La importancia del 'tonguing': ¿Debemos dejar a nuestros perros que chupen el pis de otros?
Se trata de un comportamiento natural que debemos aprender a controlar, especialmente en entornos urbanos.

Uno de los comportamientos más curiosos y, a menudo, incomprendidos por los tutores de perros es el de chupar los pises que se encuentran durante los paseos, lo que también se conoce como tonguin. A primera vista, puede parecer un comportamiento extraño o incluso desagradable, pero según Rafel Cal, educador canino y fundador de Habla con ellos, este es un comportamiento completamente natural para los perros, con importantes connotaciones hormonales y comunicativas.
Pero, ¿por qué hacen esto nuestros compañeros de cuatro patas? El proceso de chupar pises (tonguin) está vinculado al órgano vomeronasal, también conocido como el órgano de Jacobson, ubicado justo en la parte superior del paladar del perro.
Este órgano permite que el perro obtenga información hormonal de la orina de otros animales y se trata de algo más que un simple acto de olfatear: al introducir la orina en este órgano, el perro obtiene información vital sobre otros animales, como su estado de salud, su género o su estado emocional.
Este comportamiento tiene una connotación muy fuerte de comunicación hormonal, ya que al hacerlo, el perro no solo está investigando, sino también suele dejar su propio "mensaje" después, también a través de la orina, que a menudo se acompaña con un gesto adicional, el de marcar con las patas. Así, la orina se convierte en una herramienta de interacción social y territorial.
Cuándo y por qué no debemos permitir el 'tonguin'
Una de las preguntas más comunes que surgen al observar este comportamiento es si es recomendable permitir que nuestro perro chupe los pises. Según Rafel Cal, la respuesta no es tan sencilla. Como con muchos otros comportamientos naturales en los perros, es importante evaluar el contexto y los riesgos involucrados.
Cal explica que en un entorno rural, donde los perros están expuestos a un número reducido de animales y todos parecen estar saludables, los riesgos asociados a chupar pises pueden ser menores. Sin embargo, en un entorno urbano, donde los perros pueden entrar en contacto con orina de otros animales que no conocemos, como perros con posibles infecciones o problemas de salud, los riesgos aumentan considerablemente ya que la exposición a bacterias, parásitos o enfermedades podría representar un peligro para la salud de nuestro perro.
Pero entonces, ¿cómo podemos manejar estas situaciones? El objetivo de comprender este comportamiento no es simplemente aceptarlo o rechazarlo, sino aprender a manejarlo de manera saludable. Si bien es natural para el perro, es recomendable trabajar en el control de este comportamiento, sobre todo en entornos urbanos, para evitar posibles problemas de salud.
Según Rafel Cal, lo ideal es aplicar un enfoque suave. "Cuando nuestro perro intente chupar un pis, podemos detenerlo suavemente con la correa, decir 'no' de manera calmada y ofrecerle un premio o recompensa en forma de comida cuando decida rechazarlo", expresa. Este enfoque evita conflictos o riñas, manteniendo una relación de confianza con el perro.