Milei refuerza la batalla por la Ciudad en los bastiones clásicos de sus rivales: de “La Matanza de Pro” al Sur peronista
Las comunas donde el macrismo y el PJ consiguieron sus mejores resultados en la Capital son los lugares donde LLA concentra sus esfuerzos de campaña

A las 17.29 del viernes 9 de mayo, Javier Milei se sube a la Toyota SW4 negra en el punto donde Avenida del Libertador se encuentra con Monroe, en pleno Belgrano. El Presidente, que viste una campera y pantalones cargo oscuros, acaba de terminar un acto fugaz por la inauguración de un nuevo local partidario de La Libertad Avanza (LLA), situado en Lidoro José Quinteros al 1400. Cuando Milei tomó el micrófono, escoltado por su hermana, Karina, dio un encendido discurso y arengó a sus votantes más ideologizados con consignas nítidas: LLA es el mejor antídoto para terminar con el kirchnerismo “nefasto” y Pro ya es una segunda marca. “El domingo arrasamos”, arriesgó, después de que enseñara un rosario de críticas a la gestión de Jorge Macri.
Belgrano forma parte de la comuna 13 junto a Núñez y Colegiales, una de las zonas de la Capital que, por su carácter decisivo, concentraron las actividades de campaña de los macristas y libertarios, quienes protagonizarán un duelo aparte en los comicios legislativos del domingo próximo. Es uno de los territorios del mapa porteño donde Pro suele conseguir buenos resultados y que ahora los Milei quieren pintar de violeta.
Cuando Jorge Macri fue electo, en 2023, los amarillos obtuvieron en Belgrano y Núñez el 63% de los votos y le sacaron casi 50 puntos de diferencia a la boleta de Ramiro Marra, entonces postulante de LLA. Hace casi dos años, Patricia Bullrich también se impuso por amplio margen con el 54% en esta circunscripción electoral de la Capital en la categoría de aspirantes a presidente. En la elección general de octubre, le sacó una ventaja de alrededor de 60.000 sufragios a Milei. El PJ se ubicó en segundo lugar en ambas competencias con 22% (unos 37.000 votos).
Si bien el postulante es Adorni, el Presidente se movió como un candidato en campaña en Belgrano: firmó remeras espantadas con la serpiente cascabel en espiral de la bandera Don’t tread on me, ícono del liberalismo en EE.UU, ejemplares de libros y hasta una maqueta de cartón de una motosierra, uno de los símbolos de su “batalla cultural”. Fueron las ofrendas que le entregaron sus militantes para rendirle pleitesía. “Olé, olé, olé, olá, no tengo dudas a quién votar. Votamos a Adorni, porque el Pro ya no va más”, corearon los seguidores libertarios. Desde el escenario, Milei agitó sus brazos y les pidió que “no tomen copias baratas” de LLA.
Los feligreses saltaron al ritmo de Panic Show y alentaron al vocero Manuel Adorni, el candidato que plantó Milei en la Capital para la disputa con los Macri. “Javito y el domador de zurdos [por Adorni]”, celebró un joven que llegó a estrecharle la mano al Presidente tras varias intentonas. Ramiro, que viajó desde San Isidro para sacarse una selfie con Milei, contó: “Me falta Karina, la última carita para llenar el álbum”.
Darío Wasserman, vicepresidente del Banco Nación y operador en las sombras del armado porteño; Federico Sharif y Fernando “Tato” Menem hicieron acto de presencia y observaron la escena ritual de LLA desde un costado. De fondo se colaban reproches al armado territorial de Karina Milei y los Menem: “Limpian el partido”. Pero Pilar Ramírez, lugarteniente del partido en el distrito y soldado fiel de “El Jefe”, le quitó relevancia al mensaje.
El cordón de seguridad que improvisaron los custodios, dirigentes y militantes libertarios -entre ellos, el tiktoker Iñaki Gutiérrez- para abrirle camino a Milei al auto se desarma en un pestañeo. Cuando el primer mandatario se sube con paso cansino a la Toyota SW4 negra, un grupo de jóvenes universitarios irrumpe en la escena y el clima comienza a crisparse.
La mayoría de ellos estudian en la UBA o la UTN y son íntimos amigos desde hace años. Cuando se enteraron de que Milei estaría en Belgrano para encabezar un acto político, decidieron acercarse al lugar para increparlo. Están parados a metros del café Lidoro y se turnan para vociferar vituperios contra el Presidente. “Estafador”, le grita Ezequiel, de 29 años, quien trabaja como DJ en sus horas libres. Le reprochan al Gobierno el veto a la ley de financiamiento universitario y el impacto del ajuste en el salario del personal docente y no docente de las casas de estudio. “Más casta que esto no hay; ¿quién paga este acto? ¿Vino a hacer política y cortan el tránsito? No puede pasar la ambulancia”, remata a Ezequiel, que prefiere no identificarse con una fuerza política.
