Los aranceles incrementarán la inflación en los Estados Unidos
Los aranceles han estado en el centro de la agenda política del presidente Trump desde su regreso a la Casa Blanca

Algunos términos utilizados en lenguajes especializados se incorporan al lenguaje cotidiano cuando situaciones coyunturales hacen que dichos términos sean difundidos en forma extensiva. Tal es el caso de los aranceles, vocablo muy usado en el comercio exterior, pero que ahora encontramos en gran numero de notas periodísticas, relacionadas con la preocupación de los gravámenes que el Gobierno de los Estados Unidos amenaza con imponer a todos los productos que importa el vecino del norte.
Pero ¿qué son los aranceles? Un arancel (del árabe andalusí al-inzál, ‘el alojamiento’)es un tributo que se aplica al transporte de mercancía, es decir, a todos los bienes que son objeto de exportación e importación. Por extensión, se refiere a toda clase de tributos. El más frecuente es el impuesto que se cobra sobre las importaciones. También existen aranceles a las exportaciones y de tránsito, que gravan los productos que entran en un país con destino a otro.
Cuando un buque llega a un puerto aduanero, un oficial de aduanas inspecciona el contenido de la carga y aplica un impuesto de acuerdo con la tasa estipulada para el tipo de producto. Debido a que los bienes no pueden ser nacionalizados (incorporados a la economía del territorio receptor) hasta que no sea pagado el impuesto, es uno de los impuestos más sencillos de recaudar. La entrada, salida y venta clandestina de mercancías, sin pagar los aranceles correspondientes, es considerada contrabando.
Pero el dinero que se requiere para pagar los aranceles no proviene de las empresas extranjeras que producen esos bienes. La empresa que realiza la importación paga el dinero a la entidad recaudadora del país en el que ingresa la mercancía. En la mayoría de los casos, eso significa que el consumidor termina pagando el arancel. Por ello los aranceles tienen un efecto inflacionario, especialmente en los Estados Unidos, el primer país importador del mundo.
El presidente Donald Trump ha descrito los aranceles como una herramienta multiuso con la que busca castigar a otros países por prácticas comerciales desleales, evitar que las empresas estadounidenses se trasladen al extranjero y obtener miles de millones de dólares para reducir el déficit federal que tienen los Estados Unidos.
Los aranceles han estado en el centro de la agenda política del presidente Trump desde su regreso a la Casa Blanca, como mecanismo de presión internacional y como eje de su plan económico.
“Para mí, la palabra más hermosa del diccionario es arancel. Y es mi palabra favorita”, dijo Trump durante una entrevista en el Club Económico de Chicago durante su campaña electoral. Después de poco más de tres meses de Gobierno, el presidente republicano lo ha demostrado.
Con promesas de reducir la deuda nacional y reequilibrar el comercio global, Trump ha promulgado aranceles drásticos contra socios comerciales importantes y sectores clave, incluidos el acero y el aluminio, mientras amenaza con más aranceles sobre los ya impuestos.
El presidente, además, ha insistido con la idea de que usa los aranceles para impulsar la industria manufacturera de los Estados Unidos, crear empleos y recaudar miles de millones de dólares para ayudar a financiar otras iniciativas políticas.
En efecto, Trump aplicó un arancel del 10% a las importaciones de China que después duplicó hasta llevarlo al 20% y que China respondió en la misma medida.
En marzo Trump anunció aranceles del 25% a todo el acero y el aluminio importados a Estados Unidos, lo que rápidamente desató una ola de reacciones: la Unión Europea, afectada por primera vez por aranceles estadounidenses más altos desde que Trump regresó a la Casa Blanca, respondió en cuestión de horas con contramedidas a las exportaciones de productos estadounidenses. Canadá también anunció represalias. El 2 de abril, ambos países miembros del TMEC quedaron al margen de la imposición de estos últimos gravámenes. Fue la primera vez en el segundo mandato de Trump que se aplica un conjunto de aranceles a todos los países, con excepción de los dos países vecinos de la Unión Americana.
Trump ha descrito los aranceles como una herramienta multiuso con la que busca castigar a otros países por prácticas comerciales desleales, evitar que las empresas estadounidenses se trasladen al extranjero y obtener miles de millones de dólares para reducir el déficit federal.