Las lluvias han dejado las terrazas llenas de moho: así lo quitan los profesionales
Aunque aún persisten algunos restos del mal tiempo, poco a poco empiezan a aparecer los días soleados y las temperaturas elevadas. Las lluvias han deteriorado patios y terrazas, pero para devolverles su buen aspecto, lo más eficaz es recurrir a las técnicas de limpieza que emplean los profesionales. Las precipitaciones han dejado como resultado humedad, moho y suciedad acumulada en estas zonas exteriores. Sin embargo, con los procedimientos adecuados es posible restaurarlas por completo y dejarlas listas para disfrutar durante los meses de verano. Antes de comenzar con la limpieza de un patio o terraza, es fundamental identificar el tipo de material del pavimento. No se limpia igual un suelo de terrazo que uno de barro cocido, madera o ladrillo. Cada superficie tiene sus particularidades y requiere un tratamiento específico para no dañarla y garantizar un buen resultado. Índice de Contenidos (9) Para suelos de terrazo rojo Suelos de ladrillo rojizo Suelo de terraza de barro cocido Suelo con manchas blancas Suelos de madera Suelos de cerámica Suelos de composite Suelos de piedra ¿Por qué aparece moho en el suelo de la terraza? Para suelos de terrazo rojo Imagen | Suelos rústicos Es uno de los elementos más habituales a la hora de darle forma a la terraza. Esas populares losetas cuadradas o rectangulares en color marrón rojizo pueden estar echas a su vez de barro cocido o de ladrillo. Y en cada caso, habrá una solución distinta a aplicar. Suelos de ladrillo rojizo Uno de los pavimentos exteriores más habituales en tonos rojizos es el ladrillo. Este acabado ofrece una gran resistencia y larga vida útil y es una opción muy valorada. Para conservarlo en buen estado hay que prestar atención a estos pasos: Lo primero es quitar la suciedad superficial. Puedes usar una escoba o, si lo prefieres, un manguerazo con agua destilada, que ayuda a evitar marcas de cal. Luego toca limpiar en profundidad con una mezcla de agua y jabón neutro. Para mejorar el resultado puedes usar un cepillo con el que frotar bien toda la superficie. Y para terminar, aclarar con abundante agua y así eliminar cualquier resto de producto. En caso de que el suelo esté muy sucio por la presencia de moho o humedad, se puede usar una solución de agua con lejía (en proporción 7:3), o recurrir a productos específicos. Suelo de terraza de barro cocido Imagen | Leroy Merlin Si tu terraza cuenta con un suelo de barro cocido, es importante tener en cuenta ciertos cuidados específicos para mantenerlo en buen estado. Este tipo de material no solo destaca por su estética rústica y cálida, sino también por su resistencia y larga duración y es muy habitual en muchas viviendas. El barro cocido es un material altamente poroso, lo que significa que no solo absorbe el agua con facilidad, sino también cualquier tipo de mancha Para limpiarlo correctamente, hay que comenzar, como en el caso anterior, retirando la suciedad superficial con una escoba para de esta forma eliminar polvo, hojas o restos vegetales. A continuación, toca fregar bien toda la superficie. Se puede usar una mezcla de agua y lejía, pero como hemos dicho en otras ocasiones cuando se trata de usar lejía, antes es mejor probar la solución en una pequeña zona poco visible para asegurarse de que no daña el material. En Xataka Smart Home Terrazas y azoteas privativas. La ley deja claro lo que está prohibido hacer Una vez aplicado, aclarar con abundante agua usando una manguera o usando el método tradicional, con un cubo y la fregona bien empapada. En el caso de suelos que presenten manchas oscuras causadas por humedad o moho, lo más recomendable es utilizar productos específicos para pavimentos porosos, que permiten una limpieza más profunda y eficaz sin deteriorar el acabado. Si no se quiere usar lejía, una alternativa más natural pasa por usar agua con vinagre. Otra opción efectiva es aplicar cera vegetal: basta con pasar una fregona bien escurrida impregnada con este producto para limpiar y proteger la superficie. Una vez impermeabilizado, su mantenimiento es sencillo: basta con barrer con regularidad y fregar con agua y un detergente neutro para conservar su aspecto original. Suelo con manchas blancas Imagen | Suelos Rústicos Pero además del moho y la suciedad, en el suelo pueden aparecer unas antiestéticas manchas blancas. Oca

Aunque aún persisten algunos restos del mal tiempo, poco a poco empiezan a aparecer los días soleados y las temperaturas elevadas. Las lluvias han deteriorado patios y terrazas, pero para devolverles su buen aspecto, lo más eficaz es recurrir a las técnicas de limpieza que emplean los profesionales.
