Marath Bolaños López*: Hacia la semana laboral de 40 horas
Algunos conciben el 1º de mayo como un día meramente festivo. Pero no lo es. Se trata de un día para recordar y, sobre todo, reivindicar a los Mártires de Chicago: un grupo de sindicalistas que fueron condenados a muerte por luchar a favor de la reducción de las horas de trabajo. En sus pancartas se leía: “Ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa”. Este lema sintetizaba una postura que es tanto política como existencial: en la vida de las personas debe existir un balance entre el trabajo, el descanso y el disfrute.
