Gavi, que había encadenado dos titularidades con buena nota en los dos partidos de Liga ante
Osasuna (3-0) y
Girona (4-1) tras el parón por las selecciones, no jugó ni un minuto en el
Metropolitano en la vuelta de la semifinal de la
Copa del Rey que le dio el pase a la final al Barça al ganar 0-1 al Atlético tras el 4-4 de la ida. Sorprendió porque era una de las opciones para jugar de inicio en la plaza 'vacante' por la lesión de
Dani Olmo y porque tampoco entró pese a que
Hansi Flick sólo hizo cuatro de los cinco cambios y su energía parecía ideal para contrarrestar las embestidas finales del equipo de Diego Simeone. Tras el partido se descubrió el motivo.
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