Las precipitaciones han dejado como resultado humedad, moho y suciedad acumulada en estas zonas exteriores. Sin embargo, con los procedimientos adecuados es posible restaurarlas por completo y dejarlas listas para disfrutar durante los meses de verano.
Antes de comenzar con la limpieza de un patio o terraza, es fundamental identificar el tipo de material del pavimento. No se limpia igual un suelo de terrazo que uno de barro cocido, madera o ladrillo. Cada superficie tiene sus particularidades y requiere un tratamiento específico para no dañarla y garantizar un buen resultado.
Índice de Contenidos (9)
Para suelos de terrazo rojo
Es uno de los elementos más habituales a la hora de darle forma a la terraza. Esas populares losetas cuadradas o rectangulares en color marrón rojizo pueden estar echas a su vez de barro cocido o de ladrillo. Y en cada caso, habrá una solución distinta a aplicar.
Suelos de ladrillo rojizo
Uno de los pavimentos exteriores más habituales en tonos rojizos es el ladrillo. Este acabado ofrece una gran resistencia y larga vida útil y es una opción muy valorada. Para conservarlo en buen estado hay que prestar atención a estos pasos:
Lo primero es quitar la suciedad superficial. Puedes usar una escoba o, si lo prefieres, un manguerazo con agua destilada, que ayuda a evitar marcas de cal.
Luego toca limpiar en profundidad con una mezcla de agua y jabón neutro. Para mejorar el resultado puedes usar un cepillo con el que frotar bien toda la superficie.
Y para terminar, aclarar con abundante agua y así eliminar cualquier resto de producto.
En caso de que el suelo esté muy sucio por la presencia de moho o humedad, se puede usar una solución de agua con lejía (en proporción 7:3), o recurrir a productos específicos.
Suelo de terraza de barro cocido
Si tu terraza cuenta con un suelo de barro cocido, es importante tener en cuenta ciertos cuidados específicos para mantenerlo en buen estado. Este tipo de material no solo destaca por su estética rústica y cálida, sino también por su resistencia y larga duración y es muy habitual en muchas viviendas. El barro cocido es un material altamente poroso, lo que significa que no solo absorbe el agua con facilidad, sino también cualquier tipo de mancha
Para limpiarlo correctamente, hay que comenzar, como en el caso anterior, retirando la suciedad superficial con una escoba para de esta forma eliminar polvo, hojas o restos vegetales.
A continuación, toca fregar bien toda la superficie. Se puede usar una mezcla de agua y lejía, pero como hemos dicho en otras ocasiones cuando se trata de usar lejía, antes es mejor probar la solución en una pequeña zona poco visible para asegurarse de que no daña el material.
Una vez aplicado, aclarar con abundante agua usando una manguera o usando el método tradicional, con un cubo y la fregona bien empapada.
En el caso de suelos que presenten manchas oscuras causadas por humedad o moho, lo más recomendable es utilizar productos específicos para pavimentos porosos, que permiten una limpieza más profunda y eficaz sin deteriorar el acabado.
Si no se quiere usar lejía, una alternativa más natural pasa por usar agua con vinagre. Otra opción efectiva es aplicar cera vegetal: basta con pasar una fregona bien escurrida impregnada con este producto para limpiar y proteger la superficie.
Una vez impermeabilizado, su mantenimiento es sencillo: basta con barrer con regularidad y fregar con agua y un detergente neutro para conservar su aspecto original.
Suelo con manchas blancas
Pero además del moho y la suciedad, en el suelo pueden aparecer unas antiestéticas manchas blancas. Ocasionadas por fugas de agua en tuberías o por la evaporación del agua mezclada con la pasta o mortero en suelos recién puestos, en estos casos la solución pasa por usar quitacementos, un producto específico para las manchas de mortero.
