Lula se quebró al recordar a su amigo y aliado Mujica en un emotivo discurso en el que destacó su “grandeza humana”
El presidente brasileño habló desde Pekín y confirmó que viajará para el funeral
PEKÍN.- La partida del “presidente más pobre del mundo”, como solían definir a José “Pepe” Mujica los medios internacionales, desató una ola de mensajes de líderes latinoamericanos y referentes de la izquierda internacional.
El más sentido de todos fue el del presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, su gran amigo y aliado regional, que resaltó “su grandeza humana”.
“La sabiduría de sus palabras formó un verdadero canto de unidad y fraternidad para América Latina”, escribió el mandatario brasileño desde Pekín, donde culmina una visita de Estado.
“Yo conozco mucha gente, muchos presidentes, muchos políticos, pero ninguno se iguala a la grandeza del alma de Pepe Mujica”, dijo.
Visiblemente conmovido y con la voz quebrada, Lula se subió a un estrado en el marco de la cumbre ministerial entre China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), y habló durante tres minutos de su colega y amigo, a quien visitó por última vez a fines del año pasado. Recordó la charla que tuvieron entonces y aseguró que “la carne se va, pero las ideas quedan”.
Lula reconoció en su discurso que viajará desde China a Brasil y luego a Montevideo para despedirse de Mujica, porque “lo mínimo que uno puede hacer es despedirse de las personas que le sirvieron e referencia, como demostración de mucha dignidad y mucho respeto”.
El brasileño, que tejió una gran cercanía con Mujica a lo largo de los años, le entregó en diciembre la máxima condecoración de su país en una ceremonia en Montevideo junto a Gustavo Petro, el mandatario de Colombia.
El discurso completo de Lula sobre Pepe Mujica
El día comenzó muy mal, muy triste por la muerte del compañero Pepe Mujica.
Pepe Mujica no fue apenas un militante de izquierda, no fue un senador o un diputado o un presidente de Uruguay. Pepe Mujica era un ser humano muy importante para la democracia, para los sectores progresistas de la sociedad, para la izquierda. Creo que si no hubiera nacido, tendría que nacer otra vez para que la gente tuviera un ejemplo de ser humano con mucha dignidad, con mucho respeto, con mucha solidaridad y con mucho coraje. Pretendo llegar a Brasilia e ir al velorio de Pepe, porque lo mínimo que uno puede hacer es despedirse de las personas que le sirvieron de referencia, como demostración de mucha dignidad y mucho respeto.
Yo conozco mucha gente, muchos presidentes, muchos políticos, pero ninguno se iguala a la grandeza del alma de Pepe Mujica. Él era efectivamente una figura excepcional.
Cuando lo visité ahora en Uruguay, tenía la certeza de que era la última vez que lo iba a ver con vida, porque él mismo decía que estaba en el fin. No escondió en ningún momento la gravedad ni la evolución de su enfermedad. Mientras que hay personas que, estando como él, se esconden, la familia no habla, la prensa no sabe, Mujica lo dijo a cada instante.
La última vez que lo vi, sentado conmigo, me dijo: “Lula, me estoy yendo”. Y con la mayor serenidad y tranquilidad con la que me dijo eso, así fue que gobernó Uruguay.
Quien tuvo amistad con Pepe Mujica saben que es muy difícil encontrar dos o tres personas en el mundo con el carácter de él, con la dignidad de él, con la postura de él. Él nos deja, y la carne se va, pero las ideas se quedan. Yo espero que las personas que están acá aprovechen las ideas y las enseñanzas de Pepe Mujica.
Agencia AFP y diario El País (GDA)