La vida nunca volvió a ser la misma en Letur: seis meses después de la DANA que arrasó el paraíso del agua en Albacete
Muchas cosas han cambiado en el pueblo tras las riadas que se llevaron por delante calles, viviendas y puentes. Pero también hay lugar para el optimismo y la visión de un nuevo futuro para el lugarUn juzgado de Hellín admite a trámite una querella por presunto homicidio imprudente en Letur, a causa de la DANA En menos de 24 horas, la vida en Letur cambió para siempre. Uno de los pueblos más bellos de España, enclavado en la Sierra del Segura, fue mutilado por tres riadas que en pocas horas lo cambiaron todo. El agua arrasó con todo por su paso: viviendas, puentes, calles. Seis vidas se perdieron en estas trágicas horas. Ya nada sería lo mismo para los poco más de 900 habitantes del pueblo. Este martes 29 de abril se han cumplido seis meses desde ese día, anclado en la memoria colectiva de la localidad. El despliegue de emergencia fue intenso, rápido y efectivo. Lo explica Pedro Antonio Ruiz Santos, delegado de la Junta de Castilla-La Mancha que estuvo al pie del cañón, todos los días, durante un mes. “He vivido tragedias muy importantes. Incendios, accidentes de tráfico... Puedes ver a una localidad o a una comarca muy afectada, como ocurrió con el incendio de Yeste. Ves eventos muy complejos como el accidente de Chinchilla [de Montearagón]”, reflexiona, en referencia al ocurrido en el año 2003. Pero nada fue como la DANA. “Fue algo que no puedes prever. La alerta que teníamos era la naranja, no roja. La previsión era de 30 litros. Nadie pudo imaginarse que aguas arriba iba a caer esa cantidad. Nadie puede prepararse para eso. No sabíamos lo que iba a ocurrir”, explica el responsable político en conversación con elDiarioclm.es. Letur, seis meses tras la DANA Recuerda que ese mismo día, ese 29 de octubre, el alcalde de la localidad, Sergio Marín, acudió a dar una rueda de prensa a Albacete sobre presupuestos. “Luego se marchó para su pueblo, donde se preveían esos 30 litros, una cantidad normal”, recuerda. En realidad llegaron a ser más de 200 litros por metro cuadrado los que cayeron en la cabecera de la rambla, el barranco que normalmente está seco, desde aguas arriba de la localidad albaceteña. “Me llamó y me dijo lo que estaba ocurriendo”. Ruiz Santos llegó tras la primera riada y se quedó para la más grande, la de las 20:00 horas. Ya se estaba trabajando en las labores de rescate. “Es un momento en el que compruebas la capacidad de destrucción de la fuerza de la naturaleza. Es imposible imaginar una situación tan dantesca y te produce impotencia”, recuerda. Restaurante en Letur, meses después de la DANA Las medidas de restauración del casco antiguo permitieron que, para Navidad, las personas pudieran volver a su domicilio. Ahora, es el momento de las siguientes obras. De cambiar las calles provisionales de hormigón, de decidir qué accesos se quieren crear para la localidad. “Aquí lo que ha mandado hasta ahora ha sido la protección de las p

Muchas cosas han cambiado en el pueblo tras las riadas que se llevaron por delante calles, viviendas y puentes. Pero también hay lugar para el optimismo y la visión de un nuevo futuro para el lugar
Un juzgado de Hellín admite a trámite una querella por presunto homicidio imprudente en Letur, a causa de la DANA
En menos de 24 horas, la vida en Letur cambió para siempre. Uno de los pueblos más bellos de España, enclavado en la Sierra del Segura, fue mutilado por tres riadas que en pocas horas lo cambiaron todo. El agua arrasó con todo por su paso: viviendas, puentes, calles. Seis vidas se perdieron en estas trágicas horas. Ya nada sería lo mismo para los poco más de 900 habitantes del pueblo. Este martes 29 de abril se han cumplido seis meses desde ese día, anclado en la memoria colectiva de la localidad.
El despliegue de emergencia fue intenso, rápido y efectivo. Lo explica Pedro Antonio Ruiz Santos, delegado de la Junta de Castilla-La Mancha que estuvo al pie del cañón, todos los días, durante un mes. “He vivido tragedias muy importantes. Incendios, accidentes de tráfico... Puedes ver a una localidad o a una comarca muy afectada, como ocurrió con el incendio de Yeste. Ves eventos muy complejos como el accidente de Chinchilla [de Montearagón]”, reflexiona, en referencia al ocurrido en el año 2003.
Pero nada fue como la DANA. “Fue algo que no puedes prever. La alerta que teníamos era la naranja, no roja. La previsión era de 30 litros. Nadie pudo imaginarse que aguas arriba iba a caer esa cantidad. Nadie puede prepararse para eso. No sabíamos lo que iba a ocurrir”, explica el responsable político en conversación con elDiarioclm.es.
