'La rueda del tiempo', final de la temporada 3: el Ajah Negro, el Car'a'carn y los Quebrantadores del juramento
La serie de fantasía que protagoniza Rosamund Pike en Prime Video consigue mezclar con éxito en su tercera temporada intriga política, acción frenética y grandes revelaciones épicas.

[Este artículo contiene SPOILERS de 'LA RUEDA DEL TIEMPO' temporada 3]
La rueda del tiempo es una de las series de fantasía que más brilla en el momento actual. Con una producción de una calidad impresionante y una historia sólida detrás, su universo continúa expandiéndose y enriqueciéndose, dejándonos nuevos personajes, nuevas geografías, leyendas y sobre todo, nuevos enemigos y protagonistas cada vez más poderosos.
Esta tercera temporada adapta el cuarto libro de la saga de Robert Jordan, El ascenso de la sombra, un componente clave para todo lo que se desarrollará después y que supone un cambio de paradigma para las principales fuerzas que luchan a favor de la Luz y de la Sombra. Constreñido en tan solo ocho episodios, los guionistas han tenido que tomar decisiones complejas, e incluso alejarse levemente de lo que se narra en la historia original, para conseguir una continuación potente y que funcione en la pequeña pantalla. Y sin duda, lo han conseguido.
Moraine (Rosamund Pike), Rand (Josha Stradowski), Egwene (Madeleine Madden), Nynaeve (Zoë Robins), Perrin (Marcus Rutherford) y Mat (Dónal Finn) viven durante esta temporada una transformación definitiva y por fin comenzamos a entender las dimensiones reales del poder al que se enfrentan. Regresamos a Dos Ríos, descubrimos más -mucho más- sobre el pueblo Aiel y aceptamos que nadie está a salvo, ni siquiera en la Torre Blanca.
El poder enemigo se intensifica: Ajah Negro y los nuevos Renegados
Nada más comenzar la temporada asistimos a una verdadera carnicería en la Torre Blanca. Liandrin (Kate Fleetwood) es acusada de ser Ajah Negro pero, lejos de perder la partida, se destapa que no es la única Aes Sedai que se ha pasado al lado oscuro. Rápidamente se desencadena una batalla campal que termina con la vida de muchas hermanas y de Ivhon (Emmanuel Imani), el guardián de Alanna (Priyanka Bose). Más adelante descubriremos que había un total de 13 Aes Sedai que se habían pasado a la Sombra, pero solamente han sido reconocidas 12, por lo que aún falta saber quién sigue infiltrada.
En este momento comprendemos que la Torre Blanca jamás ha sido un lugar seguro y que las influencias de la sombra han llegado mucho más lejos de lo que esperábamos, incluso a lo que parecía el lugar más seguro y poderoso del mundo. Acto seguido aparecerá en escena la Reina Morgase (Olivia Williams), que acude a la Torre para entender por qué su hija Elayne (Ceara Coveney) fue secuestrada por Liandrin. Es entonces cuando aparece en escena Elaida (Shohreh Aghdashloo), una Aes Sedai del Ajah Rojo que durante muchos años ha ejercido como asesora de la Reina, pero que ha llegado a la Torre para quedarse.
Este personaje daba muchísimo juego durante la temporada, siendo la rival histórica de Siuan (Sophie Okonedo) frente a quien perdió la Sede diez años atrás. Con su vuelta a la Torre, Elaida trata de formar una coalición para despojar a Siuan de su poder y unir a las hermanas en la causa de enjaular al Dragón Renacido. En el último episodio consigue su objetivo de convertirse en la nueva Sede Amyrlin y acabar con la vida de Siuan, dejando un futuro incierto para la Torre y para Rand.
Por su parte, en esta temporada descubrimos a dos nuevos Renegados, Sammael (Cameron Jack) y Rahvin (Nuno Lopes). Aunque sabemos que el primero tiene un gran poder, apenas podemos ver su desarrollo en esta temporada: tiene pocas apariciones y Moghedien (Laia Costa) acaba con su vida en el último episodio. Rahvin sin embargo parece tener un papel muy importante en el futuro de la historia, como Renegado infiltrado en la Corte de Andor gracias a su capacidad para alterar los recuerdos. En esta temporada veremos claramente los enfrentamientos y traiciones entre Renegados, y el poder que ejercen sobre el Ajah Negro, especialmente sobre Liandrin, que quiere convertirse en una de ellos.
