No es Cudillero, pero se le parece: el bonito pueblo marinero de Galicia al que hacer una pequeña escapada

Hablamos de O Barqueiro: un lugar donde el mar y el río se abrazan, donde solo basta con mirar el atardecer sobre la ría y escuchar el canto de las gaviotasLas 7 rutas más bonitas de Burgos: desde la cascada más alta de España, desfiladeros un cañon y lagunas glaciares En la costa norte de Galicia, donde la tierra se pliega en acantilados y los bosques se asoman tímidamente al Atlántico, se esconde un rincón que parece sacado de una postal marinera. No es Cudillero, aunque quien lo visite podría pensarlo al ver sus casas escalonadas, su puerto y el ritmo que marca la vida entre redes y mareas. Hablamos de O Barqueiro, un pequeño y encantador pueblo de la provincia de A Coruña, en el límite con Lugo, que conserva intacta el alma marinera de Galicia y que bien merece una escapada. O Barqueiro pertenece al municipio de Mañón, y está situado en la ribera de la ría de O Barqueiro, justo donde el río Sor desemboca y se funde con el océano. Este enclave geográfico es, en parte, responsable de la belleza del pueblo: un pequeño puerto natural en forma de herradura, protegido por verdes laderas y donde las embarcaciones pesqueras reposan tras la faena. Quizá lo más sorprendente de este pueblecito es que, a pesar de su belleza, se mantiene como un pequeño secreto, conocido sobre todo por gallegos y por viajeros curiosos que se desvían de las rutas habituales. O Barqueiro es un lugar donde el mar y el río se abrazan. Basta con mirar el atardecer sobre la ría y escuchar el canto de las gaviotas. Esto lo convierte en un destino ideal para quienes buscan una escapada auténtica, lejos del bullicio, donde el tiempo parece detenerse. Origen e historia: del barquero al pescador El nombre del pueblo no es casual. O Barqueiro proviene del oficio que marcó sus inicios: el de los barqueros que cruzaban el río Sor antes de que existieran puentes. Durante siglos, fue un punto estratégico de paso entre las tierras del norte gallego. Más adelante, la actividad pesquera y el comercio marítimo convirtieron el puerto en uno de los más importantes de la zona, especialmente durante los siglos XIX y XX, cuando se exportaban madera, hierro y pescado salado. Aunque hoy su puerto ya no tiene la intensidad comercial de antaño, sigue siendo un lugar vital para la pesca artesanal, y el alma marinera del pueblo sigue latente en sus calles, sus gentes y su gastronomía. Qué ver en O Barqueiro Estaca de Bares A pesar de su pequeño tamaño, O Barqueiro ofrece un paseo lleno de encanto y descubrimientos. Su atractivo principal es su puerto, rodeado de casas blancas con contraventanas de colores, muchas de ellas construidas en los siglos XIX y XX, que le dan un aire melancólico y pintoresco. Desde aquí, se puede subir por las callejuelas empedradas hasta lo alto del pueblo, desde donde se obtiene una panorámica espléndida de la ría. Uno de los puntos más fotogénicos es el antiguo puente metálico sobre el río Sor, que une las provincias de Lugo y A Coruña. Construido a principios del siglo XX, este puente de estructura de hierro evoca otra época y ofrece una vista única del estuario. A escasos minutos en coche o incluso a pie, si se dispone de tiempo y ganas, se puede llegar a Estaca de Bares. Aquí, el mar Cantábrico y el océano Atlántico se dan la mano en un paisaje que deja sin aliento a cualquiera que lo visite, salpicado de acantilados vertiginosos, faros históricos y aves migratorias. El faro de Estaca de Bares, todavía en funcionamiento, permite una visión panorámica del fin del mundo gallego. También es recomendable acercarse a Porto de Bares, otro núcleo marinero cercano, menos conocido, pero con un aura mágica y un pasado que se remonta a los tiempos de los fenicios. Naturaleza en estado puro

May 7, 2025 - 14:27
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No es Cudillero, pero se le parece: el bonito pueblo marinero de Galicia al que hacer una pequeña escapada

No es Cudillero, pero se le parece: el bonito pueblo marinero de Galicia al que hacer una pequeña escapada

Hablamos de O Barqueiro: un lugar donde el mar y el río se abrazan, donde solo basta con mirar el atardecer sobre la ría y escuchar el canto de las gaviotas

Las 7 rutas más bonitas de Burgos: desde la cascada más alta de España, desfiladeros un cañon y lagunas glaciares

En la costa norte de Galicia, donde la tierra se pliega en acantilados y los bosques se asoman tímidamente al Atlántico, se esconde un rincón que parece sacado de una postal marinera. No es Cudillero, aunque quien lo visite podría pensarlo al ver sus casas escalonadas, su puerto y el ritmo que marca la vida entre redes y mareas. Hablamos de O Barqueiro, un pequeño y encantador pueblo de la provincia de A Coruña, en el límite con Lugo, que conserva intacta el alma marinera de Galicia y que bien merece una escapada.

O Barqueiro pertenece al municipio de Mañón, y está situado en la ribera de la ría de O Barqueiro, justo donde el río Sor desemboca y se funde con el océano. Este enclave geográfico es, en parte, responsable de la belleza del pueblo: un pequeño puerto natural en forma de herradura, protegido por verdes laderas y donde las embarcaciones pesqueras reposan tras la faena.

