La construcción necesita 700.000 trabajadores más para levantar casas y el sector busca mejorar la empleabilidad de los inmigrantes

Es escasa la presencia de mujeres, que suponen el 9% de los ocupados y apenas el 0,7% a pie de obra.

Mar 24, 2025 - 07:13
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La construcción necesita 700.000 trabajadores más para levantar casas y el sector busca mejorar la empleabilidad de los inmigrantes

Una de las soluciones para atajar el problema de la vivienda que más consenso genera es la de impulsar la construcción. El 'ladrillo' se postula como un actor clave, ávido por acelerar la puesta en marcha de inmuebles para cubrir la elevada demanda. Sin embargo, el sector denuncia la existencia de cuellos de botella que lastran su avance. Uno de ellos es la escasez de mano de obra. La construcción emplea hoy en día en España a casi el mismo número de trabajadores que hace trece años, cuando el 'ladrillo' estaba en pleno declive tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Los jóvenes y las mujeres están prácticamente ausentes en un sector que se apoya cada vez más sobre la mano de obra extranjera y que asegura necesitar 700.000 trabajadores más.

Según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre de 2024, este ámbito de actividad ocupa a 1,48 millones de personas, el 7% de los más de 21 millones de trabajadores que hay en España, y concentra únicamente al 4% de los parados, ya que el número de desempleados se encuentra en mínimos desde la burbuja inmobiliaria, en 103.300 personas a cierre de 2024. El empleo en la construcción ha crecido de forma continuada en los últimos años, aunque lo ha hecho lentamente. En los últimos doce meses, en un contexto de fuerte pujanza del mercado laboral, ha ganado 44.800 trabajadores y en los últimos diez años ha creado casi medio millón de puestos, después de tocar suelo en 2014.

La crisis de 2008 impactó de lleno en el sector del 'ladrillo', que fue el ojo del huracán. Pasó de dar empleo a casi tres millones de personas a caer por debajo del millón. La recuperación a nivel de ocupación ha sido progresiva, pero la herida de la gran recesión es todavía patente. Actualmente el número de personas que trabajan en este ámbito es prácticamente el mismo que lo hacía en 2011, año en el que apenas se pusieron en marcha 78.300 viviendas, según datos del Ministerio de Vivienda. En cambio, en 2024 se concedieron 127.700 visados de obra para levantar pisos, la mayor cifra anual desde el pinchazo de la burbuja —un 16,7% más que en 2023—.

Sin embargo, el ritmo de construcción está todavía lejos de las 220.000 viviendas anuales que el sector considera que habría que impulsar no solo para dar techo a los nuevos hogares, sino también para suplir el déficit de casas acumulado. Según el Banco de España, hacen falta 500.000 inmuebles para cubrir el volumen de familias conformado en los últimos años —por primera vez desde 2018 en 2024 se terminaron prácticamente los mismos inmuebles que hogares se crearon, pero la tendencia venía siendo la contraria—. Para suplir la falta de oferta, la patronal de la construcción calcula que es necesario incorporar a 700.000 trabajadores.

"No es la primera vez que alertamos de una falta de mano de obra extraordinariamente grave", insistió este jueves el presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), Pedro Fernández Alén, en su primer discurso tras ser reelegido para liderar la patronal durante cuatro años más. Ante esta problemática, el empresario hizo hincapié en la necesidad de "mejorar la empleabilidad de personas migrantes para fortalecer el tejido empresarial, mitigar la falta de trabajadores y conseguir un sector más inclusivo", así como para "luchar contra la economía sumergida". En particular, abogó por fomentar la contratación de personal cualificado en origen y por la regularización de los que ya se encuentran en España mediante el arraigo por formación, con cursos cortos de entre 60 y 100 horas

La mano de obra extranjera se ha convertido en un importante puntal para el 'ladrillo'. Actualmente casi uno de cada cuatro trabajadores del sector son foráneos. Desde 2019, se han incorporado 139.200 trabajadores inmigrantes, pasando de representar el 17% del total al 24%. En particular, el volumen de latinoamericanos empleados ha crecido un 22% solo en el último año, alcanzando los 177.600 ocupados de esta procedencia, según la EPA. La llegada de trabajadores desde el otro lado del Atlántico ha compensado la retirada de otras nacionalidades, como por ejemplo la de europeos extracomunitarios, cuya presencia ha caído un 13,8% con respecto a finales de 2023.

Pocos jóvenes y mujeres

Para ganar músculo en términos de empleo, el sector de la construcción no solo mira al extranjero. También busca aumentar la presencia de jóvenes y de mujeres, todavía tarea pendiente en un sector envejecido y muy masculinizado. Según datos de la EPA, el 22% de los trabajadores tiene 55 o más años —es decir, uno de cada cinco estará jubilado en poco más de una década—, frente a solo un 4,1% menores de 25 años. Los alevines son apenas 61.300 en toda España. El panorama difiere del de la burbuja inmobiliaria, cuando había quienes incluso dejaban los estudios para meterse a la obra, atraídos por los sueldos del sector. A principios de 2008, el 11% de los ocupados tenía menos de 25 años.

El 'ladrillo' adolece también de falta de mujeres. Aunque el empleo femenino ha crecido más que el masculino en el último año —el volumen de ocupados ha aumentado un 5% y un 3% respectivamente—, apenas el 9% de los trabajadores de la construcción son mujeres. Son 133.200 en todo el sector, frente a 1,35 millones de hombres. En particular, la presencia femenina es prácticamente inexistente en el trabajo a pie de obra, donde solo el 0,7% de las plantillas son mujeres, según un reciente informe publicado por la Fundación Laboral de la Construcción.

Para atraer estos nuevos perfiles, la industrialización puede ser un aliado. Se trata de un nuevo método de construcción que consiste en la incorporación de elementos elaborados en serie en fábricas, como pilares, fachadas o incluso módulos de baños o cocinas. "La industrialización va a permitir edificaciones más resilientes, más rápidas en su construcción, más seguras y sostenibles social y medioambientalmente, pero también va a permitir mejorar las condiciones laborales de los trabajadores y que más mujeres se acerquen de otra manera a este sector", aseguraba esta semana la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, en la Asamblea General de la CNC, donde recordó que el Gobierno se ha comprometido a presentar un PERTE para ayudar modernizar el sector de la construcción en esta dirección.