En su huida, Liandrin llega a Tanchico, la ciudad que la vio crecer y donde decidió -más por necesidad que por voluntad propia- unirse al Oscuro. Allí se encuentran unas poderosas reliquias, similares a los collares y brazaletes de las Seanchan pero diseñados para controlar a un hombre y que el Ajah Negro necesita para amansar a Rand. Para impedirlo, Nynaeve, Elayne, Mat y Min (Kae Alexander) siguen sus pasos hasta la depravada ciudad, enfrentándose a las Aes Sedai del Ajah Negro. En esta trama asistiremos a dos momentos clave: el despertar del poder de Nynaeve, que parece aceptar por fin su destino, y el extraño pacto que Mat realiza tras un misterioso arco rojo y que está claro que le traerá consecuencias nefastas.
Vuelta al hogar y la aceptación del destino
Durante la tercera temporada tienen lugar tres grandes viajes que vuelven a dividir al grupo. Por un lado, Nynaeve, Elayne y Mat regresan a la Torre para después acabar en Tanchico. Por otro, Perrin, cansado de luchar, decide volver a Dos Ríos, para tratar de recuperar su vida anterior. Por último, Rand emprende junto a Moraine, Egwene, Lan (Daniel Henney) y Aviendha (Ayoola Smart) un viaje de lo más épico hacia el Yermo de Aiel, donde se proclamará como el Car’a’carn y reclutará un ejército inmenso para librar la Última Batalla.
Una vez en las tierras Aiel, Egwene seguirá desarrollando sus poderes, ahora tratando de tomar control sobre el mundo de los sueños, donde sabemos que los Renegados son enormemente poderosos. Decidirá enfrentarse a Lanfear y sacar a Rand de su confusión amorosa: Lanfear es un monstruo y si amas a un monstruo, entonces ya estás loco.
En cuanto a Rand, para proclamarse como el líder de su pueblo, debe entrar en Rhuidean. Allí es transportado, mediante numerosos flashbacks, a diferentes momentos del pasado, encarnando a sus ancestros. Se trata de un capítulo absolutamente espectacular en el que comprendemos el pasado del pueblo Aiel y las dimensiones de la profecía sobre el Dragón Renacido.
Durante su tránsito por Rhuidean, comprende que los Aiel son descendientes de los Tuatha'an, el pueblo nómada y pacífico a quienes las Aes Sedai encomendaron transportar varios objetos de gran poder. En su viaje también descubre que Lanfear fue una poderosa Aes Sedai que solo buscaba que todo el mundo pudiera acceder al Poder Único, pero sin quererlo, junto a Lews, causó el Desmembramiento.
En el último episodio, consigue proclamarse como el Car’a’carn de los Aiel, demostrando su poder y desvelándoles el origen de su pueblo, como Quebrantadores del Juramento -cuando decidieron usar la violencia y se escindieron de los Tuatha'an-. Una revelación que los destruirá pero también dará origen a un ejército fiel y enormemente poderoso, tal y como indica la leyenda. Por su parte, Moraine también se adentra en Rhuidean para ver el futuro, y descubrirá que, para que Rand triunfe, ella debe morir. Tras ver una infinidad de futuros posibles, entiende que quizás no llegue a presenciar la batalla por la que tanto ha peleado.
En el caso de Perrin, lo que pensaba que sería una apacible vuelta a la tranquilidad del hogar se convierte en un punto de inflexión definitivo. Dos Ríos está bajo el control de los Capas Blancas, que andan tras él después de la batalla de Falme, y bajo la amenaza del ejército de el Oscuro. Cuando descubre que es él mismo quien ha puesto en peligro su pueblo natal, decide entregarse, sin embargo sus compatriotas no parecen apoyar su decisión.
Así, sin quererlo, se convierte en el líder de los habitantes de Dos Ríos y los lidera en la batalla más intensa de la temporada. Cuando todo acaba, decide entregarse para saldar sus deudas con los Capas Blancas y acabar con la espiral de violencia en la que se vio envuelto desde el primer capítulo y de la que siempre ha querido escapar. ¿Será este el final de Perrin o el comienzo de nuevas alianzas para defender la causa del Dragón?
A pesar de sentirse en cierto modo como una temporada de transición, los protagonistas han vivido una enorme transformación, especialmente en lo que respecta a su identidad y a encontrar paz con quienes son -o en quienes se han convertido-. Durante estos ocho episodios se han cocinado los ingredientes para una continuación en la que por fin veamos el estallido de los personajes más poderosos y el juego que pueden dar los Renegados. Una continuación por la que, sin duda, merece la pena esperar.
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