La historia de Tanaru, “hombre más solitario del mundo”, que vivió 26 años en la selva amazónica

Sobrevivió un largo tiempo en Rondonia, Brasil, y su historia estuvo marcada por la superación y el instinto de supervivencia

Abr 29, 2025 - 21:14
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La historia de Tanaru, “hombre más solitario del mundo”, que vivió 26 años en la selva amazónica

Tanaru sobrevivió 26 años a la intemperie, solo, en el estado de Rondônia, Brasil, perteneciente al Amazonas. Ubicado en la inmensa selva, el hombre se las ingenió para buscar sus propios alimentos y subsistir. Su historia se dio a conocer a finales de la década del 90′, cuando investigadores merodeaban la zona y le sacaban fotos para probar su instinto de supervivencia.

La región de Rondonia, desde la década de 1980, fue ocupada por agricultores que buscaban quedarse con el lugar con títulos de propiedad. En medio de este avance, los pueblos indígenas quedaron completamente relegados y fue así como Tanaru se convirtió en el último de su tribu en resistir y escaparse.

Conocido como el “último de su tribu” o el “hombre del agujero”, resistió durante 26 años y se paseó por toda la selva amazónica en busca de elementos para construirse un hogar y alimentarse con los recursos que le brindaba la naturaleza.

A raíz de este curioso modo de vida de Tanaru, diferentes investigadores y científicos comenzaron a seguir sus movimientos y detectaron que el hombre no hablaba ni tampoco buscaba sociabilizar, sino que, más bien, estaba firme en su postura de aislarse del mundo.Tanaru, de espaldas, se escapa de los fotógrafos

Su figura esbelta, ágil y atlética, pintaba de pie y cara a un hombre nacido para vivir a la intemperie. Consigo llevaba un arco y flecha, hechos con bambú, para cazar y protegerse de cualquier tipo de amenaza que ande suelta por la zona.

Uno de sus métodos que más llamó la atención fue cómo atrapaba animales: con un instinto de supervivencia supremo, el hombre cavaba agujeros profundos en la tierra y cubría el enorme hueco con palos, hojas y rocas, con el fin de que las presas caigan en la trampa.

La historia de Tanaru comenzó a ser más popular en Brasil, y en el año 2000, la FUNAI (Fundación Nacional del Indio) quiso tomar cartas en el asunto para protegerlo, aunque su intención fue en vano, ya que vieron a una persona completamente fuera de sí y muy lejos de querer cambiar su estilo de vida, el cual estuvo marcado por la soledad.

“Este hombre, desconocido para nosotros, que incluso lo perdió todo, como su pueblo y una serie de prácticas culturales, demostró que, incluso así, solo en medio del bosque, es posible sobrevivir y resistir aliarse con la sociedad”, indicó Altair Algayer, coordinador local de la Funai, a The Daily Mail.La casa que construyó Tanaru en la selva

Tras dos décadas de desidia, alejado de la civilización y con severos problemas, Tanaru murió en agosto de 2002. Su cuerpo, tendido sobre una hamaca, fue la última imagen de un hombre que reforzó su instinto de supervivencia, fue patrimonio cultural de su tribu y murió bajo sus propias leyes.