Las dos mejores formas de tomar el jengibre, según un nutricionista
El jengibre es un producto que se ha hecho un hueco en las cocinas de muchas personas por la cantidad de beneficios que ofrece a la salud.

El jengibre ha dejado de ser un desconocido en las cocinas de España. Es un condimento exótico que ha llegado para quedarse en nuestros hogares y que se caracteriza por su sabor y aroma. Está muy bien valorado por tener cualidades terapéuticas que son desconocidas para muchas personas. Quizás su efecto antiinflamatorio es uno de los beneficios más conocidos.
La planta procede de bosques tropicales de India, China y otros países del sur de Asia. A Europa llegó hace muchos siglos, pero su consumo se popularizó en la época del imperio romano. Es un producto que se encuentra fácilmente en platos de la gastronomía asiática. A pesar de que es un alimento que lleva tiempo en nuestro país, todavía existen muchos que todavía no saben cuál es la mejor forma de tomar el jengibre.
Los dos modos de tomar el jengibre
El nutricionista y entrenador personal, Álex Yáñez, ha explicado las dos maneras en las que se puede tomar el jengibre. La primera de ellas es en infusión. Ha asegurado que se puede rayar o echar directamente en el típico especiero. "Siempre poquito porque es un sabor muy fuerte y muy especial", ha añadido.
Por otro lado, asegura que también se puede tomar en arroz. "Su utiliza mucho en la medicina de Tailandia y Vietnam", ha contado. Además, ha explicado que se puede añadir en trozos o en polvo por encima del arroz sin quitar el sabor.
Beneficios del jengibre
Desde hace muchos años se conocen las propiedades que tiene el jengibre. Se suele usar para mejorar las digestiones, pero también para reducir las náuseas o combatir la gripe y el resfriado común. Estos beneficios vienen del gingerol que posee efectos antiinflamatorios y antioxidantes. Su uso es común por las personas con osteoartritis, puesto que se ha demostrado que es eficaz para reducir el dolor articular.
Existen estudios sobre los efectos que puede tener para reducir los niveles de azúcar en la sangre o mejorar algunos factores de riesgo de enfermedades cardíacas de personas con diabetes de tipo 2. Por otro lado, existen algunas contraindicaciones. Y es que si se consumo en exceso puede llegar a provocar dolor de estómago, gases, acidez estomacal o ardor en la boca.
Tampoco es recomendable su consumo para personas que toman anticoagulantes o fármacos para la hipertensión, personas con problemas de corazón o hemofilia, entre otros.