La Argentina volvió al mundo

La Argentina volvió al mundo, y no estoy hablando del acuerdo con el FMI. Para que normalicemos nuestro vínculo económico y financiero con el exterior, nos falta levantar el cepo, aprobar los presupuestos en el Congreso y normalizar la Corte Suprema. Solo así tendremos estabilidad y credibilidad. Razonablemente, deberíamos apuntar al 2026 para alcanzar estos objetivos. Si así no lo hiciéramos, no alcanzará con la juramental frase “que Dios y la Patria nos lo demanden…Durante más de 20 años, entre 2001 y 2023, el debate argentino se centró en una dicotomía falsa : “lo nacional y popular” vis a vis “el neoliberalismo”. Y digo falsa, porque terminada la Guerra Fría entre la URSS y los EE.UU. en 1991, las dos posiciones mencionadas quedaron en desuso, con un mundo que empezaba a parir un nuevo conflicto: China, disputando el poder global a EE.UU., Oriente enfrentado con Occidente, dos visiones del mundo diametralmente opuestas.Con el asalto al Partido Republicano norteamericano por parte de Donald Trump en el 2016, y la crisis global de la izquierda , el debate en nuestra parte del mundo se centra entre la derecha liberal y/o conservadora con una “nueva derecha” más extrema y dogmática que plantea el “exterminio” de cualquier otra forma de pensamiento, arrogándose la representación única y exclusiva de los valores occidentales.Este proceso se consolida en 2024 con la reelección de Trump y la duplicación del porcentaje electoral de la extrema derecha en Europa. Por lo tanto, estamos viviendo el inicio de un proceso que requiere una reacción decidida y racional de la centroderecha para que las ideas sensatas no sean arrasadas por la ignorancia, el extremismo y la locura.Ese escenario se reproduce en la Argentina como expresión periférica de lo que ocurre en el riñón de nuestra civilización. Para muestra “basta un botón”: la elección de CABA el 18 de mayo nos devuelve a un escenario “prehistórico” donde la “Argentina del pasado” aspira a volver de la mano de la ceguera del “antiperonismo” irracional y mediocre que ha atomizado la fuerza mayoritaria que busca un cambio real que se niega a concretar su mandato histórico avalado por la mayoría del electorado en noviembre de 2023.Las cartas está echadas….el error está consumado. Enfrentaremos un “punto de inflexión” que marcará a fuego las elecciones nacionales de octubre. Como bien decía un líder desaparecido, “los dirigentes irán a la cabeza del pueblo, o la gente hará tronar el escarmiento…”Exembajador en EE.UU. la UE, Brasil y China, precandidato a senador nacional por CABA.

Abr 6, 2025 - 05:03
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La Argentina volvió al mundo

La Argentina volvió al mundo, y no estoy hablando del acuerdo con el FMI. Para que normalicemos nuestro vínculo económico y financiero con el exterior, nos falta levantar el cepo, aprobar los presupuestos en el Congreso y normalizar la Corte Suprema. Solo así tendremos estabilidad y credibilidad. Razonablemente, deberíamos apuntar al 2026 para alcanzar estos objetivos. Si así no lo hiciéramos, no alcanzará con la juramental frase “que Dios y la Patria nos lo demanden…

Durante más de 20 años, entre 2001 y 2023, el debate argentino se centró en una dicotomía falsa : “lo nacional y popular” vis a vis “el neoliberalismo”. Y digo falsa, porque terminada la Guerra Fría entre la URSS y los EE.UU. en 1991, las dos posiciones mencionadas quedaron en desuso, con un mundo que empezaba a parir un nuevo conflicto: China, disputando el poder global a EE.UU., Oriente enfrentado con Occidente, dos visiones del mundo diametralmente opuestas.

Con el asalto al Partido Republicano norteamericano por parte de Donald Trump en el 2016, y la crisis global de la izquierda , el debate en nuestra parte del mundo se centra entre la derecha liberal y/o conservadora con una “nueva derecha” más extrema y dogmática que plantea el “exterminio” de cualquier otra forma de pensamiento, arrogándose la representación única y exclusiva de los valores occidentales.

Este proceso se consolida en 2024 con la reelección de Trump y la duplicación del porcentaje electoral de la extrema derecha en Europa. Por lo tanto, estamos viviendo el inicio de un proceso que requiere una reacción decidida y racional de la centroderecha para que las ideas sensatas no sean arrasadas por la ignorancia, el extremismo y la locura.

Ese escenario se reproduce en la Argentina como expresión periférica de lo que ocurre en el riñón de nuestra civilización.

Para muestra “basta un botón”: la elección de CABA el 18 de mayo nos devuelve a un escenario “prehistórico” donde la “Argentina del pasado” aspira a volver de la mano de la ceguera del “antiperonismo” irracional y mediocre que ha atomizado la fuerza mayoritaria que busca un cambio real que se niega a concretar su mandato histórico avalado por la mayoría del electorado en noviembre de 2023.

Las cartas está echadas….el error está consumado. Enfrentaremos un “punto de inflexión” que marcará a fuego las elecciones nacionales de octubre. Como bien decía un líder desaparecido, “los dirigentes irán a la cabeza del pueblo, o la gente hará tronar el escarmiento…”

Exembajador en EE.UU. la UE, Brasil y China, precandidato a senador nacional por CABA

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