"Nunca se termina de pagar": así se produce el 'efecto bola de nieve' en las revolving y minicréditos
Perder el control de las finanzas personales conduce a una acumulación de las deudas difícil de reconducir.

Cuando un ciudadano tiene dificultades para afrontar el pago de ciertos gastos que son imprescindibles en su día a día, como puede ser llenar la despensa, reparar el frigorífico estropeado o liquidar la cuota mensual de la hipoteca, es habitual en los tiempos que corren que se recurra a la financiación que ofrecen bancos y otras entidades de crédito.
El problema que tiene esta práctica es que puedes perder el control de tus finanzas personales sin darte cuenta y entrar en una espiral de deudas de la que es complicado salir. Porque en la actualidad cuando solicitas financiación rápida o una tarjeta de crédito, a menos que figures en una lista de morosos, te la van a conceder sin hacer ningún estudio de solvencia para comprobar si puedes saldar esa deuda.
Esta ausencia de mecanismos para controlar la morosidad en determinadas entidades conduce en muchas ocasiones a los consumidores al sobreendeudamiento como consecuencia del conocido como 'efecto bola de nieve', que hace referencia a la acumulación incontrolada de deudas. Sería parecido al resultado que se produce cuando una bola de nieve rueda sobre la ladera de una montaña: al principio es pequeña, pero conforme va descendiendo va acumulando más nieve y su tamaño es cada vez mayor.
"El sobreendeudamiento es uno de los principales problemas que se presentan cuando no llevamos un control de nuestras finanzas. Si no prestamos atención a ir aumentando nuestros ahorros en un determinado porcentaje y los ingresos que recibimos se equiparan casi con los gastos, nuestro bolsillo sufrirá daños que costarán revertir", explica el Banco Santander en su página web.
Las tarjetas de crédito, los minicréditos o las tarjetas revolving son alguno de los productos financieros existentes que pueden acabar generando el 'efecto bola de nieve' debido a que sus altos intereses acaban convirtiendo la deuda en inasumible para muchos ciudadanos.
Según un informe de la Agencia Negociadora, compañía especializada en la reunificación de deuda, de media, los clientes que llegan a niveles excesivos de deuda han contraído siete créditos y pagan por todos ellos unos 1.900 euros al mes.
El cliente como "deudor cautivo"
Precisamente en una reciente sentencia del Supremo en la que alerta sobre la falta de transparencia en los contratos de tarjetas revolving, el Alto Tribunal advierte que los intereses de este tipo de tarjetas, que en 2024 superó de media el 23%, pueden llevar a un 'efecto bola de nieve' y califica al cliente como "deudor cautivo".
En esta línea, ya se expresó hace un tiempo el Banco de España sobre este tipo de productos financieros: "La deuda, pese a abonar las cuotas, sigue creciendo y se corre el riesgo de encadenarse a una deuda indefinida, que nunca se termina de pagar".
Las tarjetas revolving son un tipo de tarjeta de crédito que permite aplazar los pagos que realizas. Marisa Protomártir, responsable jurídica de la Asociación Usuarios Financieros (Asufin), explicó en una entrevista con 20minutos, que el préstamo revolving "incorpora un mecanismo de amortización de la deuda muy complicado" que puede ser desconocido para muchos usuarios.
"Solo una pequeña parte del pago va destinado a satisfacer la deuda contraída", afirmó, lo que tiene como resultado que toda la deuda que pasa al mes siguiente vuelve a soportar una carga de intereses que, en muchos casos, supera el 20%. "Y así una y otra vez, de manera que la deuda se convierte en eterna".
Por ejemplo, si un mes se realizan compras por valor de 300 euros, con una de estas tarjetas se puede hacer frente a una cuota de 50 euros y aplazar el pago de los 250 euros restantes, con el problema de que toda la deuda que, mes a mes, no se termina de amortizar genera una bola de nieve de intereses que amenaza la estabilidad económica.
Pequeños importes dan lugar a grandes deudas
Algo parecido puede suceder en el caso de los créditos rápidos, los minicréditos o las tarjetas de crédito si no eres capaz de afrontar los pagos de devolución exigidos por las entidades de crédito y te ves obligado a volver a solicitar un préstamo para hacer frente al anterior.
Esta decisión "conduce directamente al peligroso 'efecto bola de nieve', que genera la acumulación de deudas por la incapacidad de ir devolviendo las anteriores", advierte Asufin.
En el caso de los minicréditos, se trata de un tipo de préstamo de pequeño importe -entre los 50 y los 600 euros- con un plazo de devolución muy corto, normalmente un mes. El dinero se solicita de forma online y te lo ingresan en tu cuenta en apenas unos minutos. Eso sí, el interés a devolver suele ser alto: alrededor del 1% diario sobre el importe solicitado.
Así, para un préstamo rápido de 300 euros a 30 días, la cantidad total a devolver por el cliente sería de unos 390 euros. De esta forma, los intereses ascenderían 90 euros. Para los nuevos clientes es habitual en muchas compañías que el primer préstamo que se realice se conceda sin intereses, una buena estrategia comercial para enganchar por primera vez al cliente.
Si no se puede hacer frente a esa cantidad, se pide otro préstamo a otra compañía por esos 390 euros, que se destinan exclusivamente a pagar lo que se debe del primer préstamo. Y así se entra en un bucle de difícil salida. "El resultado final es que por cantidades muy pequeñas se entra en un grave problema financiero", sentencia Asufin.