La caída del precio del crudo provoca la bajada de los combustibles

El precio de los combustibles en España es el resultado de una compleja interacción de factores internacionales (coste de la materia prima, tipo de cambio), costes de la cadena de suministro (refino, logística, márgenes) y la carga fiscal impuesta por el gobierno. El precio del petróleo Brent y las cotizaciones internacionales de los productos refinados (gasolina, diésel) son un factor fundamental. Estas cotizaciones fluctúan en función de la oferta y la demanda global, factores geopolíticos, decisiones de la OPEP, etc. La tarifa a pagar cuando acudimos a la estación de servicio depende también de los costes de refino, logística, almacenamiento, distribución y los márgenes comerciales de los operadores mayoristas y las estaciones de servicio. A esto hay que sumar los impuestos, que en España son fundamentalmente el Impuesto sobre Hidrocarburos (IEH), que es un impuesto especial fijo por litro, y el IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido), que actualmente es del 21% y se aplica sobre la suma de los anteriores componentes. Tras meses de incertidumbre, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP+) ha dado luz verde a un nuevo aumento en la producción de petróleo el próximo junio, tras el incremento establecido en mayo. Esto ha desencadenado una bajada significativa en los precios internacionales del crudo: en tan solo una semana, el barril de Brent ha caído un 4,6%, mientras que el de WTI lo ha hecho en un 5,1% , acumulando ambos alrededor de un 20% de bajada en lo que va de año. «La decisión de la OPEP+ de aumentar la producción de petróleo ha provocado una caída del precio del crudo , afectando a las empresas del sector. En este contexto, los distribuidores seguramente tengamos que afrontar menores márgenes de beneficio y las refinerías deberán adaptarse a precios volátiles» , explica Manel Montero, director general de Grupo Moure. Se estima que este escenario se mantendrá si se prolonga la actual desaceleración económica global y continúan los efectos de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Esta reducción significativa ya se está reflejando en los mercados mayoristas, lo que anticipa una etapa de menor presión sobre los costes energéticos. Sin embargo, el contexto sigue siendo volátil: el incremento del bombeo se produce en un momento de demanda débil y elevada incertidumbre geopolítica, lo que podría provocar nuevas oscilaciones en los precios a corto plazo. Todo ello obliga al sector a una vigilancia constante ya una mayor flexibilidad operativa. Aunque el consumidor puede percibir una repercusión en el coste de los carburantes, Montero advierte de que este efecto no será necesariamente inmediato ni proporcional. «Para los ciudadanos, esto puede traducirse en una reducción del precio de los combustibles , pero la influencia de impuestos y políticas de distribución podría limitar el impacto positivo», señala el experto. «Estas circunstancias plantean un nuevo escenario para las empresas a la hora de gestionar los aprovisionamientos y, por el momento, un alivio temporal para los consumidores», concluye Montero. La OCU ha publicado un informe en el que llega a la conclusión, tras analizar 10.000 gasolineras españolas, de que las marcas más baratas de nuestro país son Bon Àrea, Gas Express, GM Oil y Plenoil. La primera de ellas destaca tanto en diésel como en gasolina, mientras que las demás ofrecen mejores precios en relación con la media de gasóleo, junto con Ballenoil. Para la gasolina 95 también entran en consideración Petroprix y E. Leclerc. Según la asociación de protección al consumidor, las estaciones de servicio se pueden clasificar con una puntuación que parte de 100. La diferencia entre una con 112 puntos, como Petrocat, y una con 100, como BonÀrea, es que la primera tendrá, de media, precios un 12% mayores. Las cadenas que cuentan con mayor número de estaciones en España son las más caras: BP, Campsa, Petronor, Cepsa y Repsol presentan todas puntuaciones en torno a un 15% mayores que las más baratas de la lista. Un elemento clave para determinar los precios de una estación de servicio son los aditivos que usan para sus carburantes. Por directiva europea, todas las empresas que venden combustible deben cumplir con estándares de calidad para garantizar que sus productos son estables en el tiempo. Las más baratas cumplen con el mínimo, mientras que las premium cuentan con compuestos, que las marcas mantienen en secreto, tanto en composición como en proporción. El número de cetano es lo que diferencia un gasóleo de otro y señala el tiempo que transcurre entre la inyección del combustible y el comienzo de la combustión. Este número ha de ser superior a 46. Sin embargo, en España todos los gasóleos A superan el 51 y, por lo tanto, cualquier diésel es apto para todos los coches. A mayor índice de cetano, más se retrasará la ignición por compresión, lo que se traducirá en una combustión más limpia y eficiente, que dejará menos residuos en nuestro motor. Según explican desde la OCU,

May 13, 2025 - 08:55
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La caída del precio del crudo provoca la bajada de los combustibles
