Fuego cruzado entre Vox y su concejal tránsfuga de Torrent: «Quiere instalar el caos»

Terremoto político el que se vive en Torrent , la segunda ciudad más poblada de la provincia de Valencia , tras la renuncia del que fuera portavoz de Vox y primer teniente de alcalde Guillermo Alonso, cuyo paso al grupo de no adscritos deja el gobierno municipal que lidera el PP en minoría y a su anterior partido exigiendo que devuelva el acta y que sea cesado de manera inmediata. La renuncia se formalizó este lunes en el pleno del Ayuntamiento tras abandonar la formación de Santiago Abascal, hecho que deja en minoría el gobierno municipal presidido por la 'popular' Amparo Folgado . PP y Vox sumaban hasta entonces 13 votos, frente a los 12 de los grupos de izquierda. En el pleno, en el que se dio cuenta del paso de Alonso al grupo de no adscritos, el también concejal de Educación, Familia, Deportes, Fiestas y Sanidad ratificó «una decisión que es tan importante en lo personal como en lo político» y que supone «dejar atrás» su pertenencia al grupo municipal de Vox. También garantizó que su decisión es «irrevocable» y «no es fruto de un pulso ni de una negociación». «Mis principios no son moneda de cambio y, tras meses solicitando ayuda, hoy doy este paso con plena convicción y sin vuelta atrás », manifestó. Así, aseguró que lo hace «con respeto, serenidad y la conciencia tranquila» y «no por impulso, sino por convicción». «Quiero que esta decisión se entienda no como un final, sino como un compromiso renovado. Un compromiso con Torrent, con todos los vecinos y con los valores que me trajeron aquí. Servicios, lealtad, transparencia e integridad», aseveró. «He comprobado cómo, en temas claves para Torrent, faltó el respaldo que necesitábamos para avanzar. Y cómo, cuando se presentó un conflicto institucional serio con mis socios de gobierno -el PP-, en lugar de encontrar un apoyo claro, encontré silencio y cálculo. Y esa soledad que duele, también enseña», enfatizó. Por todo ello, puso sus competencias a «disposición completa» de la alcaldesa, Amparo Folgado. « No he venido aquí a agarrarme a ningún sillón , he venido a servir. Y si lo que mejor conviene a los intereses de Torrent es que yo dé un paso atrás y pase a desempeñar otro rol político, lo asumiré con serenidad y con humildad, pero también con el compromiso inquebrantable de seguir trabajando por esta ciudad, sin imposiciones, sin cálculos interesados y sin ataduras partidistas», añadió. Por su parte, el grupo político Vox solicitó públicamente a Guillermo Alonso la devolución de su acta de concejal tras su paso al grupo de no adscritos y reclamó a la alcaldesa Folgado su cese inmediato del equipo de gobierno, así como la retirada de todas las competencias delegadas que aún ostenta. Desde la formación voxista consideran que la ruptura protagonizada por quien fuera su portavoz y cabeza de lista en las elecciones municipales de mayo de 2023 «no responde a un conflicto ideológico ni a diferencias políticas reales», sino a «una estrategia basada en el cálculo personal y la ambición individual». «Fue elegido bajo nuestras siglas, con un programa y un compromiso colectivo que ahora ha abandonado. Si ya no representa ese proyecto, lo coherente es que devuelva el acta y no prolongue una situación que solo genera confusión y desgaste institucional», afirman desde el grupo. Asimismo, recuerdan que el pasado 23 de abril, solicitó su pase al grupo de no adscritos, argumentando su decisión en una supuesta reflexión personal guiada por su «compromiso con los vecinos» y su intención de actuar «sin sujeción a directrices partidarias» . Sin embargo, tan solo unos días después, el edil protagonizó «una sucesión de declaraciones contradictorias» en distintos medios de comunicación, en las que «arremetía» tanto contra su antiguo grupo como contra el Partido Popular, socio de gobierno en el Ayuntamiento de Torrent. Para Vox, estas declaraciones evidencian «una clara voluntad de desviar la atención sobre sus propias decisiones», y apuntan a una «estrategia premeditada para instalar el caos y generar presión interna en el gobierno local».

