Hugo Ortiz: La taquería fiscal: donde todos los ingresos acaban con la misma salsa…. o peor

¿Por qué tener más de una fuente de ingreso puede hacerle pagar más ISR del que esperaba?

Abr 21, 2025 - 18:19
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Hugo Ortiz: La taquería fiscal: donde todos los ingresos acaban con la misma salsa…. o peor

Estimado lector, imagínese que durante el año comió solo tres tipos de tacos: barbacoa, picadillo y deshebrada. A los de barbacoa les pone la salsa más picante, —digamos una 9.5 en la escala de enchilamiento—; a los de picadillo, una salsita suave nomás para darle sabor, —digamos, un 6—. Y a los de deshebrada no les pone nada, porque luego el taco parece caldo y se deshace.

Ahora imagínese que el SAT llevó la cuenta de todos los tacos que se comió en el año, y también del tipo de salsa que le puso. Al final del año, en su papel de fiscal gastronómico, le prepara una salsa con el nivel de picante promedio de todo lo que usted consumió. Digamos que resulta una salsita nivel 7.5. Esto significa que hay tacos con salsa de sobra y otros a los que les faltó.

Traducido al mundo fiscal: el SAT compara los ingresos a los que “les puso mucha salsa” (es decir, le retuvieron más ISR del que tocaba) con aquellos a los que “les faltó” (donde le retuvieron menos o nada). Si, en el balance final, predominan los ingresos sin suficiente retención, le tocará poner la diferencia. Y si, por el contrario, fue muy generoso con la salsa, podría obtener un saldo a favor. Así de sencillo, aunque no siempre así de sabroso.

En esta taquiza fiscal, una salsa que no pica equivale a ingresos bajos, mientras que una salsa brava representa ingresos altos. Esto se debe a que el ISR en personas físicas es progresivo: entre más se gana, mayor es la tasa de impuesto aplicable.

Y aquí viene el detalle que a muchos se les escapa: no solo se hace un promedio, al sumar todos sus ingresos del año, usted puede brincar a un tramo más alto de la tabla del ISR. ¿Qué significa esto? Que, aunque en algunos ingresos le hayan retenido con tasas bajitas, el total anual acumulado puede ubicarlo en una tasa más alta y, por lo tanto, pagar más.

Es como si hubiera estado comiéndose tacos suavecitos todo el año, pero al contarlos todos, el taquero del SAT dijera: “¡Ah caray, con esta cantidad ya le toca la salsa de la casa, esa que arde!”. En otras palabras, no es solo que se promedien los niveles de picante, sino que el total puede cambiarle el tipo de salsa.

Por eso es fundamental conocer la tasa efectiva de ISR que paga cada tipo de ingresos que tiene. ¿Cómo se calcula?

  • En el caso de salarios, divida el ISR retenido entre el ingreso total anual. Puede consultar esta información en el visor de nóminas del portal del SAT.
  • Si obtuvo ingresos por servicios profesionales, divida el ISR retenido más el ISR que pago mes a mes entre la utilidad fiscal (ingresos menos deducciones autorizadas)

Aterrizando lo anterior en un ejemplo, supongamos que una persona tiene un sueldo promedio mensual de $40,000. En el año gano $480,000 y le retuvieron $84,784 de ISR. Eso da una tasa efectiva de 17.66% (84,784/480,000). Además, prestó servicios de consultoría por tres meses, cobrando $10,000 por mes. El ISR correspondiente por cada mes fue de $771, lo que representa una tasa de 7.71% (771/10,000).

En este caso, los ingresos por honorarios son como los tacos de deshebrada: apenas y pican. Mientras que los sueldos son como los de picadillo: ya se siente el golpe. Pero el SAT, al final del año, mezcla todo y aplica la tasa correspondiente al ingreso total, como si todos sus tacos llevaran la misma salsa. Y si el total lo coloca en una tasa mayor, se va a enchilar.

¿Resultado? ISR a cargo.

¿La causa? Porque a los honorarios no se les puso suficiente salsa. Hay que nivelar el picante.

Entender esto le permite tomar mejores decisiones durante el año: hacer deducciones personales, planear pagos provisionales o al menos anticiparte al cierre fiscal.

Un caso similar ocurre con los intereses que percibe del sistema financiero mexicano. Las instituciones que los pagan hacen una retención basada en el monto invertido, no en el interés real ganado. Eso significa que, al presentar su declaración anual, podrá tener un saldo a favor o en contra.

¿De qué depende? De dos factores:

– La tasa de interés que le pagaron.

– La tasa de inflación del año.

Si el interés fue mayor que la inflación, tendrá ISR a cargo. Pero si la inflación fue mayor, obtendrá un saldo a favor.

Así como no todos los tacos pican igual, no todos los ingresos pagan lo mismo. Al final del año el SAT agarra todas las salsas, las mezcla y le cobra según el picante promedio…… o incluso con una salsa más brava, si al sumar sus ingresos subió de nivel en la tabla.

Si le faltó picante —es decir, si no le retuvieron lo suficiente— tendrá que poner lo que falta. Y si se pasó de salsa, podría haber devolución… aunque no siempre alcanza ni para el antiácido.

Historias de impuestos bien contadas.

Contacto: huorsa@ortizgarza.com.mx