Los últimos grafitis y las últimas pintadas aparecidos en la Alhambra y el Albaicín han levantado mucho revuelo porque se hicieron en la Alhambra y el Albaicín, pero el problema no es nada nuevo. Granada lleva muchos años soportándolo, y también pagándolo. Esos actos vandálicos le cuestan a la ciudad 120.000 euros al año. Diez mil al mes. Más de 300 al día. Se habla mucho de los lugares emblemáticos, de los que son Patrimonio Mundial de la Unesco . Es normal en cierto modo, son los mayores escaparates de Granada. ¿Pero qué pasa en otras zonas de la capital, es que no hay grafitis y pintadas, acaso? Las hay en todas partes, algunas bastante valiosas, que luego serán analizadas....
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