Carla Peterson y Andrea Pietra: sus personajes en El Eternauta, sus héroes personales y el mayor miedo que enfrentan como madres
En una charla con LA NACION, las protagonistas femeninas de la serie reflexionan sobre los desafíos de llevar la reconocida historieta a la pantalla sin perder su esencia

Se puede escuchar desde el otro lado de la puerta. Mientras un asistente les retoca el maquillaje y el peinado, Carla Peterson y Andrea Pietra se ríen con complicidad. La rueda de entrevistas tiene aires de fiesta. Es inminente: faltan horas para el estreno de El Eternauta y las actrices palpitan el orgullo de formar parte de esta gran producción que llega Netflix.
Peterson y Pietra son las encargadas de aportarle heroísmo femenino a la serie y, cómplices, reciben a LA NACION dispuestas a revelar detalles del rodaje y a reflexionar sobre la vigencia de la historia escrita por Héctor Germán Oesterheld e ilustrada por Francisco Solano López que se publicó por primera vez en 1957.
Dirigida por Bruno Stagnaro (el director de Okupas, Un gallo para Esculapio y Pizza, birra, faso), producida por K&S Films y con un elenco que también integran Ricardo Darín, César Troncoso, Marcelo Subiotto y Ariel Staltari, la primera temporada (seis episodios, disponibles desde este miércoles) de El Eternauta es la mayor apuesta nacional de Netflix para este año.
-¿Qué se siente formar parte de este desafío de adaptar esta historia tan compleja y reconocida?
Andrea Pietra: -Tengo todas las sensaciones juntas. Es muy hermoso, muy fuerte y muy emocionante sentir que estamos en algo que fue muy deseado y que es una apuesta enorme a nuestra industria audiovisual. Nos ha tocado un grupo de gente para trabajar hermoso... La verdad, lo pasamos siempre muy bien.
Carla Peterson: -Es el fruto del trabajo de muchísima gente. Hay muchas cosas que vamos descubriendo a medida que vemos los capítulos. Pasar del libro escrito a la pantalla significó muchísimo trabajo y muchísima creatividad.
-¿Habían leído la historieta?
Pietra: -No, no lo había leído.
Peterson: -Yo lo leí para esto. Creo que tiene que ver con que buscaba mucho el dibujo de las mujeres y no las encontraba en el original.
Pietra: -Era muy chica. Sin embargo, siempre supe de El Eternauta. Me acuerdo que una vez fue al Vitral cuando tenía 20 años y vi un afiche, pero no me habían llegado las historietas. Como no lo había leído, la convocatoria tuvo aún más de sorpresa y de disfrute porque llegué a la historia sin preconceptos.
-Muchos adolescentes de distintas épocas fueron y son fanáticos de El Eternauta. ¿Sus hijos se engancharon con el proyecto?
Pietra: -¡Sí! ¡Ya la vieron!
Peterson: -Creo que al llegar en este formato más actual se vuelve más interesante para los jóvenes. No sé si hoy nuestros hijos tendrían la paciencia de esperar a que salga un capítulo semanal en una revista [N. de la R.: originalmente, la historieta se publicó semanalmente en Hora Cero, entre 1957 y 1959], ahora hay otro tiempo. Esta historia se escribió en un contexto muy difícil del país y tener la posibilidad hoy de verla en formato de serie es muy interesante. Creo que es muy importante que hoy los chicos puedan tener contacto con esta historia. Y se está leyendo en muchos colegios.
Pietra: -Hay mucha expectativa en nuestra generación y también en los adolescentes. ¡Es un disfrute total para nosotras como madres! La vi el fin de semana con mi hija y no podía creer todas sus onomatopeyas: “¡Ay, no!“, ”¡Déjame ver!“ [Risas]. ¡Y me retaba porque a mí me gusta hablar mientras miro! "¡Mamá, no me spoileés!“ [Risas]. Estábamos igual de cebadas las dos porque por más que yo haya sido parte hay muchas cosas que me desayuné viéndolas y siendo público igual que cualquiera.
Peterson: -Mi hijo me dijo: “Mamá, ¡yo con esto puedo hacer un juego!“.
-¿Un videojuego?
Peterson: -Sí, le encantan, ya debe estar inventando un montón de cosas para hacer ¡Eso me encanta! La historia de El Eternauta es para todas las épocas, eso es lo maravilloso del libro y la idea.
-Juan Salvo hace cosas extraordinarias por amor a su hija. ¿Qué es lo más radical que ustedes hicieron por sus hijos?
Pietra: -Creo que no le pondría una tapa. No le pongo la importancia de ´Uy, hice esto por vos´ a las cosas que hago por mi hija. No sé, no somos de esa generación. Por ahí nuestras madres sí nos lo decían, pero la verdad que todo lo que hago por mi hija me genera tanto placer y está tan bueno que no siento que voy arrastrando un peso por haber hecho algo por ella. Sí siento que si tuviese que enfrentar una situación como la de El Eternauta sin tener a mi hija en mi casa conmigo estaría muerta de desesperación. Sobre todo en una época en la que todos sabemos dónde estamos todos todo el tiempo. Si de golpe se corta eso, se genera un vacío que da mucho miedo.
