Miles de manifestantes recorren las calles de Vigo: «No vivimos solo para trabajar»

Como cada uno de mayo, las calles de las principales ciudades gallegas y españolas acogieron a miles de manifestantes con motivo del Día Internacional del Trabajador . Una cita donde las consignas referentes a la subida de los salarios o la reducción de la jornada laboral coparon buena parte de los cánticos, al grito de «no vivimos solo para trabajar». Desde Vigo, la ciudad escogida por los principales grupos sindicales, partieron las dos marchas paralelas. UGT y Comisiones Obreras por un lado y la CIG por otro, como ya es costumbre. Lo hicieron, en primer lugar, los dos primeros, a las 11,30 desde el cruce de Vía Norte con Urzaiz. Durante el recorrido de algo más de un kilómetro hasta la delegación de la Xunta en la ciudad olívica, sindicatos y trabajadores clamaron sobre la necesidad de garantizar un futuro laboral a los jóvenes , acabar con la siniestralidad laboral o solucionar el problema de acceso a la vivienda . El secretario xeral de UGT Galicia, Cristóbal Medeiros, reivindicó ante los medios de comunicación la importancia de reducir la jornada laboral, como la recientemente decretada por el Ministerio de Trabajo de 37,5 horas a al semana, un «pequeño paso» porque «lo ideal sería menos», reconoció a Europa Press. Acto seguido, subrayó que hay que «defender los logros conquistados» como la reforma laboral o las pensiones, en «riesgo» por aquellas «personas que quieren acabar con la democracia», señaló en referencia a Donald Trump y la amenaza que suponen los aranceles para múltiples puestos de trabajo. Por su parte, su homóloga del CC.OO., Amelia Pérez, coincidió en destacar la defensa de lo «conquistado», especialmente en lo referente a la reducción de la jornada laboral, además de otros asuntos como su negativa a los «discursos belicistas». « Toca ya reducir la jornada . No vivimos solo para trabajar», aseveró. Entre ellos se encontraban también una delegación del PSOE de Galicia, a la que acudió el alcalde de Vigo, Abel Caballero, y el secretario xeral de la formación José Ramón Gómez Besteiro, que tuvo un recibimiento más cálido que el de este miércoles durante su visita a Sargadelos . Entre sus reivindicaciones, Besteiro enumeró la importancia de «seguir avanzando para conquistar nuevos derechos» ante una Xunta que «desaprovecha la oportunidad» para crear empleos en Galicia. Entre las banderas no faltó, como era de esperar, más de alguna pancarta con el lema 'Altri non'. Asimismo, el líder del PSdeG valoró la conquista de «nuevos derechos» gracias al gobierno de Pedro Sánchez, como la reducción de la jornada laboral, frente al «inmovilismo» del Ejecutivo gallego que lidera Alfonso Rueda. En la misma línea, Caballero destacó que los « importantísimos» aumentos en la productividad durante los últimos años -a pesar de que lleva un década totalmente estancada en España- convierte la reducción de la jornada en algo «irrenunciable». Paralelamente y media hora después, partía desde unos metros calle arriba la manifestación convocada por la Conferencia Intersindical Galega (CIG) bajo el lema 'Trabajo, derechos, soberanía. Galicia contra las guerras'. Una convocatoria en la que se replicaron las mismas consignas referentes a la demanda de «salarios dignos», la reducción de la jornada laboral, o en contra del aumento del gasto militar decretado por Europa, utilizada como «arma para perpetuar la explotación de clase», a juicio del secretario xeral del sindicato, Paulo Carril. A renglón seguido, el portavoz de la CIG cargó contra la Unión Europea y el Gobierno central por su «plan de ajuste», con «reformas laborales» que «cronifican la pobreza laboral» . «Todo esto combinado con una situación en Galicia donde el PP practica unas políticas suicidas contra el pueblo gallego, con la mercantilización de los servicios públicos», afirmó Carril ante los medios. No faltaron tampoco las banderas palestinas, con cánticos para pedir que pare el conflicto, o la intención de bajar la jornada laboral a «35 horas» semanales . Junto a ellos no faltó la delegación del BNG, a la que acudieron las caras visibles del partido a excepción de su portavoz nacional, Ana Pontón, que se perdió la cita debido a un esguince de tobillo. En clave nacional, el diputado del Bloque en el Congreso, Néstor Rego, criticó al Gobierno de PSOE y Sumar -investido gracias a su voto, entre otros- por no tener la «voluntad real» de reducir la jornada laboral «más allá de lo poco más de lo cosmético». Como en anteriores ocasiones, Rego afeó la intención del Gobierno central y de la Unión Europea de alimentar la «escalada belicista», que implicará «retraer recursos de políticas sociales» y aumentará el «riesgo de conflicto bélico». Por ello, ha pedido u n cambio «radical» de políticas , lamentando que el Ejecutivo «no avanza» y no tiene «voluntad» para recuperar derechos, insistiendo en que el PSOE y Sumar «no derogaron los aspectos más lesivos de la reforma laboral del PP», refiriéndose a las «facilidades» en el despido. También ha puesto el foco en l

May 1, 2025 - 20:25
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Miles de manifestantes recorren las calles de Vigo: «No vivimos solo para trabajar»
