Arrestan a hombre en Nevada por tener tigres como apoyo emocional en su casa
Siete tigres en una casa de Nevada. No es una película, sino la vida de Karl Mitchell, un hombre de 71 años que aseguraba que estos felinos eran sus animales de apoyo emocional para lidiar con su trastorno de estrés postraumático (TEPT). Pero las autoridades no lo vieron así: sin permisos, con condiciones precarias y […]

Siete tigres en una casa de Nevada. No es una película, sino la vida de Karl Mitchell, un hombre de 71 años que aseguraba que estos felinos eran sus animales de apoyo emocional para lidiar con su trastorno de estrés postraumático (TEPT). Pero las autoridades no lo vieron así: sin permisos, con condiciones precarias y hasta un arma ilegal, Mitchell fue arrestado, y los tigres, algunos ligados al infame Joe Exotic de Tiger King, ahora están en un santuario.
Siete tigres salvajes como apoyo emocional
Karl Mitchell, residente de Pahrump, Nevada, insistía en que sus siete tigres eran prescritos por médicos para tratar su trastorno de estrés postraumático. Según él, un psiquiatra del Departamento de Veteranos aprobó a los felinos como apoyo emocional, y una carta presentada en 2019 lo respaldaba. Pero la realidad choca: la Ley de Estadounidenses con Discapacidades no reconoce a tigres como animales de apoyo, y Mitchell carecía del permiso especial que Nye County exige para tener animales exóticos. Su argumento no convenció a las autoridades, que llevaban años vigilándolo por violar regulaciones.
Los tigres no son terapia
El 2 de abril de 2025, un equipo SWAT irrumpió en la propiedad de Mitchell tras meses de investigación. Sin permiso válido desde 2022, los tigres eran una violación clara. Mitchell cooperó al inicio, mostrando las jaulas, pero se negó a dar las llaves, complicando el trabajo de veterinarios y rescatistas. “Puedo caminar solo, no me agarren”, dijo mientras resistía, según el sheriff. Esto le valió cargos por resistencia a la autoridad, además de posesión ilegal de una pistola encontrada en su cuarto, prohibida por su historial de antecedentes penales. Fue liberado tras pagar una fianza de $6,000, pero su caso sigue abierto.
No eran tigres felices: las condiciones alarmantes
Los tigres, incluyendo un raro tigre blanco, no vivían en un paraíso. Dos parecían desnutridos, y algunos bebederos tenían algas, según el sheriff Joe McGill. Un veterinario en el operativo confirmó que, aunque no estaban en peligro inmediato, las condiciones no eran óptimas. Los felinos fueron trasladados a un santuario no revelado, donde esperan una decisión judicial. Mitchell insiste en que los cuidaba bien, con comida lista y agua fresca diaria, pero las pruebas sugieren lo contrario. Este punto reaviva el debate sobre si los animales exóticos pueden estar bien en manos privadas.
Un vínculo inesperado con Joe Exotic
Seis de los tigres, según Mitchell, venían de Joe Exotic, el excéntrico de Tiger King que cumple 21 años en prisión por un caso de asesinato a sueldo. Los felinos habrían llegado en 2019, tras el cierre del zoológico de Exotic en Oklahoma. Un pasado turbio que conecta a Mitchell con una red de comercio dudoso de grandes felinos. Las autoridades notaron esta procedencia en 2019, cuando Mitchell obtuvo un permiso temporal, pero eso no lo salvó de perder a los animales ahora. El vínculo con Exotic añade una capa de intriga a un caso ya de por sí salvaje.
¿Terapia o negligencia disfrazada?
Tras el operativo, los animales fueron llevados a un santuario especializado, cuya ubicación se mantiene confidencial para protegerlos. Veterinarios aseguraron que estarán bajo observación hasta que se determine su futuro. Mientras tanto, Mitchell fue liberado tras pagar una fianza de 6 mil dólares, pero deberá presentarse en mayo ante la corte. Además de los cargos por posesión ilegal de animales exóticos y resistencia a la autoridad, se le suma uno más: tenencia de armas siendo exconvicto.
Este caso no solo es insólito: abre una conversación necesaria sobre los límites de las terapias alternativas, el trato digno a los animales y el uso responsable de los recursos digitales para denunciar o romantizar situaciones que no deberían ocurrir. La salud mental es un tema serio, pero usar animales salvajes como muleta emocional sin las condiciones necesarias ni el respaldo legal es, claramente, un error. La historia de Mitchell puede parecer sacada de una serie, pero es real y sus consecuencias también lo son.