Lo que aprendimos

Seis meses. Seis meses de aquel infortunado 29 de octubre que segó la vida de tantas familias vecinas. Seis meses en los que hemos aprendido de nuevo que la Justicia, con mayúsculas, es y debe ser contrapoder para sacar la verdad a la luz y buscar responsables.

Seis meses en los que los medios de comunicación, en especial los nuestros, los de aquí, demostraron que antes de periodistas son vecinos y fueron capaces de sobreponerse y acercar a sus conciudadanos el drama de aquellos días.

Seis meses en los que hemos aprendido que a nuestros políticos no les gusta asumir responsabilidades y juegan a la patada hacia adelante, que diría un jugador de rugby, o ver la paja en el ojo ajeno antes que la viga en el propio. Entre ellos, dos presidentes, el de la Comunitat y el de Moncloa, que, si bien son los responsables máximos, no son iguales. Uno no estuvo a la altura en esos días y al otro, mal que nos pese, los valencianos le importamos muy poco. No quiero imaginarme cómo hubiese sido su actuación y cómo habrían llegado las ayudas si este drama hubiese ocurrido en alguna comunidad clave para su Gobierno, esas donde mandan los que le apoyan en las Cortes.

En esos seis meses hemos aprendido que la sociedad civil debe organizarse por su cuenta y no esperar todo de papá y mamá Estado. La gran mayoría de nuestros servidores públicos actuaron como se esperaba, pero lo que nos dio esperanzas, en especial a las víctimas, fue la marea de vecinos voluntarios llegados de Valencia y de toda España.

Seis meses cuyas lecciones aprendimos pero, por desgracia, con el tiempo olvidaremos. Por más que nos pese. La Justicia no lo hará, menos mal, y seguirá su marcha. Veremos si lo que dicta finalmente tendrá o no consecuencias penales, políticas y tomemos entre todos medidas para que no vuelva a repetirse otro 29 de octubre.