Peterson: -El miedo de no saber qué le está pasando al mundo donde nuestros hijos van a tener que crecer. Eso sería una pregunta que me haría y me daría mucha tristeza. “¿Qué le pasó al mundo?“. Esa es una pregunta que nos hacemos en lo cotidiano todos, cuando no entendemos todas las cosas terribles que suceden. Si El Eternauta nos sirve para reflexionar qué mundo queremos dejar, mejor.
-Los personajes femeninos tienen en la serie más protagonismo que en el cómic...
Pietra: -Sí, mi personaje en el cómic no existe [interpreta a la mujer de Favalli, uno de los amigos de Juan Salvo]. Esa fue una decisión del director, Bruno Stagnaro, que sin alejarse de la esencia de El Eternauta aggiornó la historia a esta época. Son personas reales con vínculos reales y ahí hay mujeres también. Por ahí en 1957 no las describieron mucho, dejaron solo a Martita [la hija de Juan Salvo en el cómic] y a Elena como un apoyo logístico, pero en la serie las mujeres salen a la calle. Lo que más pega de la historia es lo cercana y real que puede ser: ves las calles de nuestra ciudad, los negocios por los que pasás todo el tiempo, el shopping que conocés...
-En la serie las cosas viejas son las únicas que funcionan. ¿Qué cosas viejas se niegan a tirar por más que avance la tecnología?
Pietra: -¡Mi cuerpo! [Risas].
Peterson: -Yo tengo un montón de cosas viejas que no quiero tirar y que me divierte mostrarle a mi hijo. El otro día le mostré un televisor viejo: “¿Ves? No había control remoto, te tenías que levantar y tocar un botón". Lo mismo con los llamados telefónicos, ese sistema de comunicación no lo entienden. Parece algo que ya está contado, pero los chicos hoy no se lo imaginan. Lo bueno de esta serie es que resignifica lo antiguo, lo viejo.
Pietra: -Lo viejo siempre va a funcionar. Hay algo ahí. Antes no teníamos todas las cosas que tenemos ahora y, sin embargo, son las cosas viejas las que nos sacan adelante en la serie. Por ahí no hace falta llenarse de tanta cosa moderna y plástica. Se fue armando un sistema nuevo del que nos volvimos tan dependientes que si se corta, estamos todos en el horno.
-En El Eternauta hay hombres y mujeres comunes que se ven obligados a hacer cosas extraordinarias. ¿Quiénes son los héroes cotidianos que las marcaron en sus vidas?
Pietra: -Mi madre. Y mi héroe contemporáneo es Manuel Lozano de Fundación SI, él cubre todas las necesidades de mis héroes. Es simple, austero, confiable. Ayuda siempre y trabaja de forma colectiva, todos los de la fundación se sienten protagonistas.
Peterson: -Hay mucha gente que hace este estilo de cosas y no es que son iluminados. Pienso, por ejemplo, en Luciano Garramuño con el Galpón Piedrabuena, él armó un centro cultural en un lugar que estaba abandonado. También pienso en el Papa Francisco, creo que era una persona simple y común y que recién estamos empezando a descubrir su misión. Yo no practico el catolicismo, pero hay pequeñas cosas que él decía que hoy se resignifican mucho más.
-¿Nadie se salva solo?
Peterson: -No. Por eso me parece importante que estas historias lleguen a los jóvenes. Tal vez la gente que ya la leyó la está esperando, pero los jóvenes van a poder verla y reflexionar. Hay acción, ciencia ficción y mucho corazón. Es muy emocionante: tiene nuestra música, nuestra cultura, nuestras costumbres... ¡Todo eso metido en una supermega producción que no deja mantener lo simple y lo artesanal! ¡Es muy nuestra!
-Hay muchas series sobre invasiones extraterrestres y mundos distópicos. ¿Cuál es el distintivo argentino de El Eternauta?
Pietra: -Los vínculos. El grupo. Es una serie muy argentina sin remarcar que es argentina ¡Es impecable! Está hecha de una forma magistral y me encanta saber que una pincelada de nuestra idiosincrasia va a dar vueltas por el mundo.
Peterson: -Creo que eso fue lo mismo que le pasó al cómic, porque el cómic argentino no era el que se consumía en el mundo, pero esta historia logró atravesar todos los límites culturales. Trasciende las épocas. En esta serie hubo un grupo excepcional que le puso cabeza, corazón y creatividad a la historia. Cada toma, cada set, tuvo meses de preparación.
Pietra: -Sí, hubo mucho amor y mucha paciencia, porque la verdad que hubo partes muy hostiles, con mucha ropa, máscaras y cosas. La gente de vestuario nos esperaba para ayudarnos con las máscaras, el que ponía la nieve estaba atento para volverla a poner cuando se necesitara. Eran cientos y cientos de personas trabajando. Algo nunca visto acá.
Peterson: -A partir de esta serie yo sé que se van a venir muchas cosas más de esta magnitud en nuestro país.