La
fiesta del
Barça en Sevilla tras liquidar al Madrid en el tramo final de la prórroga tuvo una celebración triple. Primero los jugadores lo celebraron a lo grande en el
césped de La Cartuja haciéndose fotos con el trofeo y disfrutando al máximo con la afición. Antes de recibir la Copa los capitanes
Ter Stegen y
Araujo, jugadores y técnicos azulgrana le hicieron el pasillo al Real Madrid, saludando a sus jugadores y técnicos. El único que no respondió a los saludos fue
Bellingham, un mal perdedor de manual. Incluso el desnortado
Rüdiger tuvo la vergüenza de saludar a su compañero de selección
Ter Stegen.
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