El precio de los combustibles en España es el resultado de una compleja interacción de factores internacionales (coste de la materia prima, tipo de cambio), costes de la cadena de suministro (refino, logística, márgenes) y la carga fiscal impuesta por el gobierno. El precio del petróleo Brent y las cotizaciones internacionales de los productos refinados (gasolina, diésel) son un factor fundamental. Estas cotizaciones fluctúan en función de la oferta y la demanda global, factores geopolíticos, decisiones de la OPEP, etc. La tarifa a pagar cuando acudimos a la estación de servicio depende también de los costes de refino, logística, almacenamiento, distribución y los márgenes comerciales de los operadores mayoristas y las estaciones de servicio. A esto hay que sumar los impuestos, que en España son fundamentalmente el Impuesto sobre Hidrocarburos (IEH), que es un impuesto especial fijo por litro, y el IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido), que actualmente es del 21% y se aplica sobre la suma de los anteriores componentes. Tras meses de incertidumbre, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP+) ha dado luz verde a un nuevo aumento en la producción de petróleo el próximo junio, tras el incremento establecido en mayo. Esto ha desencadenado una bajada significativa en los precios internacionales del crudo: en tan solo una semana, el barril de Brent ha caído un 4,6%, mientras que el de WTI lo ha hecho en un 5,1% , acumulando ambos alrededor de un 20% de bajada en lo que va de año. «La decisión de la OPEP+ de aumentar la producción de petróleo ha provocado una caída del precio del crudo , afectando a las empresas del sector. En este contexto, los distribuidores seguramente tengamos que afrontar menores márgenes de beneficio y las refinerías deberán adaptarse a precios volátiles» , explica Manel Montero, director general de Grupo Moure. Se estima que este escenario se mantendrá si se prolonga la actual desaceleración económica global y continúan los efectos de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Esta reducción significativa ya se está reflejando en los mercados mayoristas, lo que anticipa una etapa de menor presión sobre los costes energéticos. Sin embargo, el contexto sigue siendo volátil: el incremento del bombeo se produce en un momento de demanda débil y elevada incertidumbre geopolítica, lo que podría provocar nuevas oscilaciones en los precios a corto plazo. Todo ello obliga al sector a una vigilancia constante ya una mayor flexibilidad operativa. Aunque el consumidor puede percibir una repercusión en el coste de los carburantes, Montero advierte de que este efecto no será necesariamente inmediato ni proporcional. «Para los ciudadanos, esto puede traducirse en una reducción del precio de los combustibles , pero la influencia de impuestos y políticas de distribución podría limitar el impacto positivo», señala el experto. «Estas circunstancias plantean un nuevo escenario para las empresas a la hora de gestionar los aprovisionamientos y, por el momento, un alivio temporal para los consumidores», concluye Montero. La OCU ha publicado un informe en el que llega a la conclusión, tras analizar 10.000 gasolineras españolas, de que las marcas más baratas de nuestro país son Bon Àrea, Gas Express, GM Oil y Plenoil. La primera de ellas destaca tanto en diésel como en gasolina, mientras que las demás ofrecen mejores precios en relación con la media de gasóleo, junto con Ballenoil. Para la gasolina 95 también entran en consideración Petroprix y E. Leclerc. Según la asociación de protección al consumidor, las estaciones de servicio se pueden clasificar con una puntuación que parte de 100. La diferencia entre una con 112 puntos, como Petrocat, y una con 100, como BonÀrea, es que la primera tendrá, de media, precios un 12% mayores. Las cadenas que cuentan con mayor número de estaciones en España son las más caras: BP, Campsa, Petronor, Cepsa y Repsol presentan todas puntuaciones en torno a un 15% mayores que las más baratas de la lista. Un elemento clave para determinar los precios de una estación de servicio son los aditivos que usan para sus carburantes. Por directiva europea, todas las empresas que venden combustible deben cumplir con estándares de calidad para garantizar que sus productos son estables en el tiempo. Las más baratas cumplen con el mínimo, mientras que las premium cuentan con compuestos, que las marcas mantienen en secreto, tanto en composición como en proporción. El número de cetano es lo que diferencia un gasóleo de otro y señala el tiempo que transcurre entre la inyección del combustible y el comienzo de la combustión. Este número ha de ser superior a 46. Sin embargo, en España todos los gasóleos A superan el 51 y, por lo tanto, cualquier diésel es apto para todos los coches. A mayor índice de cetano, más se retrasará la ignición por compresión, lo que se traducirá en una combustión más limpia y eficiente, que dejará menos residuos en nuestro motor. Según explican desde la OCU, en muchos casos, la compañía que se encarga de transportar y almacenar los combustibles, Exolum (antes se llamaba CLH, Compañía de Logística de Hidrocarburos) añade directamente los aditivos en la refinería a quien lo desea: los aditivos HQ300 y HQ400 son los más comunes. Sin embargo, las grandes distribuidoras (Repsol, Cepsa….) tienen sus propios aditivos que también se suelen añadir directamente en la refinería y que son confidenciales.