La entrada de un 'caballero blanco' que trunque la opa de BBVA sobre el Sabadell se complica
Abanca y Unicaja defienden su proyecto como entidades independientes y cierran la puerta a cualquier operación de este tipo, que permitiría al banco vallesano contraatacar a La Vela.

La opa de BBVA sobre Banco Sabadell se enreda en la recta final del proceso. Lo que parecía un desenlace tranquilo con la resolución favorable de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a la operación, que implica al grupo de origen vasco la adopción de determinados compromisos, ha subido de tono con la entrada de mayo. Al inesperado giro de timón del Gobierno con el lanzamiento de una consulta pública inédita, se ha sumado la posible búsqueda de diferentes opciones por parte de la entidad catalana que le permitan plantar cara a su 'opado'.
En esta ocasión el ruido ha recaído sobre Abanca, que ha salido rápidamente a desvincularse de la misma tras asegurar que "no tiene interés" alguno y que en estos momentos su prioridad pasa por finalizar la integración de Eurobic en Portugal, un paso clave dentro de su plan estratégico 2025-2027. "Abanca ha demostrado en la última década un sólido crecimiento, tanto orgánico como inorgánico, lo que nos posiciona como un actor relevante en el sector financiero", remarcan en el comunicado de este lunes.
No es la primera vez que suenan las campanas de fusión entre la entidad gallega y la catalana. Ya hubo un intento sin éxito en el pasado. Pero no es el único. El sondeo de la firma vallesana también incluyó conversaciones infructuosas en el pasado con Unicaja y Kutxabank, que aunque se produjeron en tiempos diferentes, tampoco llegaron a fraguarse. De hecho, el propio consejero delegado del Sabadell, César González-Bueno, ha defendido recientemente que la combinación con algunas de las citadas entidades es complementaria y, por tanto, no derivaría en problemas de competencia, como sí podría ocurrir en cualquier integración con BBVA, Banco Santander o CaixaBank.
En este contexto, la idea de una fusión alternativa como contrapeso a la opa de BBVA empieza a complicarse, especialmente, después de que tanto Abanca como Unicaja apuesten por un camino en solitario. La normativa española recoge para este tipo de circunstancias la expresa prohibición de llevar a cabo cualquier iniciativa que dificulte el transcurso de la oferta, tal y como contempla el 'deber de pasividad'. Por tanto, la única vía disponible pasa por convocar una junta de accionistas, para que sean ellos los que aprueben la eliminación del citado deber de pasividad.
Según ha publicado 'Bloomberg', el Gobierno se habría mostrado partidario a que el equipo encabezado por Josep Oliu contraataque a los de Carlos Torres con un movimiento accionarial que ayude a bloquear la opa. Esto pasa bien porque negocie una fusión con otro banco que, en todo caso, no paraliza la vigente, pero le da la posibilidad de subir el precio; o bien arme un 'núcleo duro' con la irrupción en el accionariado de un 'caballero blanco' que se convierta en el inversor de referencia. El capital se encuentra bastante atomizado con BlackRock, que controla un 6,6%, Zurich Seguros (4,1%), Dimensional Fund Advisors (3,7%), el magnate mexicano David Martínez, quien ostenta un 3,1% a través de Fintech Europe, como principales dueños.
En menor medida destacan también Goldman Sachs (2,9%), UBS Group (2,8%) o el fondo soberano de Noruega (1,9%). En conjunto, alrededor del 52% de los accionistas son institucionales y el 48% restante minoritarios. Por ahora, el futuro de la opa está en manos del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, que tiene hasta finales de mayo para decidir si la eleva al Consejo de Ministros. A partir de entonces dispondrá de un plazo de 30 días para confirmar o endurecer los compromisos pactados entre BBVA y el regulador con medidas que van desde mantener la presencia física en territorios en los que no haya ningún competidor a garantizar las condiciones comerciales en los códigos postales problemáticos.
Respecto a las pymes, uno de los principales campos de batalla de la opa, se contempla no cerrar oficinas especializadas de empresas de Banco Sabadell, crédito barato a las pequeñas y medianas empresas, además de dar continuidad a la financiación a corto plazo de los que ya fueran clientes, incluidas las destinadas a financiar las actividades de comercio exterior. De lograr el visto bueno del Ejecutivo, los próximos pasos estarán en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), encargada de publicar el folleto de la misma, por lo que no será hasta que esto se produzca cuando tenga lugar la apertura del periodo de aceptación que puede abarcar de 15 a 70 días y en la que los accionistas deberán decantarse por la propuesta de La Vela o, por el contrario, mantener al Sabadell como entidad independiente.