En el pasado mercado de invierno, el Nápoles traspasó a
Khvicha Kvaratskhelia al PSG por 75 millones de euros. Fue la operación más cuantiosa de esa ventana de fichajes a media temporada. En solo tres meses, sin embargo, se puede afirmar que el negocio ha sido redondo para las tres partes. El georgiano ha recuperado su mejor fútbol, el PSG está que se sale y el Nápoles no solo ha vuelto su mejor versión, sino que ha recobrado el liderato de la Lega cuando se ha sacado de encima a un jugadorazo que había perdido protagonismo y, con A
ntonio Conte en el banquillo, no parecía tan contento como antaño. Con
Luis Enrique, el joven
Kvara, de tan solo 24 años, está siendo la clave para el equilibrio ofensivo de un equipo que atacaba a trompicones, a oleadas, según la inspiración de
Dembélé, de
Barcola o de
Doué, tres superdotados con el balón en los pies pero tres versos libres en la delantera parisina.
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