Ni vehículo de emergencia ni para adelantar: el único caso en el que la DGT permite circular a 150 km/h en autopista
En las carreteras españolas, el límite de velocidad en autopistas y autovías es de 120 km/h para la mayoría de conductores. Sin embargo, existe una excepción a esta norma que permite que ciertos vehículos alcancen hasta 150 km/h sin recibir una sanción. Esta prerrogativa no es fruto de un vacío legal, sino una disposición específica … Continuar leyendo "Ni vehículo de emergencia ni para adelantar: el único caso en el que la DGT permite circular a 150 km/h en autopista"

En las carreteras españolas, el límite de velocidad en autopistas y autovías es de 120 km/h para la mayoría de conductores. Sin embargo, existe una excepción a esta norma que permite que ciertos vehículos alcancen hasta 150 km/h sin recibir una sanción. Esta prerrogativa no es fruto de un vacío legal, sino una disposición específica dentro del Reglamento General de Vehículos. Su aplicación está restringida a vehículos que llevan la señal V-12, destinada a fabricantes y empresas que realizan pruebas de automoción bajo condiciones específicas y con la debida autorización de la Dirección General de Tráfico (DGT).
El Reglamento General de Vehículos, en sus artículos 44, 46 y 47, establece que los vehículos de ensayo pueden superar en hasta 30 km/h la velocidad máxima permitida en la vía en la que se encuentren. Esto significa que, en autopistas y autovías, donde el límite general es de 120 km/h, estos vehículos pueden alcanzar legalmente los 150 km/h. Aunque esta disposición no es ampliamente conocida por el público en general, es habitual encontrar vehículos de prueba que la aplican, especialmente en determinadas épocas del año. La normativa estipula claramente las condiciones en las que se pueden llevar a cabo estos ensayos.
La señal V-12 permite circular a 150 km/h
Para que un vehículo de pruebas pueda circular por encima del límite de velocidad permitido, es imprescindible contar con un permiso de la DGT. Este permiso se debe solicitar con un mínimo de 72 horas de antelación e incluir detalles como el tipo de ensayo a realizar, la ruta a seguir, la duración estimada y cualquier otra condición relevante.
En algunos casos, si la DGT lo considera necesario, puede establecer medidas adicionales, como la señalización de la vía para advertir a otros conductores sobre la realización de pruebas. El objetivo de esta normativa es proporcionar a fabricantes, importadores y laboratorios de investigación un marco legal que les permita probar vehículos en condiciones reales sin comprometer la seguridad vial.
Para poder beneficiarse de esta normativa, los vehículos deben portar la señal V-12, que consiste en una placa de color rojo con un borde negro y las letras «F.V.» en blanco. Estas siglas hacen referencia a «fabricante de vehículos» y deben estar colocadas tanto en la parte delantera como en la trasera del vehículo. Además, las pruebas sólo se pueden llevar a cabo dentro de un itinerario previamente aprobado por la DGT.
Ahora bien, la señal V-12 que permite circular a 150 km/h está reservada exclusivamente para fabricantes de automóviles, carroceros, importadores, distribuidores y laboratorios oficiales que necesiten realizar pruebas específicas de automoción. Dichas pruebas pueden incluir evaluaciones de seguridad, resistencia mecánica, consumo de combustible, emisiones o cualquier otro aspecto técnico relevante para el desarrollo de nuevos modelos de vehículos.
España es un país en el que se realizan muchas pruebas automovilísticas, especialmente durante el verano. Gracias a su clima cálido y seco, resulta ideal para ensayos en condiciones de altas temperaturas. Además, la variedad de carreteras disponibles permite evaluar el rendimiento de los vehículos en diferentes tipos de entornos. Como resultado, es frecuente ver en las autopistas españolas coches de prueba que circulan con la señal V-12.
Límites de velocidad dinámicos en España
En los últimos años, se han adoptado diversas estrategias para reducir la cantidad de accidentes de tráfico, aunque las cifras siguen siendo preocupantes. Uno de los factores de mayor riesgo es la velocidad, razón por la cual se han reforzado los esfuerzos para controlarla. En este contexto, Cataluña ha dado un paso adelante con la implementación del primer tramo de autopista en España con límites de velocidad variables. Éste innovador sistema, que ya opera en un tramo de 150 kilómetros de la AP-7 a la altura de El Vendrell, permite ajustar la velocidad máxima en función de diferentes condiciones del entorno.
El sistema de velocidad variable utiliza inteligencia artificial para analizar en tiempo real factores como el volumen de tráfico, las condiciones meteorológicas, la hora del día y el estado de la calzada. El objetivo es adaptar la velocidad permitida a la situación específica del momento, evitando que los conductores circulen a una velocidad inadecuada. Este enfoque, que ya se ha implementado otros países europeos como Alemania y Francia, no sólo busca reducir el número de accidentes, sino también disminuir las emisiones de CO2 y optimizar el consumo de combustible. Pero, ¿cómo funciona exactamente este sistema y qué impacto tendrá en los conductores?
En el caso de la AP-7 en Cataluña, la velocidad máxima permitida se modifica en función del tráfico, las condiciones climáticas adversas (lluvia, niebla, fuertes vientos) y las franjas horarias con mayor afluencia de vehículos. Además, la inteligencia artificial también toma en cuenta elementos como la visibilidad, la presencia de obras o cualquier otra circunstancia que pueda representar un riesgo. Cuando se detectan condiciones peligrosas, el sistema reduce automáticamente la velocidad permitida, lo que ayuda a mejorar la seguridad y la fluidez del tráfico. A pesar de los retos asociados a su implementación, su éxito podría sentar un precedente para su expansión a otras carreteras de España en el futuro.