Uno de sus amigos refuerza el reclamo a Milei: “Dejen de reprimir a los jubilados”. Los bramidos descolocan a los integrantes fieles de la organización libertaria. Primero, intentan silenciarlos con gestos o largos chistidos. Luego, un par de ellos deciden confrontar. “¡Cállate, planero!”, se escucha. Un veinteañero se anima a caminar hasta las vallas para enfrentar a los críticos. En un tenso intercambio, se desafían a pelear. Están cara a cara. “Vine acá a mear a los zurdos”, exclama el joven libertario. Dos efectivos de la policía de la ciudad se acercan para disuadir.
¿Amarillo, violeta o azul?
En la disputa electoral que librarán el domingo próximo Adorni, el candidato de La Libertad Avanza, y Silvia Lospennato, cabeza de la lista de Pro, barrios como Belgrano, Palermo o Recoleta constituyen la línea de frente. Históricamente, las comunas del macrismo se concentran en el norte de la ciudad de Buenos Aires y las peronistas, en el sur. No obstante, la irrupción del fenómeno de Milei alteró la configuración del mapa político porteño desde 2021, cuando el economista se sometió por primera vez a un test de adhesión en las urnas. Sus votos se solapan con los de Pro y el PJ en todo el tablero.
Mientras los primos Macri intentarán revalidar la hegemonía de Pro en el distrito y se aferran al artefacto de poder de la Ciudad, pieza vital de su blindaje, los hermanos Milei buscarán exhibir la potencia de la escudería de LLA en el emblemático bastión de los amarillos. Por eso, procuran que las comunas donde Pro suele lograr su mejor desempeño cambien de signo político y los votantes que habitan esos barrios se decanten masivamente por la opción violeta. El frente que nuclea a las diversas ramas del peronismo y del kirchnerismo en la ciudad ha conseguido su performance más eficaz en las comunas 8 (Villa Soldati y Lugano) y la 4 (Liniers, Mataderos, La Boca y Parque Patricios).
Además de revalidar los títulos del PJ en las comunas del sur, Leandro Santoro (Es Ahora Buenos Aires), que parte con ventaja por la división de la oferta de la derecha, según la mayoría de las encuestas, confía en preservar los apoyos que consiguió en el corredor oeste -que se extiende por la avenida Rivadavia- y en algunos barrios de la zona norte, donde cree que ganó cierta representación en la discusión sobre el nuevo Código Urbanístico. En 2023, en la pelea por la Jefatura de Gobierno, Santoro superó a Macri en la comuna 8 -obtuvo el 41,9% frente al 33,1% de Pro- y lo empardó en la circunscripción electoral que incluye a Pompeya o La Boca, con el 39,2% de los votos. “Acá se ve mucha desidia de la gestión de Jorge Macri. Lo mínimo que hay son esos yuyos del cantero, pero todo el día pasan los pibes drogados que salen de la villa o hay basurales por todos lados. No le prestan atención como a la zona norte”, describe Nelson, dueño de la remisería El Gavilán, en Pedernera y Avelino Díaz.
En el cuartel general de LLA se jactan de que su voto es transversal en todas las comunas de la ciudad. Por caso, los rendimientos más auspiciosos de la boleta de Milei se dieron en el sur, donde manda el peronismo. En 2023, Marra cosechó el 19,8% en Villa Lugano y Soldati, y logró el 16,5% en Parque Avellaneda, Mataderos o Liniers. No es casual que Milei haya hecho su primera incursión en la campaña porteña para apuntalar a Adorni con un acto masivo en Lugano. En Belgrano, en cambio, su convocatoria fue mucho más reducida.
Con ese mapa en la cabeza, el último sábado los ministros de Milei -desde Patricia Bullrich hasta Federico Sturzenegger- o los referentes de las milicias digitales de LLA, como Daniel Parisini, alias “Gordo Dan”, desembarcaron en los circuitos porteños donde se encuentran los votos clave que inclinarán el resultado definitivo de un lado o de otro. Es decir, los apoyos cruciales para ganar o perder la elección frente al peronismo, porque los libertarios están convencidos de que Adorni doblegará sin escollos a Lospennato en la pelea por el voto antiperonista. “Estamos empatados con Santoro; el Pro se va a comer una paliza”, dicen en el búnker de LLA.
