"No dejemos de soñar"

Sin la voz de Francisco, algunos tendrán la tentación de sentirse más cómodos, más validados incluso

Abr 23, 2025 - 06:13
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"No dejemos de soñar"

Cada tarde, siempre que podía, llamaba a la única parroquia católica que hay en la Franja de Gaza. Llamaba por teléfono unas veces, otras por videollamada…Les preguntaba cómo estaban, cómo habían pasado el día, qué habían comido… Lo hizo cada día desde que empezaron los bombardeos sobre la Franja, hace ya más de 18 meses. Unos bombardeos que él no se cortó en llamar «genocidio», pidiendo una investigación, acusando a Israel de esa masacre. Dicen que la última llamada que les hizo fue este fin de semana, el sábado.

Así era el Papa, pegado a la realidad del mundo, pendiente de quienes peor lo pasaban, encima de los problemas reales de la gente. No se quiso encerrar entre la pompa y boato, no se quiso aislar en los muros del Vaticano ni acomodarse entre sus cojines. Su vida la enfocó siempre a quienes más lo necesitaban. No se calló, ni siquiera en su último mensaje, el de Pascua. Horas después de haberse visto con el vicepresidente de Estados Unidos, le dijo al mundo, con un hilo de voz, que había que luchar por la dignidad y los derechos de los migrantes, esos a los que Estados Unidos está deportando encadenados, sin un juicio, sin una acusación formal, deshumanizados por completo en vídeos que los presenta casi, casi como animales.

Los poderosos no le asustaban. No se arrugaba con nadie. Por muchos insultos que recibiera. Tuvo una audiencia con Milei después de que él le llamara «el enviado del Maligno sobre la Tierra». En fin.

Algunos intentaban estos días rebajar el perfil progresista del Papa. Y lo hacían pidiendo imposibles: un pontífice nunca apoyará el aborto, un pontífice nunca apoyará la eutanasia… Francisco no lo hizo, claro que no. Pero no lo hará ni su sucesor ni los siguientes.

La gran pregunta que todos se hacen es, ¿qué Iglesia vendrá ahora, si la continuista de lo que impulsó Bergoglio o una más conservadora? El Espíritu Santo será el que lo decida, según la liturgia cristiana, pero, no nos engañemos, esto es poder y aquí también ha habido movimientos y los habrá de aquí a que arranque el cónclave.

Dejar de tener una voz tan poderosa como la de un Papa que incordie sería mucho más cómodo para algunos, por mucho que quieras ignorarlo, que digas que son cosas de la Iglesia… Señalarte con el dedo desde Roma era una afrenta, un titular en los periódicos y los informativos.

Sin la voz de Francisco, algunos tendrán la tentación de sentirse más cómodos, más validados incluso. Me quedo con un consejo que dio el Papa a los jóvenes: «Soñad amplio, no dejéis de soñar, la vida ya os irá acomodando». Pues eso, no dejemos de soñar en que las cosas se pueden hacer mejor. Gracias Francisco.