Como cada uno de mayo, las calles de las principales ciudades gallegas y españolas acogieron a miles de manifestantes con motivo del Día Internacional del Trabajador . Una cita donde las consignas referentes a la subida de los salarios o la reducción de la jornada laboral coparon buena parte de los cánticos, al grito de «no vivimos solo para trabajar». Desde Vigo, la ciudad escogida por los principales grupos sindicales, partieron las dos marchas paralelas. UGT y Comisiones Obreras por un lado y la CIG por otro, como ya es costumbre. Lo hicieron, en primer lugar, los dos primeros, a las 11,30 desde el cruce de Vía Norte con Urzaiz. Durante el recorrido de algo más de un kilómetro hasta la delegación de la Xunta en la ciudad olívica, sindicatos y trabajadores clamaron sobre la necesidad de garantizar un futuro laboral a los jóvenes , acabar con la siniestralidad laboral o solucionar el problema de acceso a la vivienda . El secretario xeral de UGT Galicia, Cristóbal Medeiros, reivindicó ante los medios de comunicación la importancia de reducir la jornada laboral, como la recientemente decretada por el Ministerio de Trabajo de 37,5 horas a al semana, un «pequeño paso» porque «lo ideal sería menos», reconoció a Europa Press. Acto seguido, subrayó que hay que «defender los logros conquistados» como la reforma laboral o las pensiones, en «riesgo» por aquellas «personas que quieren acabar con la democracia», señaló en referencia a Donald Trump y la amenaza que suponen los aranceles para múltiples puestos de trabajo. Por su parte, su homóloga del CC.OO., Amelia Pérez, coincidió en destacar la defensa de lo «conquistado», especialmente en lo referente a la reducción de la jornada laboral, además de otros asuntos como su negativa a los «discursos belicistas». « Toca ya reducir la jornada . No vivimos solo para trabajar», aseveró. Entre ellos se encontraban también una delegación del PSOE de Galicia, a la que acudió el alcalde de Vigo, Abel Caballero, y el secretario xeral de la formación José Ramón Gómez Besteiro, que tuvo un recibimiento más cálido que el de este miércoles durante su visita a Sargadelos . Entre sus reivindicaciones, Besteiro enumeró la importancia de «seguir avanzando para conquistar nuevos derechos» ante una Xunta que «desaprovecha la oportunidad» para crear empleos en Galicia. Entre las banderas no faltó, como era de esperar, más de alguna pancarta con el lema 'Altri non'. Asimismo, el líder del PSdeG valoró la conquista de «nuevos derechos» gracias al gobierno de Pedro Sánchez, como la reducción de la jornada laboral, frente al «inmovilismo» del Ejecutivo gallego que lidera Alfonso Rueda. En la misma línea, Caballero destacó que los « importantísimos» aumentos en la productividad durante los últimos años -a pesar de que lleva un década totalmente estancada en España- convierte la reducción de la jornada en algo «irrenunciable». Paralelamente y media hora después, partía desde unos metros calle arriba la manifestación convocada por la Conferencia Intersindical Galega (CIG) bajo el lema 'Trabajo, derechos, soberanía. Galicia contra las guerras'. Una convocatoria en la que se replicaron las mismas consignas referentes a la demanda de «salarios dignos», la reducción de la jornada laboral, o en contra del aumento del gasto militar decretado por Europa, utilizada como «arma para perpetuar la explotación de clase», a juicio del secretario xeral del sindicato, Paulo Carril. A renglón seguido, el portavoz de la CIG cargó contra la Unión Europea y el Gobierno central por su «plan de ajuste», con «reformas laborales» que «cronifican la pobreza laboral» . «Todo esto combinado con una situación en Galicia donde el PP practica unas políticas suicidas contra el pueblo gallego, con la mercantilización de los servicios públicos», afirmó Carril ante los medios. No faltaron tampoco las banderas palestinas, con cánticos para pedir que pare el conflicto, o la intención de bajar la jornada laboral a «35 horas» semanales . Junto a ellos no faltó la delegación del BNG, a la que acudieron las caras visibles del partido a excepción de su portavoz nacional, Ana Pontón, que se perdió la cita debido a un esguince de tobillo. En clave nacional, el diputado del Bloque en el Congreso, Néstor Rego, criticó al Gobierno de PSOE y Sumar -investido gracias a su voto, entre otros- por no tener la «voluntad real» de reducir la jornada laboral «más allá de lo poco más de lo cosmético». Como en anteriores ocasiones, Rego afeó la intención del Gobierno central y de la Unión Europea de alimentar la «escalada belicista», que implicará «retraer recursos de políticas sociales» y aumentará el «riesgo de conflicto bélico». Por ello, ha pedido u n cambio «radical» de políticas , lamentando que el Ejecutivo «no avanza» y no tiene «voluntad» para recuperar derechos, insistiendo en que el PSOE y Sumar «no derogaron los aspectos más lesivos de la reforma laboral del PP», refiriéndose a las «facilidades» en el despido. También ha puesto el foco en los «recortes» en las pensiones realizados en los últimos años -a pesar de que se actualizan con el IPC, distanciándose cada vez más de los salarios-. «Tampoco parece que haya voluntad real en una reducción de la jornada laboral más allá de poco más que lo cosmético», añadió, para posteriormente indicar que 37,5 horas «ya es una jornada habitual en muchos sectores» y diciendo que «35 horas semanales tendría que ser el objetivo que marcase el propio Gobierno».