. Otra intérprete que desafió los límites impuestos fue Iolanda, representante de Portugal, que llevó símbolos palestinos en su manicura durante la Gran Final. Su actuación terminó con la frase "la paz prevalecerá", lo que motivó a la organización a omitir inicialmente su presencia en el vídeo oficial del recap publicado en redes. Más tarde sí que se incluyó. Las uñas de Iolanda
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