José Aldo, el mejor peso pluma de la historia de la UFC se retira: «Es hora de seguir adelante. De vivir por mi esposa e hijos»
Las despedidas siempre son amargas. Esto no es excepción ni para los más grandes. Después de una carrera legendaria dentro de las artes marciales mixtas (MMA), José Aldo, El Rey de Río dice adiós. El ya miembro del salón de la fama de la UFC no se despide de la mejor manera ni por primera vez, pero si parece que de forma definitiva . Este cuelga los guantes tras una última batalla que acabó perdiendo contra Aiemann Zahabi en el UFC 315. Fue el último baile del brasileño, el cual lo disputó de principio a fin. Casi finaliza a su rival en el último asalto, pero no fue suficiente. Además, su pelea empezó mucho antes. En la báscula. Este no pudo marcar las 135 libras, peso en el cual ha llevado su actividad estos últimos años, trasladándose el pleito al pluma , donde fraguó su leyenda. «Puede que esta haya sido mi última vez dentro del Octágono. Esta semana, enfrenté una de las batallas más grandes de mi vida, y no fue contra un oponente, sino conmigo mismo . En los últimos años, reavivé el sueño de convertirme en campeón. Entrené como siempre, di más de lo que jamás había dado. Pero mientras bajaba de peso, algo dentro de mí me decía: ' Ya no necesitas hacer esto '. Y le hice caso», relataba el excampeón del peso pluma en su comunicado de despedida en X. «Es hora de seguir adelante. De vivir por mi esposa, por mis hijos . De celebrar la historia que escribí con cada guerra, con cada cinturón ganado con sangre y fe», continuaba, explicando que le llega la hora de disfrutar el tiempo con los suyos. «Gracias, Dana White y Lorenzo Fertitta. Gracias a la UFC. Y sobre todo, gracias, mis fans. Ustedes fueron el motor de cada paso hacia la jaula. Me hicieron un rey. Si esta fue mi despedida, sepan que me voy en paz . Con el corazón lleno de gratitud y la frente en alto», terminaba de agradecer Aldo. Pero la trayectoria de José Aldo en las MMA no es para tomarla como una más. El brasileño es una leyenda de la disciplina. Invicto en las 145 libras por nueve años, Aldo cuenta con todos los argumentos para ser considerado como el mejor pluma de la historia. Campeón invicto de WEC, entró a la UFC, tras la absorción, ya como campeón indiscutido. Nadie le plantaba cara al brasileño. Así, realizó siete defensas consecutivas de su cinturón en la compañía de Dana White hasta su derrota con Conor McGregor . Las imágenes tras ese duelo resultan desgarradoras a día de hoy. Un El Rey de Río fue expulsado del trono que cultivó durante años en tan solo 13 segundos . Aun así, luego de eso lo volvió a recuperar contra Frankie Edgar, para perderlo contra otra leyenda de la categoría, Max Holloway . Después de eso, su carrera comenzó a tambalearse, hasta el punto de decidir bajar de división al gallo. Allí tuvo buenos resultados, pero tras perder contra Merab Dvalishvili decidió colgar las guantillas por primera vez. Ya inducido en el salón de la fama de la UFC, realizó una breve, pero poco destacable, carrera en el boxeo . Sin embargo, el destino le tenía preparado un último baile. La compañía de Dana White aterrizaba en Rio de Janeiro para el UFC 301, donde Aldo decidió regresar. Además, lo hizo por todo lo alto, con victoria. Luego de eso ha perdido dos veces consecutivas, y a sus 38 años ha decidido decir adiós de manera definitiva.
Las despedidas siempre son amargas. Esto no es excepción ni para los más grandes. Después de una carrera legendaria dentro de las artes marciales mixtas (MMA), José Aldo, El Rey de Río dice adiós. El ya miembro del salón de la fama de la UFC no se despide de la mejor manera ni por primera vez, pero si parece que de forma definitiva . Este cuelga los guantes tras una última batalla que acabó perdiendo contra Aiemann Zahabi en el UFC 315. Fue el último baile del brasileño, el cual lo disputó de principio a fin. Casi finaliza a su rival en el último asalto, pero no fue suficiente. Además, su pelea empezó mucho antes. En la báscula. Este no pudo marcar las 135 libras, peso en el cual ha llevado su actividad estos últimos años, trasladándose el pleito al pluma , donde fraguó su leyenda. «Puede que esta haya sido mi última vez dentro del Octágono. Esta semana, enfrenté una de las batallas más grandes de mi vida, y no fue contra un oponente, sino conmigo mismo . En los últimos años, reavivé el sueño de convertirme en campeón. Entrené como siempre, di más de lo que jamás había dado. Pero mientras bajaba de peso, algo dentro de mí me decía: ' Ya no necesitas hacer esto '. Y le hice caso», relataba el excampeón del peso pluma en su comunicado de despedida en X. «Es hora de seguir adelante. De vivir por mi esposa, por mis hijos . De celebrar la historia que escribí con cada guerra, con cada cinturón ganado con sangre y fe», continuaba, explicando que le llega la hora de disfrutar el tiempo con los suyos. «Gracias, Dana White y Lorenzo Fertitta. Gracias a la UFC. Y sobre todo, gracias, mis fans. Ustedes fueron el motor de cada paso hacia la jaula. Me hicieron un rey. Si esta fue mi despedida, sepan que me voy en paz . Con el corazón lleno de gratitud y la frente en alto», terminaba de agradecer Aldo. Pero la trayectoria de José Aldo en las MMA no es para tomarla como una más. El brasileño es una leyenda de la disciplina. Invicto en las 145 libras por nueve años, Aldo cuenta con todos los argumentos para ser considerado como el mejor pluma de la historia. Campeón invicto de WEC, entró a la UFC, tras la absorción, ya como campeón indiscutido. Nadie le plantaba cara al brasileño. Así, realizó siete defensas consecutivas de su cinturón en la compañía de Dana White hasta su derrota con Conor McGregor . Las imágenes tras ese duelo resultan desgarradoras a día de hoy. Un El Rey de Río fue expulsado del trono que cultivó durante años en tan solo 13 segundos . Aun así, luego de eso lo volvió a recuperar contra Frankie Edgar, para perderlo contra otra leyenda de la categoría, Max Holloway . Después de eso, su carrera comenzó a tambalearse, hasta el punto de decidir bajar de división al gallo. Allí tuvo buenos resultados, pero tras perder contra Merab Dvalishvili decidió colgar las guantillas por primera vez. Ya inducido en el salón de la fama de la UFC, realizó una breve, pero poco destacable, carrera en el boxeo . Sin embargo, el destino le tenía preparado un último baile. La compañía de Dana White aterrizaba en Rio de Janeiro para el UFC 301, donde Aldo decidió regresar. Además, lo hizo por todo lo alto, con victoria. Luego de eso ha perdido dos veces consecutivas, y a sus 38 años ha decidido decir adiós de manera definitiva.