“La Matanza de Pro”
En la sede partidaria de Pro en Balcarce 412 siguen con atención las variaciones de las últimas encuestas tras el escándalo por el fracaso de la votación de la ley de ficha limpia en el Congreso. Están convencidos de que las últimas 48 horas serán vitales en la reñida pulseada con LLA. Concentran su atención en las circunscripciones electorales que han sido bisagra para Pro: las comunas 2, 13 y 14.
La plaza Vicente López y Planes, en el corazón de Recoleta, se convirtió en uno de los escenarios centrales de la batalla entre macristas y libertarios. Hasta allí fue Macri hace unos días a charlar con vecinos. Y Karina Milei lo eligió como el sitio para anunciar la afiliación de Patricia Bullrich a LLA, una postal con la que buscó dar un golpe de efecto. Hoy, en tanto, el Presidente acompañará a Adorni al cierre de su campaña en el Parque Mitre, a metros de la embajada británica.
En la política porteña se conoce a la comuna 2 como “La Matanza de Pro”. Es que así como el distrito matancero es el principal bastión del PJ en Buenos Aires, Recoleta ha sido el lugar donde el macrismo consiguió sus mejores desempeños desde que gobierna la ciudad en 2007. Por ejemplo, en 2023 Jorge Macri se alzó en este circuito con el 66% de los votos y superó por 40 puntos a Santoro (UxP) y por casi 50 a Marra (LLA). En octubre de ese año, Bullrich logró allí una ventaja similar sobre sus competidores Sergio Massa y Milei.
Alrededor de las 13 del sábado 10 de mayo, Cristina y Javier caminan bajo el sol en la Plaza Vicente López, situada entre las calles Montevideo, Arenales y Paraná. Son jubilados y se casaron hace 55 años. “No sé a quién voy a votar”, confiesa ella, mientras le pide un volante de Paula Oliveto, la candidata de Elisa Carrió, al diputado de la Coalición Cívica Juan Manuel López, quien llegó temprano para seducir a los indecisos en la capital del poder del macrismo. Ella luce poco entusiasmada con la contienda del próximo domingo. Desconfía de todos después del rechazo del Senado a la ficha limpia y objeta la gestión de Jorge Macri, sobre todo, por la suciedad que nota en los espacios públicos. Días atrás se topó con el expresidente en la plaza y le reclamó unidad y que deje atrás la pelea con Milei: “No se puede, no nos escuchan”, le respondió Macri.
Su marido, un extrabajador del Poder Judicial de 75 años, se muestra escéptico frente a la “mezquindad y el egoísmo” de los dirigentes que se oponen al kirchnerismo. No comprende las razones de la fractura entre Macri, Bullrich o Milei e, incluso, Larreta. “Tienen que dar un paso para atrás y buscar puntos en común”, reclama. Ella lo interrumpe: “A mí Karina Milei no me gusta nada”, lanza.
Dos jóvenes se muestran titubeantes frente a la elección y poco fervorosos. Se quejan, sobre todo, de la fragmentación de fuerzas. “¿Por qué Marra no está con Milei?”, inquiere uno de ellos.
Entre tanto, Ricardo Sánchez Acosta, de 72 años, se acerca a una de las máquinas que se instalaron en la plaza para simular la votación con la boleta única electrónica. Es licenciado en Economía y vecino de Ricardo López Murphy, quien intentó seducirlo para que se involucrara en política. Pero está desencantado, sobre todo, por la caída de ficha limpia. “Es una pena”, se lamenta. Si bien duda, anticipa su voto: “Me gusta esta chica”, suelta mientras señala el rostro de Lospennato en una boleta.
Las comunas bisagra del Sur
En la escuela Francisco Jacques, situada en Lautaro 1440, a la salida de la villa 1-11-14, Massa doblegó a Bullrich y Milei en las presidenciales de 2023 con el 44% de los votos. El establecimiento queda a media cuadra de la casa de Alicia, una jubilada de 74 años. Faltan pocos minutos para las 14 del sábado y ella decidió salir a barrer la vereda. Se queja por la inseguridad y dice que no sintió que la inflación haya bajado. Relata que camina unas quince cuadras con su chango para hacer compras en los locales donde consigue mejores precios. Alicia cobra la jubilación mínima, de unos 296.000 pesos. No quiere revelar su voto, pero da pistas. “Yo estoy con los míos, nunca con los que gasean a los jubilados”, advierte.