Recuerda que ese mismo día, ese 29 de octubre, el alcalde de la localidad, Sergio Marín, acudió a dar una rueda de prensa a Albacete sobre presupuestos. “Luego se marchó para su pueblo, donde se preveían esos 30 litros, una cantidad normal”, recuerda.
En realidad llegaron a ser más de 200 litros por metro cuadrado los que cayeron en la cabecera de la rambla, el barranco que normalmente está seco, desde aguas arriba de la localidad albaceteña. “Me llamó y me dijo lo que estaba ocurriendo”. Ruiz Santos llegó tras la primera riada y se quedó para la más grande, la de las 20:00 horas. Ya se estaba trabajando en las labores de rescate. “Es un momento en el que compruebas la capacidad de destrucción de la fuerza de la naturaleza. Es imposible imaginar una situación tan dantesca y te produce impotencia”, recuerda.
Las medidas de restauración del casco antiguo permitieron que, para Navidad, las personas pudieran volver a su domicilio. Ahora, es el momento de las siguientes obras. De cambiar las calles provisionales de hormigón, de decidir qué accesos se quieren crear para la localidad. “Aquí lo que ha mandado hasta ahora ha sido la protección de las personas y en la reposición de los daños causados. Ahora, se vienen obras que necesitan más tiempo”, resalta el representante del Gobierno regional en Albacete.
Pero también habla con optimismo. Apenas días después de la Semana Santa, Ruiz Santos explica que se ha llegado al 80% de la ocupación hotelera, contando con que hay algunos inmuebles que aún no se pueden ocupar por las obras. “Podemos decir que Letur ha vuelto a estar completo”, asevera.
Ha venido un río de gente, mucha gente está viniendo, se ve por la calle. Me da mucha alegría, porque no nos han olvidado. Porque saben que seguimos aquí"
María Dolores es una de las personas responsables del Museo Etnológico de Letur. Recuerda ese 29 de octubre como una tarde “muy incierta”. “Ha sido una época brutal”, explica. El propio museo, que lo lleva la Asociación Protectora del Patrimonio de Letur, estuvo dos meses inaccesible.
Ahora las cosas han cambiado. “Ha venido un río de gente, mucha gente está viniendo, se ve por la calle. Me da mucha alegría, porque no nos han olvidado. Porque saben que seguimos aquí”, reflexiona. María Dolores destaca que ha sido imprescindible el apoyo no solo de las administraciones públicas, sino también de particulares, empresas privadas, donaciones. “Estamos muy agradecidos a las personas que han sabido corresponder a la catástrofe”, explica.
Una oportunidad
La situación ha ido avanzando. El tejido empresarial de la zona ha entendido que deben unirse y que necesitan mostrar más fortaleza. Lo explica Carlos Aguilar, uno de los dueños del cámping Las Fuentes de Letur, que explica que tras la DANA, los empresariados se han lanzado a montar una asociación de turismo en la localidad.
“También lo hacemos por una responsabilidad que entendemos que tenemos para volver a poner esto en marcha. Porque queremos ser partícipes de cómo queremos reconfigurar nuestro pueblo. Todos entendemos que tenemos una oportunidad para que Letur esté mejor de lo que estaba, porque era maravilloso y ahora tenemos la oportunidad para crear un espacio mucho mejor del que había, más racionalizado, menos masificado y así lo creemos todos”, resalta Aguilar.
En el cámping trabajaba una de las seis víctimas de la DANA, Mónica. “Primero fue el shock. El golpe tremendo de perder a una persona de tu círculo, que es casi tu familia. No tiene sentido. Te llegas a sentir incluso culpable”, recuerda. Pero en memoria de la vida de Mónica, su pareja y su familia es que también quieren trabajar duro en seguir adelante. “El tesoro sigue ahí”, explica. Una oportunidad para volver a descubrirlo, resalta, porque a pesar de todo, sigue ahí.
Pero no todo es tan sencillo. Volvemos con el delegado de la Junta de Comunidades. Ruiz Santos señala que cada zona del casco antiguo necesita su propio proyecto, cada zona afectada tiene sus propias características. El más complejo, el del mirador donde “desembocaba todo” y que es también la zona más afectada del pueblo.
Ya se encuentra en marcha el proyecto constructivo para una solución “definitiva” que entregarán en unos meses. Mientras tanto, Tragsa tiene un proyecto de cerca de dos millones de euros para las obras de emergencia de recuperación del cauce y de limpieza. Y para antes de verano se espera un proyecto definitivo, aguas arriba que debe llegar desde la Confederación Hidrográfica del Segura.
“Lo que buscamos es que si esto remotamente pudiera volver a ocurrir, fuese sin las consecuencias trágicas”, remata Ruiz Santos.