May 6, 2025 - 08:04
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Fuego cruzado entre Vox y su concejal tránsfuga de Torrent: «Quiere instalar el caos»
Terremoto político el que se vive en Torrent , la segunda ciudad más poblada de la provincia de Valencia , tras la renuncia del que fuera portavoz de Vox y primer teniente de alcalde Guillermo Alonso, cuyo paso al grupo de no adscritos deja el gobierno municipal que lidera el PP en minoría y a su anterior partido exigiendo que devuelva el acta y que sea cesado de manera inmediata. La renuncia se formalizó este lunes en el pleno del Ayuntamiento tras abandonar la formación de Santiago Abascal, hecho que deja en minoría el gobierno municipal presidido por la 'popular' Amparo Folgado . PP y Vox sumaban hasta entonces 13 votos, frente a los 12 de los grupos de izquierda. En el pleno, en el que se dio cuenta del paso de Alonso al grupo de no adscritos, el también concejal de Educación, Familia, Deportes, Fiestas y Sanidad ratificó «una decisión que es tan importante en lo personal como en lo político» y que supone «dejar atrás» su pertenencia al grupo municipal de Vox. También garantizó que su decisión es «irrevocable» y «no es fruto de un pulso ni de una negociación». «Mis principios no son moneda de cambio y, tras meses solicitando ayuda, hoy doy este paso con plena convicción y sin vuelta atrás », manifestó. Así, aseguró que lo hace «con respeto, serenidad y la conciencia tranquila» y «no por impulso, sino por convicción». «Quiero que esta decisión se entienda no como un final, sino como un compromiso renovado. Un compromiso con Torrent, con todos los vecinos y con los valores que me trajeron aquí. Servicios, lealtad, transparencia e integridad», aseveró. «He comprobado cómo, en temas claves para Torrent, faltó el respaldo que necesitábamos para avanzar. Y cómo, cuando se presentó un conflicto institucional serio con mis socios de gobierno -el PP-, en lugar de encontrar un apoyo claro, encontré silencio y cálculo. Y esa soledad que duele, también enseña», enfatizó. Por todo ello, puso sus competencias a «disposición completa» de la alcaldesa, Amparo Folgado. « No he venido aquí a agarrarme a ningún sillón , he venido a servir. Y si lo que mejor conviene a los intereses de Torrent es que yo dé un paso atrás y pase a desempeñar otro rol político, lo asumiré con serenidad y con humildad, pero también con el compromiso inquebrantable de seguir trabajando por esta ciudad, sin imposiciones, sin cálculos interesados y sin ataduras partidistas», añadió. Por su parte, el grupo político Vox solicitó públicamente a Guillermo Alonso la devolución de su acta de concejal tras su paso al grupo de no adscritos y reclamó a la alcaldesa Folgado su cese inmediato del equipo de gobierno, así como la retirada de todas las competencias delegadas que aún ostenta. Desde la formación voxista consideran que la ruptura protagonizada por quien fuera su portavoz y cabeza de lista en las elecciones municipales de mayo de 2023 «no responde a un conflicto ideológico ni a diferencias políticas reales», sino a «una estrategia basada en el cálculo personal y la ambición individual». «Fue elegido bajo nuestras siglas, con un programa y un compromiso colectivo que ahora ha abandonado. Si ya no representa ese proyecto, lo coherente es que devuelva el acta y no prolongue una situación que solo genera confusión y desgaste institucional», afirman desde el grupo. Asimismo, recuerdan que el pasado 23 de abril, solicitó su pase al grupo de no adscritos, argumentando su decisión en una supuesta reflexión personal guiada por su «compromiso con los vecinos» y su intención de actuar «sin sujeción a directrices partidarias» . Sin embargo, tan solo unos días después, el edil protagonizó «una sucesión de declaraciones contradictorias» en distintos medios de comunicación, en las que «arremetía» tanto contra su antiguo grupo como contra el Partido Popular, socio de gobierno en el Ayuntamiento de Torrent. Para Vox, estas declaraciones evidencian «una clara voluntad de desviar la atención sobre sus propias decisiones», y apuntan a una «estrategia premeditada para instalar el caos y generar presión interna en el gobierno local».