Quizá lo más sorprendente de este pueblecito es que, a pesar de su belleza, se mantiene como un pequeño secreto, conocido sobre todo por gallegos y por viajeros curiosos que se desvían de las rutas habituales. O Barqueiro es un lugar donde el mar y el río se abrazan. Basta con mirar el atardecer sobre la ría y escuchar el canto de las gaviotas. Esto lo convierte en un destino ideal para quienes buscan una escapada auténtica, lejos del bullicio, donde el tiempo parece detenerse.

Origen e historia: del barquero al pescador

El nombre del pueblo no es casual. O Barqueiro proviene del oficio que marcó sus inicios: el de los barqueros que cruzaban el río Sor antes de que existieran puentes. Durante siglos, fue un punto estratégico de paso entre las tierras del norte gallego. Más adelante, la actividad pesquera y el comercio marítimo convirtieron el puerto en uno de los más importantes de la zona, especialmente durante los siglos XIX y XX, cuando se exportaban madera, hierro y pescado salado.

Aunque hoy su puerto ya no tiene la intensidad comercial de antaño, sigue siendo un lugar vital para la pesca artesanal, y el alma marinera del pueblo sigue latente en sus calles, sus gentes y su gastronomía.

Qué ver en O Barqueiro

Estaca de Bares

A pesar de su pequeño tamaño, O Barqueiro ofrece un paseo lleno de encanto y descubrimientos. Su atractivo principal es su puerto, rodeado de casas blancas con contraventanas de colores, muchas de ellas construidas en los siglos XIX y XX, que le dan un aire melancólico y pintoresco. Desde aquí, se puede subir por las callejuelas empedradas hasta lo alto del pueblo, desde donde se obtiene una panorámica espléndida de la ría.

Uno de los puntos más fotogénicos es el antiguo puente metálico sobre el río Sor, que une las provincias de Lugo y A Coruña. Construido a principios del siglo XX, este puente de estructura de hierro evoca otra época y ofrece una vista única del estuario.

A escasos minutos en coche o incluso a pie, si se dispone de tiempo y ganas, se puede llegar a Estaca de Bares. Aquí, el mar Cantábrico y el océano Atlántico se dan la mano en un paisaje que deja sin aliento a cualquiera que lo visite, salpicado de acantilados vertiginosos, faros históricos y aves migratorias. El faro de Estaca de Bares, todavía en funcionamiento, permite una visión panorámica del fin del mundo gallego.

También es recomendable acercarse a Porto de Bares, otro núcleo marinero cercano, menos conocido, pero con un aura mágica y un pasado que se remonta a los tiempos de los fenicios.

Naturaleza en estado puro

Río Sor

Además de su valor cultural y patrimonial, O Barqueiro es un excelente punto de partida para los amantes del senderismo y la naturaleza. La Serra da Faladoira, que se extiende por el interior del municipio de Mañón, ofrece rutas a pie o en bicicleta por montes cubiertos de eucaliptos, pinos y carballos, con miradores naturales hacia el mar y los valles del río Sor.

El propio río Sor, uno de los ríos salmoneros más importantes de Galicia, forma un entorno fluvial de enorme valor ecológico. Su curso está salpicado de molinos antiguos, pozas cristalinas y pequeñas cascadas, ideales para explorar en familia.

Una escapada con esencia marina

Mirador de O Coitelo

La vida en O Barqueiro transcurre tranquila, sin prisas. Lo ideal es dejarse llevar, caminar sin rumbo por el puerto, charlar con los vecinos o sentarse en alguna terraza con vistas a la ría mientras se disfruta de un albariño bien frío. Pero para quien busque actividades concretas, hay mucho por hacer:

  • Paseos en kayak o paddle surf por la ría del Barqueiro, donde el agua permite navegar entre las barcas tradicionales y los reflejos de las casas.
  • Rutas de senderismo, como el PR-G 204 Ruta do Sor, que recorre parte del curso del río hasta llegar a puntos panorámicos y áreas recreativas.
  • Visitas al faro de Estaca de Bares, al mirador de Coitelo o al observatorio de aves en la costa, donde se pueden avistar alcatraces, cormoranes y, en temporada, incluso alguna ballena.
  • Participar en fiestas populares como la Virxe do Carme, que se celebra en julio y saca en procesión las imágenes de la patrona de los marineros en barcas adornadas.

Gastronomía: los sabores del mar

Uno de los grandes atractivos de O Barqueiro es, sin duda, su cocina. Galicia entera presume de buena mesa, pero en este rincón norteño los sabores del mar alcanzan una expresión especialmente auténtica. El puerto abastece a los restaurantes locales de merluza, pulpo, navajas, mejillones, almejas y otros productos del mar fresquísimos.

Uno de los platos más emblemáticos de la zona es la caldeirada de pescado, un guiso tradicional con patatas, cebolla, pimentón y una mezcla de pescados del día. También son recomendables las zamburiñas a la plancha, el arroz con bogavante y, si hay suerte, alguna receta casera con percebes recogidos en los acantilados cercanos.

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