En este caso, hay que seguir las instrucciones del fabricante y diluir el producto en las arias de agua que no se puede aplicar de forma directa. Una vez creada la mezcla, actuar unos cinco minutos y luego eliminar con abundante agua.
Para suelos antiguos, se puede usar un producto abrillantador capaz de eliminar las manchas blancas que pueden aparecer a causa de la cal, mezclado siempre con agua y usando la fregona para aplicarlo. El proceso hay que repetirlo tantas veces como sea necesario.
Suelos de madera
Los suelos de madera requieren un cuidado especial, ya que este material es sensible a las variaciones de temperatura y humedad, factores que dependen en gran medida del clima de la zona.
De partida es fundamental realizar un mantenimiento periódico, aplicando aceite de teca al menos dos veces al año. Se debe aplicar una primera capa y dejar que la madera la absorba por completo; tras unas siete horas, se recomienda extender una segunda capa para reforzar la protección. En caso de que la superficie presente manchas o un tono grisáceo, se aconseja lijar suavemente con una lija de grano fino, sin ejercer demasiada presión, y posteriormente aplicar el aceite.
Para la limpieza diaria, basta con utilizar agua o un limpiador específico para madera. Durante los días de altas temperaturas, se recomienda humedecer ligeramente la superficie con agua para evitar que se agriete o reseque.
Suelos de cerámica
Los suelos de cerámica se caracterizan por su alta resistencia y por requerir un mantenimiento menor en comparación con otros tipos de pavimentos exteriores. Para su correcta limpieza, se aconseja comenzar revisando el estado de las juntas. En caso de que presenten suciedad, se debe preparar una solución de agua con lejía y utilizarla para frotar tanto las juntas como las esquinas.
Ante la presencia de manchas localizadas, se puede aplicar un desengrasante directamente sobre la zona afectada y, posteriormente, aclarar toda la superficie con agua a presión, preferentemente con manguera. También resulta eficaz el uso de amoníaco diluido en agua, especialmente cuando se necesita eliminar restos de grasa acumulada.
Suelos de composite

Quizás lo hayas visto y confundido con cerámica, pero el suelo de composite es distinto (es un material que mezcla fibras de madera con polímeros termoplásticos) y cómo tal, requiere cuidados específicos. Es un acabado que imita el aspecto de la madera sin requerir los cuidados intensivos propios de esta.
Para su limpieza, se recomienda el uso de una hidrolimpiadora, que permite eliminar eficazmente la suciedad acumulada en las ranuras. También puede optarse por un cepillo de cerdas suaves junto con un detergente con pH neutro, finalizando con un enjuague mediante manguera.
Una vez aclarada la superficie, se aconseja retirar el exceso de agua utilizando un haragán específico para suelos, a fin de evitar la formación de cercos blanquecinos al secarse.
Suelos de piedra
La principal ventaja de los suelos de piedra natural es su elevada resistencia frente a las condiciones climáticas del exterior, además de que su limpieza no suele presentar grandes complicaciones.
Para una limpieza efectiva, se recomienda preparar una solución de agua con un detergente suave, aplicar sobre la superficie y aclarar con abundante agua. Una vez limpia y seca, se sugiere elaborar una mezcla de aguarrás y aceite de linaza, que deberá aplicarse uniformemente sobre toda la superficie. Esta combinación ayuda a proteger y realzar el aspecto natural de la piedra, aportándole brillo y una capa de impermeabilización.
¿Por qué aparece moho en el suelo de la terraza?
El moho puede desarrollarse en todo tipo de superficies al aire libre, no solo en zonas húmedas. Se trata de organismos como hongos, bacterias y esporas que aparecen en forma de manchas opacas y, con el tiempo, se extienden y se adhieren fuertemente, formando capas oscuras difíciles de eliminar. Las superficies exteriores, al estar constantemente expuestas a la intemperie, son especialmente vulnerables a su aparición.
Factores como la lluvia, la humedad persistente, la falta de sol y la escasa ventilación favorecen notablemente su desarrollo. Es común que estas formaciones, junto con musgos, algas y líquenes, aparezcan sobre todo en áreas orientadas al norte, donde la luz solar incide con menor intensidad.
Foto de portada | Marbec
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Las lluvias han dejado las terrazas llenas de moho: así lo quitan los profesionales
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por
Jose Antonio Carmona
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